Marco José) Retirarse por esa puerta grande de la dignidad que "El Sistema" no puede controlar...
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Este torero a caballo, nacido en Caldas da Rainha, está celebrando -como puede- 30 años de alternativa y también su despedida de los ruedos. Está celebrándolos, casi a codazos, con la ayuda de una Comisión de amigos y admiradores que han reivindicado para el -con toda justicia- al menos media docena de oportunidades en plazas portuguesas, para que el cavaleiro pueda irse con un mínimo de dignidad, pisando las arenas... donde no es ningún zopenco, ningún inútil, ningún hijo de papá, ni del rollo ese de las dinastías, etc. etc. etc.
A este torero a caballo, que se hizo a si mismo, de la nada, que fue un formidable autodidacta, aún se le recuerda en aquella finca alquilada en el Vale do Horto, a medio camino entre Leiria y Batalla, formando, domando, preparando todos los días, aquellos caballos sin raza específica, cruzados, comprados con el muy poco dinero que tenía, en ferias y mercados, en aldeas perdidas... caballos que eran luego transformados en caballos toreros, desde una paciencia sin límites y una gran visión sobre cómo hacerlo eficazmente... todo con la única ayuda del único empleado (¿"Minhoca?) que Marco podía sostener...
Aquella admirable labor de preparación de sus propios caballos desde la nada, en las tierras entre Batalha y Leiria, cimentó los pilares de la carrera como torero a caballo de este hombre, entonces un joven soñador... La ayuda del que fue su apoderado, José Angostinho dos Santos (que en gloria esté), fue muy importante... y no debe olvidarse. Pero un dia, fulminado, Agostinho dos Santos murió. Y con ello, enseguida, sobre la trayectoria de Marco José aparecieron ciertos "cuervos" taurinos, dispuestos a ir "armadilhando" su camino... Ya nada fue igual, cada vez, año a año, las cosas se fueron complicando. Había despertado demasiadas envidias.
Que torease en las plazas al lado de los hijos de papá (dejándolos en evidencia) a los que sus progenitores compraba todos los caballos de pura raza, ya hechos y "aprendidos", que fueren menester... no estaba demasiado bien visto...
Tardaron unos años en culminar la marginación. Mientras, Marco José se casó, se trasladó -con sus caballos- a vivir en Évora. Y fue entonces cuando "el Sistema" arreció en la lenta y soterrada operación para irle echando poco a poco de "los circuitos taurinos", cerrándole la puerta de algunas plazas primero y ya finalmente casi de todas...
Una injusticia tremenda. Claro que... Marco José no es el único en ser víctima de "El Sistema". Pero lo cierto es que, contado de modo muy abreviado, así ha sido...
Por eso, en cuanto alcanzó los 30 años de alternativa, con honestidad, con la cabeza muy alta, propio de quien tiene altas, muy altas, su dignidad y autoestima... Marco José se planteó dejar de ser cavaleiro en plaza. Y retirarse. Dar de modo elegante -como el siempre ha sido y es- un portazo, cerrar la puerta, su puerta. No le echan, porque no pueden echarle realmente; se va el, ahora, en el momento justo que el ha querido. Ha sido su respuesta a "el Sistema".
Solo que... ni siquiera le dejan irse tranquilo, en plenitud... ni siquiera sirven para ser hipócritas : ¿cuántos empresarios, cuántos agentes taurinos, sabiendo desde hace casi un año que Marco José se iba... le han llamado para contratarle en sus plazas?, ¿cuántos...?. Alguno aún decía que Marco era un torero que no pintaba nada en sus plazas, donde solo toreaban cavaleiros de categoría... ¡pobre desgraciado y encima mentiroso!, ¡en qué manos anda la Fiesta en Portugal!.
Y es así cómo Marco José se está despidiendo donde realmente puede, no en todos los sitios que bien querría, apenas en alguno que otro y en dos o tres plazas portátiles.
Un memo escribía en redes sociales estos días que era una vergüenza que Marco José vaya a torear en Rosário en una portátil, como parte de sus actuaciones de despedida. Pero este botarate no lo decía como recriminación a quienes han dado de lado a Marco, como recriminación hacia "el Sistema"; lo decía como si fuese vergonzoso para Marco José actuar en una portátil... cuando la realidad es que a Marco no le queda otro remedio, porque si así no fuere, solo le quedaría despedirse en dos o tres plazas fijas y... gracias.
Es así cómo se está yendo Marco José. Con la cabeza muy alta. Con una actuación anoche, en Caldas, que -salvando las distancias y sus actuales circunstancias- nos recordó por momentos sus buenos tiempos, metiendo el caballo por donde otros no lo meten, toreando de frente, dando la cara, las ventajas al toro, para provocar la emoción en los tendidos, enganchando a la grupa un ejemplar estupendo de Veiga y haciendo que el público disfrutase, que para eso pagaron la entrada...
¡Qué pena que la Fiesta a Caballo en Portugal tenga tanto de clasista, aunque traten algunos de torpemente disimularlo!.
No se perdonan trayectorias con enorme mérito, recorridos ejemplares, ven enemigos en toreros hechos a si mismos, a los que a codazos se les va dejando fuera de los carteles... mientras los hijos de los pudientes continuan ocupando lugares, como si estuviese escrito y ordenado quienes pueden ser toreros a caballo y quienes no, dependiendo de donde vengan...
Anoche, en Caldas, Marco José nos hizo recordar en la memoria de este cronista ya mayor, demasiado mayor tal vez para aceptar este estado de cosas, aquellos tiempos del Vale do Horto, aquellas tardes en que le vimos trabajando con denuedo, mientras los pajaritos del estío iban y venían en las ramas de los chopos de aquel hermoso -y humilde- lugar que tenía una placita de entrenos hecha con tablones y traviesas de madera desmontadas de la ferrovía y así reutilizadas para poder ahorrar en la infraestructura.
Anoche, en Caldas, toreando Marco José en la arena, recordamos tanto y tanto de aquellos veranos de aquel entonces, con nuestros paseos al atardecer entre frutales en las tierras de Alcobaça, asistir a la misa del anochecer en la capillita de A Golpilheira, pasear por São Jorge y la campa inmediata de Aljubarrota, ver romper el Mar en la praia do Salgado mientras el sol se ponía en lontananza, tomar de vez en cuando una cerveza con nuestro amigo, el veterinario de Batalha, que era también el que reconocía los toros en Nazaré... ¡qué tiempos tan diferentes a los actuales!.
La temporada 2025 avanza. Poco queda ya para que Marco José, lugar a lugar donde está programado -desgraciadamente también muy escasas oportunidades para ello le han dado- cumpla con el deseo que tenía : irse despidiéndose de los públicos que en su día vieron y comprobaron que fue un torero importante; de los que no abundan; de los que salen desde abajo, a pulso, sin financiación externa, sin favores, sin enchufes, sin las bendiciones de "El Sistema"... solo por eso, solo por haber contravenido y desafiado a "El Sistema", hay que sentirse orgullosos de este torero... Marco José, de Caldas, de Leiria, de Batalla, de Évora (de hace bastantes años para acá)... del universo taurino, pese a quien pese, moleste a quien moleste.
¡Gracias, torero comprometido y serio, hombre de dignidad y bien; la Tauromaquia ha sido más grande contanto contigo en sus filas, aunque necios, palanganeros y currinches nunca hayan sabido ni querido entenderlo!
EUGÉNIO EIROA
Fotos de ARAÚJO MACEIRA
en Caldas de Rainha (26-07-2025)



























