Contra hombro y astados : Tomás Bastos cuaja una tarde importante en el coso de Pignatelli
rbtribuna
No decepcionó. Ni lo más mínimo. Y eso que andaba sin resolver del todo el asunto de la lesión en un hombro que arrastra desde días atrás. Es decir, toreó mermado de facultades, aún no recuperado del todo... arriesgando, exponiendo, como hacen los grandes toreros en su afán de cumplir sus compromisos y no decepcionar a los públicos que les esperan.
Tomás se jugaba mucho en Zaragoza, donde para culminar faena hay que entrar a matar (no es Vila Franca, con su simulacro del acto final, donde no hay que hacer fuerza para empujar la espada). Pero había que estar aquí. Y aquí, en el coso de Pignatelli (llamado así, debido por haber sido el patricio Ramón de Pignatelli el promotor de su construcción), en el arranque de la Feria de El Pilar, Tomás Bastos estuvo; y estuvo importante... Y cuando escribimos esta crónica, el novillero que está culminando una gran temporada, viaja ya con destino a Vila Franca de Xira, cruzando la Península Ibérica, para torear allí este domingo, en la Feria de Outubro, consciente del gran cartel que en su casa tiene y que, sin duda, es clave para que la pequeña plaza a la orilla del Tejo se pueda llenar...
No decepcionó. Ni lo más mínimo este Tomás Bastos, que no se dejó ganar la partida, ni por sus compañeros de cartel, ni por los novillos que le tocaron en suerte. El público supo agradecer y valorar, su toreo y su gesto de dar la cara y no renunciar a presentarse en esta muy importante e imperial Zaragoza, Caesaraugusta, fundada en el año 14 o 15 antes de Cristo, como ciudad-colonia romana en honor al emperador César Augusto y, por tanto, romana en origen.
La oficialmente llamada Plaza de Toros de La Misericordia, en Zaragoza, registró poco más de un tercio de entrada, lo habitual en las novilladas que aquí se celebran. Era esta novillada anunciada en los carteles de la Feria de "El Pilar 2025", el primer festejo del serial, en el que se jugaron novillos de la ganadería de Brazuelas para EL MENE (silencio y oreja con petición de la segunda), TOMÁS BASTOS (una oreja y gran ovación) y PEDRO LUIS (silencio tras aviso y silencio tras aviso).
El primer novillo de Tomás Bastos no era claro... de entrada echaba las manos por delante y quebraba las embestidas. Tenía mala pinta aquello... entre el público, se pensaba, circulaba el rum-rum de la decepción tras la ración de mansedumbre y malas maneras con que nos había obsequiado el primero de la tarde... pero allí estaba Bastos, con lo que este muchacho lleva encima, de buen oficio y excelentes maneras, junto a una técnica envidiable...
Su compañero de cartel, Pedro Luis, quiso meter la nariz en la faena que no iba a ser fácil de Bastos (y en lo que a quites se refiere, está en su derecho, otra cosa es que hubiese sido de desear que no anduviese por allí de pinturero con el novillo, para no alterar nada la conducción que para el astado pretendía Tomás). Entró a quites Pedro Luis... y se estiró por verónicas. Siendo así, para poner las cosas en su sitio (deber de un novillero que se precie), Tomás Bastos tuvo que dar la réplica, con ajustadas chicuelinas muy aplaudidas por el público que estaba encantado con la rivalidad en el ruedo y la altura de miras que Bastos manifestó ante el desafío de su colega y compañero de cartel hoy en Zaragoza... pero... el novillo acusó aquello y todos temimos que se viniese abajo, que acortase recorridos luego, viendo cómo inició su primer viaje en la muleta que Bastos le ofrecía...
Y, sin embargo, aquello ya no tenía término medio : o la faena remontaba vuelo... o a Tomás no le quedaba otra que conformarse con una primera oportunidad en Zaragoza, perdida a través de su primer novillo. Pero Bastos está en una fase en la que no da nada por perdido...
Consciente de su capacidad para leer adecuadamente e instrumentalizar las faenas como es debido, el de Vila Franca optó por esforzarse al máximo y tratar de salvar aquello... el público enseguida valoró lo que estaba viendo hacer y acabó por meterse en la faena que el portugués iba diseñando.
