En plena tarde de Toros en Lima, Tomás Bastos toreando en Acho, en medio de una gran expectación.
En directo, desde la Catedral del Toreo de América, la Monumental de Acho, nuestra compañera MAGALY ZAPATA, corresponsal de la TRIBUNA en América, texto y fotos....

En su primer novillo, Tomás Bastos ha sido ovacionado por el público presente en Acho, más de media plaza cubierta, que ha agradecido la voluntad mostrada por el portugués a lo largo de su faena...

Para Bastos fue el novillo burraco, llamado “Vencedor”, herrado con el número 13, que arrojó en la báscula 384 kilos (el de menos peso de la tarde, luego le tocaría a Tomás el de más peso como cierre de la novillada); y lo brindó al publico. 
Mostró ganas y clase, con buenos muletazos especialmente con la mano izquierda, trató de hacer faena en los medios y se mostró firme en los cites. Se hizo con el novillo y mostró buen juego de muñeca con la pañosa, tratando de llevar al astado en tandas de derechazos con cierto ritmo y buscando la entrega del morlaco. Pareció gustar al público lo que estaba viendo y jaleó así varios momentos de Tomás, con un pase de pecho de buen gusto y hondura y las ajustadas bernardinas que acostumbra hacia el final de sus faenas; lástima a la hora de culminar la faena porque, otra vez, la espada le jugó mala pasada :  un pinchazo y una estocada entera pero trasera. Saludó así desde el tercio una notable ovación del respetable.

Tarde de expectación, tarde de decepción... porque ninguno de los tres novilleros pudieron triunfar, ni siquiera cortar orejas. Si el primer novillo de Tomás Bastos no era gran cosa, bastante menos fue el segundo de su lote. Este lidiado en sexto lugar, para Tomas Bastos, tenía de nombre “Profeta”, estaba herrado con el número 8, pesaba 415 kilos y ya de salida mostró que lo suyo era andar por ahí suelto y sin fijarse. Un regalito este novillo que resultó sin clase y con una embestida descompuesta... ante lo que poca faena se podía hacer, notándose que Tomás, que tantas esperanzas tenía depositadas en esta tarde en Lima, que suponía su debut en América, acabó por desilusionarse... y encima, en una de sus tardes negras con la espada, colocó una estocada que no hizo efecto... lo que dio lugar al verduguillo, con el que no anduvo demasiado fino el lusitano. El resultado, así, no podía ser otro que el silencio por parte del público. 

Y así terminó esta novillada que había despertado gran interés, pero que acabaría siendo una tarde sin premios. Los novillos de Camponuevo no acabaron por facilitar las cosas, no dieron juego y hasta se mostraron desaboríos y faltos de clase...

José Antonio “Guerrita”, silencio en su primero y silencio en su segundo.
Pedro Luis, saludó ovación desde el tercio en su primero y nuevamente saludos desde el tercio en su segundo.
Tomas Bastos, saludó ovación desde el tercio en su primero y cosechó silencio en el que cerraba plaza.


Recibiendo de capote a su primero, Tomás Bastos, sobre la arena de la Monumental de Acho




















Ya toreando Tomás Bastos, finalmente, su primer novillo, un llamativo "burraco"...



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