Texto de EUGÉNIO EIROA - Fotos de ARAÚJO MACEIRA.

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Algo nervioso, algo impreciso en su primero, le costó remontar ciertos momentos no del todo de buenos en el inicio... pero en su segundo toro, el sexto de la noche, el sábado pasado, en Nazaré, Antoñito Ribeiro Telles nos demostró a los presentes que, si no se malogra. ahí viene, cual árbol bien plantado, para arriba, un buen torero a caballo.

La faena que Antoñito hizo al sexto del sábado, en Nazaré, no solamente fue buena, sino que tenía mucho de esperanzadora cara al futuro. ¿Cuando el maestro António Ribeiro Telles se vaya... cuando deje de torear, qué va a pasar, qué vacío va a quedar aquí...?. Esa es la pregunta que se hacen muchos aficionados ahora mismo, los que gustan de ese Toreo clásico, a la antígua portuguesa -que diría alguno-, aficionados que por nada del mundo quieren, ni queremos, que ese Toreo desaparezca. Pero desaparecido de la escena, en las arenas, cuando el maestro António ya no esté... ¿qué va a pasar aquí?.

Pues bien : en la actuación en el segundo de sus toros, en la noche de Nazaré, Antoñito Ribeiro Telles nos dio la respuesta, claramente, sin medias tintas. Cuando el maestro António deje el primer plano en el que aún está... si nada se tuerce en el camino de Antoñito, vamos a tener recambio, recambio de los buenos, no un sucedáneo, no una chapucilla dinástica : vamos a tener otro António Ribeiro Telles, esta vez el Jr., pero siempre hecho y derecho, formado y bien formado como torero clásico.

El sábado, en Nazaré, por momentos cerrábamos los ojos y veíamos en el Toreo de Antoñito tantas y tantas cosas del Toreo del Maestro António... mucho y bueno. Perfeccionable aún, necesario de complementar aún, moldeable aún... pero ya en el buen y gran camino. La actuación de Antoñito Ribeiro Telles en el sexto de la noche en Nazaré tuvo calidad, lidia adecuada del toro, movimientos adecuados, brillantez en las reuniones... sin ser de diez, sí fue de notable alto lo hecho por Antoñito. 

Y luego, por si lo fundamental fuese poco -que no lo es- : están los detalles accesorios : el tricornio encima, puesto toda la faena en su cabeza; los gestos en determinados momentos; el abandonar la plaza con el caballo dando siempre la cara al público, marcha atrás... detalles que su padre el maestro António heredó del maestro David y que ahora Antoñito renueva y conserva. Hermoso, sin duda.

Es bueno que en la Tauromaquia, como en otras actividades de la Vida, los hijos igualen o incluso superen a sus padres. Es evidente, también, que no en todos los casos sucede, ni mucho menos. Pero cuando sucede, bienvenido sea, que no se pierda lo que tanto costó sembrar. Casos como el de Joaquim Bastinhas y su hijo Marcos que ha conservado casi en plenitud el estilo de su padre; casos como el de Antoñito Ribeiro Telles que va camino de saber perpetuar el gran legado que el maestro António va a dejar en la Tauromaquia portuguesa, son muy dignos de ser tenidos en cuenta, valorados y... diría más : apoyados.

Quédense ahora con las imágenes de algunos de los momentos importantes de la buena faena de Antoñito Ribeiro Telles, el sábado noche en Nazaré...