Siguen los análisis, las reacciones, tras la catástrofe de OneToro TV. Desde México llega alguna de ellas. Y con todo detalle es el análisis que ha realizado LUIS CUESTA, desde "De SOL y SOMBRA". Dice así :Instagram

En los últimos días la empresa Onetoro TV se ha convertido en una verdadera caja de Pandora. Primero se disparó en el pie con un lamentable comunicado donde informaba a sus suscriptores que no transmitirían las ferias de San Miguel de Sevilla y la de otoño de Madrid. Pero la realidad de la debacle es la siguiente: La plataforma de streaming tiene un ‘boquete’ de 12 millones de euros y lo más seguro es que la mayoría de sus suscriptores no volverán a ver su dinero.

Otra de las razones que manifestaron en su comunicado es el tema de la piratería. Y aquí es donde habría que preguntarse: ¿Qué culpa tienen los suscriptores de la piratería?, ¿Dónde queda la seriedad de una empresa que decide castigar a sus suscriptores por no poder poner orden en su propia empresa?, está acción arbitraria, ruda y descortés me parece que es una razón de suficiente peso para que sus suscriptores cancelen inmediatamente todos sus planes y exijan la devolución de su dinero de manera inmediata, porque después les será aún más difícil recuperarlo.

La razones de la caída de Onetoro no son nuevas, se han venido reportado en distintos medios en el presente año y comenzaron a principios de la temporada, cuando se dieron a conocer los primeros tropiezos del fallido proyecto. Todo inició cuando el empresario alemán Moritz Roever, al que le duró menos que un juguete chino el entusiasmo por la emisión de toros por televisión, se bajó del proyecto dejando al frente a los empresarios españoles Luis Garzón, Matías de la Puerta y Nacho Moreno de Terry.

Los nuevos empresarios en cuanto asumieron todo el control, decidieron que tenían que generar ingresos rápidamente para reducir las pérdidas y aumentaron los costos de suscripción, así como los costos para difundir en otros medios resúmenes de los festejos. Tendido Cero de TVE informó que el costo en el presente año pasó de 300 a 900 euros y por esta razón el histórico programa se quedó sin imágenes.

Otro problema serio fue el tema de las subvenciones, fuentes cercanas a la empresa han señalado que la empresa tenía contemplada una subvención importante del fondo “Next Generation”. Pero finalmente esta subvención que estaba relacionada con la digitalización, les fue denegada desde Bruselas.

One Toro TV también ha mencionado en su comunicado que “El público objetivo dispuesto a pagar por este contenido, nunca llegará a generar los ingresos necesarios para cubrir las cantidades desorbitadas que se exige el sector taurino, ya que los precios que el sector pretende cobrar en concepto de derechos de imagen no se ajustan a la realidad”, admitiendo un error de cálculo financiero, ya que los precios que el sector les cobra actualmente eran conocidos por la plataforma desde finales de 2022, cuando realizaron un minucioso estudio de mercado que les otorgó la viabilidad del proyecto.

Y para que el proyecto pueda flotar por lo menos, Onetoro ha formulado un plan “B” que consistiría en pagarle a los empresarios de las plazas simplemente por el número de clicks televisivos que obtengan con sus señales y que los derechos de imagen dependan directamente de la audiencia. Este nuevo nuevo modelo incluirá también a los toreros y ganaderos que participen de los ingresos que genera su audiencia. 

Un planteamiento que podría suponerse lógico, tomando en cuenta la actual situación financiera de la empresa, pero que seguramente los dejaría sin las grandes ferias, ya que no creo que el sector lo acepte.

Otro grave error de Onetoro fue intentar culpar a los aficionados mexicanos por el tema de la piratería, ya que México les aporta, después de España, el segundo lugar en cuanto al número de suscriptores. Pero sin especificar de dónde obtienen sus datos, en su más reciente comunicado aseguran que solo 1 de cada 20 aficionados en México ven el canal de manera legal o pagando una suscripción.

Culpar a un país como México de esa problemática con todo lo que este representa para el universo taurino, fue un error y demuestra la mala gestión con la que se ha conducido Onetoro durante la presente temporada.

Antes del desastroso comunicado los líderes del sector estaban enterados de la falta de liquidez de Onetoro para hacer frente al pago de los diferentes derechos televisivos adquiridos con las empresas,  Rosario Pérez del diario ABC publicó tras una conversación con el empresario de Las Ventas, Rafael García Garrido, que la televisión para la feria de Otoño estaba sentenciada, ante esto García Garrido amenazo que si Onetoro no pagaba antes del día 28 de septiembre, fecha límite para abonar las cantidades pactadas en el contrato de cesión, no habría televisión. Posteriormente Onetoro rompió con Pagés y toda la verdad salió a la luz.

Seguramente en los próximos días vendrá el verdadero viacrucis para los 53.504 suscriptores de Onetoro y este consistirá en que les devuelvan su dinero. Ya que la mayoría de los abonados ya habían adquirido el ‘Plan anual estándar’, disponible por un único pago de 149,99 euros. Y otros el ‘Plan anual premium’ por 224,85 euros que incluye la posibilidad de ver en 2 dispositivos y de forma simultánea los festejos. Y aunque la compañía estudia la posibilidad de devolver la parte proporcional en el momento en que se exija la baja, las condiciones económicas de Onetoro tal vez no lo permitan, ya que tras 17 meses de pérdidas los inversores privados de esta compañía, como lo explicó la propia empresa en su comunicado: “No estén dispuestos a seguir invirtiendo en el proyecto”. 

El crítico Zabala de la Serna puso el dedo en la llaga al explicar que “los taurinos siempre pensaron que la transmisión de las grandes ferias por canal Toros era un gran negocio para Movistar Plus+, cuando la realidad es que sólo el músculo financiero de Telefónica podía sostener las pérdidas anuales” y asi fue efectivamente, Onetoro no pudo sostenerlas y su futuro al de hoy es muy incierto.

Es lo que digo yo.