Cierre con lleno total en Acho y "Escapulario" para Sebastián Castella, saliendo en hombros con Roca Rey

U na gran faena, muy especial, muy rotunda, le dio el Escapulario. Dos reportajes especiales en el suplemento - revista de la TRIBUNA da TAU...

Una gran faena, muy especial, muy rotunda, le dio el Escapulario. Dos reportajes especiales en el suplemento - revista de la TRIBUNA da TAUROMAQUIA de este domingo (descarga gratis y seguro un ejemplar pulsando aquí), parece que le dieron suerte. Llegó embalado a Acho. Y salió no solo por la Puerta Grande junto a Roca Rey, salió impulsado para un nuevo tiempo, el de un Sebastián Castella recuperado al cien por cien como lo que siempre ha sido y es, una gran figura del Toreo. La Feria de Acho 2024 ya es historia; Sebastián Castella es su vencedor... así recibió el premio entrada la noche limeña tras la gran corrida que dejó el cartel de "no hay billetes" por si el gtran día fuese poco en lo mucho que realmente fue...

Empresario, vencedor de la Feria y Alcalde del Rimac

Sebastián Castella: una gran faena merecedora del escapulario en Lima
Salió en hombros junto a Roca Rey. Manzanares dio una vuelta al ruedo ante el quinto toro. Son telegramas de un domingo para la historia, con lleno total en la plaza y un formidable ambiente. Como en los viejos tiempos. Lima parece haber recuperado el rumbo taurino y alza su voz por derecho propio en América. Al empresario actual de la plaza de Acho corresponde buena parte del mérito...

Plaza de toros de Acho, Lima. Quinto festejo de la Feria del Señor de los Milagros 2024. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Núñez del Cuvillo, diversos de presentación variada, podría decirse que en cierto modo dieron un buen juego, destacando el cuarto de la tarde, de nombre ‘Novelero’, toro que fue premiado con la vuelta al ruedo.
• SEBASTIÁN CASTELLA, silencio y dos orejas
• JOSÉ MARÍA MANZANARES, ovación y vuelta al ruedo
• ROCA REY, dos orejas y palmas

Castella y el cuarto de la tarde

Con "Novelero", Castella se agarró a la gloria. Ante el cuarto de la tarde de Núñez del Cuvillo. Un toro al que cuajó Sebastián de principio a fin, en medio del clamor y los olés continuados de una plaza que daba a su vez gloria verla, atestada de público y con un ambiente como en los viejos tiempos. Ahí se mostró Castella poderoso, encajado, constante, deseoso de que el triunfo no se le fuese de sus manos, por lo que apareció en faena dominando todos los registros y -además- culminando su actuación con una estocada fulminante que acabó por arrancarle las dos orejas al toro tras las decisión del presidente. Merecidamente salió en hombros Sebastián Castella junto a Roca Rey, quien tan esperado por su público limeño, no falló en su cita con Acho y paseó a su vez las dos orejas del tercero de la tarde.

Ya José María Manzanares malogró con la espada una buena faena al quinto de la tarde, toro tras el que dio la vuelta al ruedo. Tampoco Manzanares estuvo mal en el segundo, pero su faena acabaría empañada por una media estocada que no fue suficiente para una muerte rápida y efectiva, lo que enfrió a los aficionados con el toro acabando tarde en rodar al suelo.

Castella fue, al final y por decisión del correspondiente jurado, el mejor, el que mereció llevarse el escapulario del Señor de los Milagros y así resultar el vencedor de la Feria.
Castella de inicio dejó algunas verónicas a pies juntos de muy buena estampa. Comenzó su faena haciendo presente la emoción en sus acciones y ahí ya el respetable se enganchó al diestro y unidos graderío y artista parecieron ir en volandas hacia un final glorioso. Pases cambiados por la espalda, derechazos, redondos y un pase de pecho monumental.

Decía un espectador cercano : "tiene mérito lo que ha hecho; al toro lo cuajó por ambos pitones, siempre con clase, templando las embestidas e incluso -hay también que verlo- tragando parones del toro -que no faltaron- momentos de los que se dicen comprometidos y que ponen a prueba el valor de un torero...". Y era muy cierto lo que algunos comentaban en corrillos a la salida de la plaza porque cuando el toro aflojó y se vino a menos, Castella aún se creció, se vino a más, acabó ofreciendo aquel arrimón final, una serie en redondo y... entonces ya, con el clamor unánime, acabó el público mostrando e impresionando con lo que es la plaza de Acho puesta en pie.

Adornos y manoletinas finales antes de ir por el acero. De modo aislado, algunos pedían indulto del toro. Tomó la espada Castella, entró a matar, apareció la estocada fulminante, una estocada entera fulminante y... las dos orejas del de Núñez del Cuvillo que se iba luego en arrastre dando la vuelta al ruedo en medio de la muy cerrada ovación del público.