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Barrancos es auténtica clase aparte. Es lugar único. Es tierra que es Portugal, sí, jurídicamente; pero que en realidad no se sabe muy bien qué es... Portugal+España+Universo... porque los barranqueños (barranquenhos) antes que nada son universales. Unas gentes tan singulares, un pueblo tan especial que... solamente son ellos, inimitables, inconfundibles, irrepetibles.
Barrancos, cada año, cuando agosto agoniza, se viste de fiesta. El toro es gran protagonista. Y ellos, solo ellos, Barrancos, son el único lugar en Portugal que disfruta del derecho de acabar las faenas en el ruedo, de poder matar al toro. Lo defendieron contra viento y marea hace años, resistieron los acosos de foráneos que pretendían imponer allí lo que no era tradición. Barrancos y los barranquenhos vencieron, hicieron valer sus derechos históricos, la importancia de sus tradiciones... Jamás volvieron a dar la murga los fanáticos anti-taurinos. Barrancos hace años que vive en la más absoluta normalidad, la que cada año, al final de agosto, lleva a celebrar fiestas mayores y en ellas sus tan singulares festejos taurinos. ¡Y pobre de quien contradiga... a quienes en Barrancos son y están!. ¡Viva Barrancos, qué caray!.
Estuvimos en Barrancos 2023. No podíamos faltar.
Como el único torero portugués en estoquear un toro en su suelo nacional esta temporada, Nuno Casquinha fue recompensado con dos orejas en Barrancos el pasado jueves por la tarde.
En la tercera y última de las llamadas 'corridas del muerte' que tradicionalmente se celebran en la villa fronteriza cada mes de agosto, Casquinha y su cuadrilla ofrecieron una faena excelente frente a una multitud que llenaba la plaza central del pueblo.
El propio matador de toros y el banderillero João Pedro Silva 'Açoriano' compartieron responsabilidad con las banderillas, cada uno colocando un muy buen par.
El toro era uno de los cinco de la cercana ganadería local Couto de Fornilhos que este año se utilizaron en los festejos taurinos de agosto, en Barrancos.
Otros cuatro matadores de toros ya habían actuado en los dos días anteriores, antes que Casquinha: Eduardo Dávila Miura y Rubén Pinar, y Javier Jiménez y Francisco Lama de Góngora, todos ellos de España.
Estos festivales taurinos anuales son parte fundamental de las fiestas en Barrancos en honor a Nossa Senhora da Conceição.
Barrancos, con su práctica ininterrumpida del toreo al estilo español, es como una anomalía en Portugal. El pueblo goza de una excepción oficial a la ley portuguesa que desde 1928 prohíbe la muerte del toro en el ruedo, y así, cada verano, organizan una serie de festejos que mantienen intacta esta costumbre.
