Otra vez Juanito. No quedándose atrás de dos rivales que llevan más años, más experiencia y que son toreros hechos y derechos. 3 orejas, una en el primero de su lote, dos en el segundo y... salida en hombros en Higuera la Real, junto a los consagrados Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera.

Otra vez Juanito. Lo suyo no es una ilusión, una quimera, un cuento... es toda una realidad, palpable, constatable, hermosa, muy hermosa. Juanito es el torero de moda, en Portugal; pero también en España. Porque allá donde va lo da todo. Y en ese todo está la clase, la categoría, los excelentes oficios que muestra.

A Juanito le están saliendo muy bien las cosas. Lo tiene merecido, porque su trabajo es a conciencia, sin concesiones. Y como torero tiene unas excelentes condiciones innatas. Su éxito de Higuera la Real es una advertencia al resto de los toreros que con el compiten, de que no se va a quedar atrás, que va a ir triunfo tras triunfo, a poco que los toros ayuden.

En Higuera la Real, Murteira Grave -que parece atravesar un excelente momento como ganadería de prestigio que además es- echó una corrida de toros muy interesante. Tanto que parte del público hasta pidió que se indultase -cosa que al final no se hizo- uno de los toros en juego. Acabó siendo premiado con la vuelta al ruedo mientras otros dos ejemplares salidos de "Galeana" eran fuertemente aplaudidos en el arrastre. Curiosamente, Perera y Juanito habían estado tentando en la finca de Galeana en la misma semana en que este festejo de Higuera la Real se ha despachado con un éxito notable de los 3 toreros, la ganadería, el empresario... y el gran ambiente creado, entre un público en donde había muchos portugueses.

Y es que, como sucedió en los tiempos iniciales de Vítor Mendes, como sucedió en el tiempo de "explosión" de Pedrito de Portugal, ahora, en el despertar de otro gran torero, Juanito, son muchos los aficionados lusitanos que sueñan con volver a tener en el primer plano de la actualidad taurina mundial otro torero de empaque, capaz de arrastrar tras de si a cientos y cientos de aficionados portugueses por esas plazas de España en donde le toque actuar.

Se reúnen así casi todas las condiciones para que el "fenómeno Juanito" cuaje. Por medio quedará la prueba que tarde o temprano, desgraciadamente llegará : el cómo reaccionará Juanito cuando reciba una cornada más o menos seria, que le tenga apartado de las arenas un cierto tiempo... Ojalá que esa cornada no llegue nunca. Pero lo más probable es que tarde o temprano llegue, porque así es casi siempre en la trayectoria de los toreros. El cómo responderá Juanito a la adversidad, si esta llega, es una clave también importante, para saber de qué madera está hecho. Si llegada la desgracia -y vuelvo a repetir, ojalá esta no llegue- Juanito supera la auténtica prueba de fuego, no les quepa la menor duda que podemos estar ante una gran figura del Toreo. Porque el resto, sus condiciones, sus aptitudes, su capacidad para instrumentar buenas faenas, su enganche con el público, su plasticidad en el Toreo que traza... casi todo lo demás ya lo hemos visto y es altamente positivo. Y si llegado el momento, un percance no le frena, le hace volver aún más fuerte, estaremos ante un caso serio, muy serio de torero importante, de más que posible figura del Toreo.

Es todo un largo camino el que hay que andar. Nada fácil. Donde nadie le va a regalar nada. Pero tiene un doble apoderado, personajes que saben de esto del Toreo un rato largo. Uno, porque fue torero valiente, importante y al que la desgracia truncó. Nadie mejor que Rui Bento Vásquez para mentalizar, preparar y convencer a Juanito, para que este sepa -si la desgracia temporal un día llama a la puerta- hacer de tripas corazón y pisar cada vez más firme y fuerte, no dejando en momento alguno que cualquier adversidad mine lo mucho que ya está logrando.

Entra Juanito en la recta que lleva a la gloria del Toreo. No basta hacerlo bien, cosa que el bien sabe hacer. Es necesario ser consciente de lo que representa estar, un día, y otro, y otro... delante de la cara de un toro, del que nunca se sabe bien qué cosas encierra. No basta ser valiente, capaz, brillante con el capote y la muleta... hace falta ser además de inteligente, sabio : aprender cada día, cada hora, cada minuto... porque el objetivo también ha de ser intentar que la carrera del torero esté exenta lo más posible, de sobresaltos, de cogidas, de disgustos... Hay que intentar permanentemente, en el binomio que forma un torero y un apoderado -en este caso dos-, que el diestro no se instale en la temeridad y sí en el raciocinio, en un proceder sensato que en modo alguno debe de ser confundido con falta alguna de valentía. Y es que cuando la valentía se transforma en temeridad, no estaremos ante el torero inteligente y brillante; estaremos ante el torero necio. Y de los buenos consejos y el adecuado apoderamiento a Juanito debería de surgir ya, cuanto antes, su consagración no solo como torero brillante, sino también como torero realmente inteligente.

La lucha continúa para Juanito. El camino hasta llegar a la cumbre del Toreo es muy largo. No desfallecer será importante. Pero hacer las cosas bien, como diría el maestro Antoñete, será fundamental en todo instante, desde que el toro salta al ruedo hasta que el acero lo pasaporta. La grandeza del Toreo está precisamente en la exigencia mayúscula que los toreros tienen : cada instante, cada segundo, cada momento en la plaza demanda atención suprema, concentración máxima... Y para llegar cada tarde de actuación a ello, no vale quererlo, hay que posibilitarlo antes con una preparación adecuada, con una vida intensamente volcada y ordenada por y para el Toreo, cuidándose al máximo, descansando al máximo, preparándose al máximo...

EUGÉNIO EIROA