Crónica de NÉSTOR SEGURA

Pasó ya la tercera de Lisboa. Solo queda una y... con el lamentable panorama de solo poder utilizar Campo Pequeno cuatro veces al año, el que debería ser gran balcón de la Tauromaquia portuguesa, o gran ventana, se nos queda en poco menos que un ventanuco de mala muerte.
Es lo que hay, sí; pero ya que solo hay 4 oportunidades al año de dar toros allí, habría que ingeniárselas por parte de quien o quienes fueren, para no dejar pasar un año más a partir del 2025, sin promover 4 cartelazos de auténtica arromba... En el camino actual, poco se contribuye al resurgir con fuerza y urgencia que tanto se necesita de la Tauromaquia en Portugal.

Dicho lo que antecede, vayamos a lo habido este jueves noche en Lisboa. No se llenó la plaza, pero hubo una buena entrada. Era la despedida de Lisboa por parte de Rui Salvador. Y el cavaleiro de Tomar dejó su rúbrica sobre la arena del Campo Pequeno, con momentos emotivos y momentos brillantes, en dos faenas que tuvieron mucho mensaje. Así es que... ¡qué menos que esas dos vueltas al ruedo que el público obligó a dar tras el quinto toro al maestro!, ¡qué menos...!. Bonito también el gesto de sus compañeros de cartel llevándole medio a hombros, medio en volandas...

La despedida de Rui Salvador de Lisboa honró al Campo Pequeno y a la historia que encierra. 
¡Y pensar que se pretendía despacharle en una corrida de 6, con un solo toro...! ¡menos mal que nuestro director denunció aquello a tiempo, la tropelía que se pretendía con 40 años de historia del Toreo en Portugal (eso es Salvador)!. Menos mal que los que estaban errando, admitieron que cabía rectificar y se pasó al cartel de esta corrida celebrada ayer, en la que, ahora sí, Salvador pudo despedirse como merece su gran trayectoria que ha engrandecido al Toreo a la portuguesa, que es a lo que el se ha dedicado con entrega, pasión, brillantez y verdad, siempre verdad en todo lo que hacía en la cara de los toros.

La noche tuvo mucho de carga emotiva y gran compromiso por parte de Rui Salvador y por parte del público con Rui Salvador. Lisboa, la Lisboa taurina, honró -con su gran afecto mostrado- así a Salvador y Salvador, con su entrega y disposición para torear pisando terrenos de compromiso varias veces, honró al Toreo y honró a Lisboa. 
La historia ha terminado bien pero había empezado muy mal cuando aquel intento de colar en un adiós por la puerta de servicio al ayer tan homenajeado y abrazado por los propios que meses atrás pretendían despacharle en una corridita de 6, con un solo toro y abriendo plaza... Si rectificar es de sabios, bien está que, aunque con retraso, la iluminación llegase a las mentes sin visión adecuada de la realidad, de modo que pudiesen promover lo que Salvador realmente merecía y no una chapuza de tres al cuarto. De modo que bien está lo que bien acaba.

La noche deja apuntes de interés más allá del verdadero protagonismo de esta velada taurina, que no puede estar, ni estuvo nunca, más allá del adiós más o menos solemne de Rui Salvador. Por ejemplo : se pudo ver al Miguel Moura de la desgraciada muerte tan reciente de uno de sus caballos. El joven se sobrepuso al pesar que le inunda y aunque en uno de sus dos toros tuvo problemillas y un toque que afean la labor, no se puede ni debe ignorar que en el otro toro, Miguel estuvo muy importante, muy arriba en la faena llevada a cabo, con buen gusto, brillantez continuada y traslado de las necesarias dosis de emoción al público presente en la plaza que, como era lógico, estuvo muy cariñoso con el Moura III, que justificó de sobra estar en este cartel de corrida extraordinaria como era la despedida de Lisboa a cargo del maestro Rui Salvador.