De este modo, cuando parecía que el novillo de Brazuelas se iba a menos, surgió Tomás mostrando al astado con técnica indudable y admirable esmero que no le cabía otra que obedecer y hacer lo que quien vestía de luces le ordenaba... y así, poco a poco, el novillo pasó de menos, en donde se hallaba en el inicio de faena de muleta, a más... realmente a más, que es donde acabó cuando Bastos se fue al burladero para pedir trocar el estoque simulado por el de verdad y encaminarse a matar, mientras en su cabeza se agitaban los fantasmas, preguntándose a sí mismo si su hombro algo lesionado aún, tratado estos cuatro últimos días a tope de fisioterapia y medicamentos, aguantaría el viaje y el esfuerzo grande que hay que hacer para meter la mano, empujar y tratar de colocar el acero en el hoyo de las agujas.
Se encomendó a quien el sabe y allá fue Tomás. Colocó la espada en el de Brazuelas, mató... y el público pidió con fuerza la merecida oreja... mientras el novillero, en sus adentros, seguía con la preocupación de si el hombro -mejorado estos días, pero aún no del todo- aguantaría la tarde. Pero el primer objetivo, no defraudar, cortar trofeo en plaza tan importante como es Zaragoza, estaba ya logrado y la alegría consiguiente mueve montañas y anestesia dolores zorros en tan inoportuno lugar, lo que -sin embargo- le obligará a seguir tratándose en próximos días, antes de la final de la Liga Nacional de Novilladas, en Sanlúcar de Barrameda.
Estaba animado Tomás tras los logros habidos con su primer novillo y el esfuerzo desarrollado. Y estimulado por haberle entrado Pedro Luis en quites en su primero, allá fue Bastos a meter la nariz en la faena de El Mene ( su ya "viejo" rival) en el cuarto de la tarde. Lo hizo Tomás con elegantes verónicas que fueron muy aplaudidas por el respetable. Quedó así -entre ilusionado y muy bien dispuesto- a la espera de su segundo novillo, en el quinto lugar de orden de lidia de esta tarde zaragozana.
Se había quedado Bastos con su fina y elegante "coplilla" entrando a quites en el novillo de El Mene. Y fue así, con elegantes verónicas como Tomás recibió al quinto de la tarde. Hermosas, "de bella factura" -como decían los cronistas clásicos- las verónicas instrumentadas ante su oponente... Pero el astado, ¡ay, el astado!, pronto cantó la gallina... cuando le llevó a los caballos, el de Brazuelas poco quiso saber, no se empleó como era deseable y sí de modo falaz, evidenciando el animal lo que era... de manera que ya en el inicio de la faena de muleta, el "torete" optaba por no humillar... volvió Tomás en respuesta al desafío de desorden que el novillo le planteaba, volvió Tomás así a tratar de sacar partido de "aquello", echando el resto... y hasta hubo buenos momentos, tratando de torear por ambos pitones, pero el astado, finalmente, acabó por irse a menos y menos... frente a ello, en el afán propio del novillero que quiere comerse el Mundo, Tomás Bastos se echó materialmente encima de su oponente, arrimándose, exponiendo y dándolo todo en lo que era posible dar...
Y llegó la hora de pasaportar al morlaco. Si el hombro estuviese fortalecido, como sin duda con más días de terapia de recuperación estará en breve, otro gallo cantaría, porque con las ganas que Tomás tiene de triunfo, en otras circunstancias habría matado tal vez de otro modo; así... la estocada resultó caída. Y claro, entre eso y el toro que no dio juego, el final de la segunda faena no pudo ser otra cosa que una muy fuerte ovación y la satisfacción del deber cumplido para con tan importante plaza como es Zaragoza...
No tuvo suerte con el ganado Bastos. Pese a lo cual hizo todo lo que pudo y casi más. Toreó bien en todo lo posible. Mostró coraje, ganas, compromiso, calidad y técnica. Pagó la factura de un hombro que aún tiene que ser fortalecido más, con más sesiones específicas de fisioterapia para recuperarlo plenamente desde este mismo lunes que viene... para poder llegar al cien por cien a la cita de Sanlúcar de Barrameda.
Se trataba de no perder la importante cita de Zaragoza, que daría renombre a su historial, a su trayectoria como novillero y... no se perdió, realmente ganó porque deja mucho ambiente aquí, llevándose un trofeo (una oreja) y el reconocimiento a lo que ha hecho.
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