Lo primero, urgente, ineludible es llenar ya al máximo posible "Campo Pequeno"...

tribuna da tauromaquia )

Recta final. Primera corrida de la temporada en "Campo Pequeno" es ya este jueves noche. Y todos los analistas taurinos están de acuerdo : es fundamental que en este corrida y en las otras tres a celebrar después, las bancadas registren una gran entrada. Lo hemos explicado con todo detalle, incluso en un editorial (leer aquí).

Está en juego el futuro de la Tauromaquia en Lisboa. Suena fuerte decir eso, pero es la realidad. Quienes no piensan, ni analizan la realidad de los hechos (leer también aquí) se creen que esto de decir que está en juego el futuro del Campo Pequeno como escenario de corridas de toros, es una maniobra, una treta, para favorecer al empresario actual de las touradas lisboetas, metiendo el miedo a la gente... Nada más lejos de la realidad; y esta no es otra que la grave, muy grave situación actual, donde el futuro de las corridas de toros en Lisboa (Campo Pequeno) pende poco menos que de un hilo...

No se trata, pues, lo de este jueves y lo de los otros 3 jueves de corridas de toros en este 2022 en Lisboa... de algo sin mayor trascendencia. Todo lo contrario... ha llegado la hora de la verdad; o se muestra interés porque Lisboa sea escenario de corridas de toros cada verano, o... la desistencia de los aficionados llevará a quienes están deseando tener disculpa... a cargarse para siempre las corridas de toros en Campo Pequeno. 

Solamente una presencia activa, rotunda, en las gradas de la plaza lisboeta, llevará a pensárselo dos veces antes de tomar una decisión, a quien tiene la sartén por el mango en este asunto. Por tanto : no valen los lamentos después. La primera burrada (asneirada) ya la protagonizaron los "agentes" taurinos portugueses, no luchando a brazo partido, no ofreciéndose en su momento, para concurrir en tiempo y forma para hacerse con la gestión global del Campo Pequeno (cayendo así esta en manos de Covões & cía). La segunda burrada sería ahora no responder por parte de los aficionados, a la llamada, en solamente 4 corridas, para llenar lo más posible la plaza lisboeta y crear así un estado de conciencia de que la Tauromaquia no puede ser aplastada, erradicada, aniquilada, por el capricho-decisión de quien debería conservar, cuando menos, un mínimo de respeto a lo que es y representa el monumental edificio que ha caído -en forma de gestión global- en sus manos.

Vamos a ver qué pasa, pero la hora de la verdad para los aficionados lusitanos ha llegado. No es solamente el futuro de la Tauromaquia lisboeta lo que está en juego, es una parte muy importante de la propia tauromaquia lusitana.

No se puede ya decir, ni explicar más alto, ni más claro... ¡Que cada palo aguante su vela!.