El cavaleiro Francisco Palha protagonizó una noche de intermitencias y líneas quebradas en su quehacer sobre la arena. Toque -y de los fuertes- en su caballo no es nota precisamente positiva en el balance de este nuevo paso por Lisboa. Los toques, cada vez más en exceso, se están viendo constantemente en las plazas portuguesas. El hecho de que los toros vayan enfundados en su cuerna, no quiere decir que haya barra libre para que los cavaleiros se dejen alcanzar por los astados, en la confianza de que la mayor parte de las veces los caballos no sufrirán lesiones. Se está deteriorando el Toreo en Portugal con tanto toque y hay que censurar abiertamente que en las faenas estos se produzcan. Evitarlos en todo lo posible debería de ser premisa de los Toreros a caballo que actúan en Portugal. Piensen qué sería esto... de ir los toros sin fundas... a ver cuántos caballos salían ilesos.
Mala noche, en general, de Palha. Acelerado, obsesionado con el riesgo innecesario, debería repensar un poco actuaciones como la de este jueves y reordenar un tanto su Toreo. Es un cavaleiro muy valioso, muy importante, muy necesario en la Tauromaquia portuguesa, pero... parece como un tanto pasado de vueltas, necesitado de reflexionar, reordenar y recomponer su Toreo. El fervor, la adulación escandalosa, con que algunos se le manifiestan, puede ser tal vez motivo de excesos de confianza luego por parte del torero. Y esto, teniendo enfrente la siempre imprevisibilidad del toro, refleja un estado de cosas en las que será necesario recuperar y rectificar donde no se hagan las cosas bien, para consolidar finalmente el gran torero que en el fondo es -ya lo ha demostrado en múltiples ocasiones- este Francisco Palha, que sin duda tendrá así mejores días que este jueves noche en Lisboa.

El cavaleiro Rui Fernandes, todo un veterano ya con más mili que Cascorro, acertó a dejar importantes y buenos apuntes de su Toreo de calidad y del notable oficio que este torero a caballo atesora, momentos de importancia que no pasaron desapercibidos -imposible sería ante la evidencia- en uno de sus toros. Ya en el otro, evidente también resultó que hubo de todo como en botica y que la faena estuvo lejos de lo que este importante cavaleiro puede y debe hacer, aunque a veces -como también se comprende- no solo de el depende el éxito.

Los toros de António Silva cumplieron... buena presentación, buen juego (salvo antepenúltimo y penúltimo que mostraron ciertas condiciones de desinterés y mansedumbre); la mayoría exigieron esfuerzo notable a los cavaleiros y acabaron por examinarlos en cierto sentido, al mostrar que eran toros exigentes y que no eran borregos que seguían al tran-tran al caballito que se les ponía por delante. No fue mala, en cuanto a toros, sino más bien lo contrario, la noche lisboeta de esta recta final del mes de Agosto.

Forcados de Évora y Coruche se hicieron cargo de las pegas de la noche. 
João Madeira pegó por el grupo de Évora al primer intento, bien apoyado por los ayudas. 
Tiago Gonçalves pegó luego por el grupo de Coruche y con un primer ayuda excelente resistieron lo indecible para culminar a la primera tentativa. 
José María Passanha, del Grupo de Évora, necesitó dos intentos para pegar el tercer toro de la noche que fue complicado en la reunión y con derrotes notables. 
También João Formigo, del Grupo de Coruche, en el cuarto de la noche, necesitó de dos intentos para consumar la pega, tras mostrar el toro en el primero su agresividad que deshizo el intento de reunión. 
J. Cristóvao, del grupo eborense, se hizo cargo de la pega al quinto de la corrida, pega sin problemas, limpia y donde el toro acabó por colaborar.
Ya en el sexto de la noche las cosas no fueron fáciles para el coruchense forcado de caras, António Tomás; el Silva dictó su ley en la primera tentativa y fue en la segunda cuando con paso firme y muy decidido, Tomás acabó con sus compañeros de pega, bloqueando al animal. 
Ante un toro de 536 kilos, el cabo de los forcados de Évora, José María Caeiro, mostró que quien sabe, sabe... mucho oficio y ejemplo para sus discípulos; pegó a la primera, valiente, desafiante y certero; buena pega, técnica y valentía bien reunidas.
Cerró la noche de los forcados, João Prates, integrante del grupo de Coruche que no tuvo noche feliz, necesitando de hasta 4 tentativas, la última ya con la técnica del "casi todos a una" (ya nos entienden los aficionados) hasta lograr parar al astado, lo que el morlaco evitó con más o menos facilidad en las tres veces anteriores