Miguel Ángel Perera cortó dos orejas en una tarde donde no hubo regalos de trofeos por muy festival que fuere...

Marco Pérez, camino de un futuro espléndido si nada se tuerce. Volvió a liarla, la lía donde actúa...


FICHA DEL FESTIVAL :

Plaza de toros de la Flecha, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid).

Festival a beneficio de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Valladolid. Lleno. Un novillo para rejones de El Canario, bravo y seis para lidia a pie de Antonio Palla, nobles, bajos de raza y fuerza.

• LEONARDO, ovación.

• MANUEL DÍAZ ‘EL CORDOBES’, ovación.

• DIEGO URDIALES, ovación.

• MIGUEL ÁNGEL PERERA, dos orejas.

• DANIEL LUQUE, ovación.

• El novillero JOSÉ MANUEL SERRANO, vuelta.

• El becerrista MARCO PÉREZ, dos orejas y rabo.


El festival de Arroyo de la Encomienda a beneficio de la Sociedad vallisoletana de la Esclerosis múltiple ha sido un éxito de público que acudió y llenó su coso poniéndose el cartel de “no hay billetes”.

Muchas ganas de toros se respiraba desde primeras horas de la tarde por los aledaños del coso de la Flecha con encuentros de amigos y aficionados que mostraban su alegría por el acontecimiento benéfico de este festival puesto en escena por la empresa de Tauroemoción y el Ayuntamiento de Arroyo.

Las casi tres horas de festejo tuvieron una guinda final, un postre realmente exquisito y atrayente protagonizado por el jovencito Marco Pérez a quien el diestro francés Juan Bautista enseña, protege y pupila desde hace algún tiempo. Y es que el alumno de la escuela taurina de Salamanca atrae y concita la admiración por su valor, hechuras, compostura, resolución de las faenas, temple y colocación del que deberían aprender más de uno. Produjo la admiración y desató una alboroto ya en el tendido al soplar al novillo de Palla dos largas cambiadas de rodillas que pusieron la plaza cubierta de la Flecha a revientacalderas.

Marco Pérez es un torero que ha adquirido los fundamentos más importantes de la lidia y los tiene asumidos e incardinados en su propio cuerpecillo de grácil torero. Las ovaciones que se llevó la criatura fueron atronadoras pues resonaban en la cubierta de la Flecha como si de un eco de gloria y reconocimiento se tratara. Y todo porque se veía que este muchacho tiene el temple, poderío y gracilidad de un torero más que hecho. Y además despachó de un estocada entera efectiva al burel de Palla consiguiendo de forma más que merecida las dos orejas y el rabo de su enemigo. Su faena fue la guinda y postre de una comida que en esta ocasión no ha tenido la belleza y excelsitud plena y completa de otras ocasiones.

Perera logró cortar dos orejas tras un enfado con el palco tras recibir en su saludo capotero por un error. El Presidente movió el pañuelo blanco entre la barandilla del palco y enfrente, el director de la banda creyó que era el anuncio para tocar el cambio de tercio. Luego, obvió también la señalización de dos avisos respectivamente, a Perera y Luque pues aunque se exhibió el pañuelo en el palco, el clarín permaneció mudo, sin sonar. Anécdota del festejo más que otra cosa.

Perera estuvo con la clase que atesora mostrando que pese a ser el comienzo de la temporada es de todos los compañeros que han actuado quien mejor rodaje tiene.

Leonardo estuvo muy bien en el de rejones, un bravo ejemplar de El Canario, incansable y que acometió un par de veces a las cabalgaduras del caballero. Sin embargo se atascó con el rejón de muerte. Aunque hubo ligera petición de oreja, fue ovacionado al acabar su faena.

Manuel Díaz el Cordobés al que el público le quiere y aprecia estableció una faena para intentar agradar y poder al utrero de esas que gustan al público en su sencillez y cierto arrimo, pero rematada con estocada caída que produjo derrame. Recogió la ovación desde el tercio.

Diego Urdiales lo intentó con un toro desrazado y con ánimo de rajarse al aquerenciarse en los adentros. Urdiales lo cambió de terrenos y sobre la mano derecha firmó una par de series atrayentes.

Daniel Luque puso su sentimiento sevillano en el albero de la Flecha ante el colorado quinto que se apagó como una candelilla y defendiéndose mostrando una raza más que escasa ante la muleta de Luque.

José Manuel Serrano, novillero de Valladolid, mostró algunos momentos de entrega y decisión sobre todo cuando los gritos de apoyo de sus paisanos animaban al torero. Faena digna en los comienzos que fue decayendo a medida que avanzaba el tiempo.  Cayó ante la cara del toro al entrar a matar al perder el pie y el burel le buscó con saña saliendo indemne del lance sin consecuencias. Refrescado por el agua milagrosa y quitándose la chaquetilla cuadró al ejemplar y le enterró el acero en una estocada entera.

En resumen un festival entretenido en su desarrollo, participativo y solidario en su original concepción y rubricado por un chico al que llaman “niño prodigio del toreo” que cerró festejo con un postre de categoría torera y además, miel sobre hojuelas, se puso el cartel de «No hay localidades para hoy«.

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Federación Taurina de Valladolid by JESÚS LÓPEZ GARAÑEDA
Fotografia : JOSÉ FERMÍN RODRÍGUEZ
Recuerde : imágenes a mayor tamaño si hace click sobre ellas).
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