Fotografías de MAGALY ZAPATA, en la TRIBUNA da TAUROMAQUIA. Prohibida la reproducción sin permiso expreso de la autora.

TRIBUNA DA TAUROMAQUIA 

CELENDÍN / LA PLAZA DE TOROS DE MADERA MÁS GRANDE DEL MUNDO.
La Plaza de Toros “Sevilla”, de Celendín (Cajamarca - Perú), la más grande del Mundo construida íntegramente de madera con capacidad para 10.000 espectadores y un ruedo gigantesco, de ahí que se diga que el de Celendin, en sus corridas de toros y novilladas es el paseíllo más largo del Mundo...


Corridas muy en serio las de Celendín...

Por mucho que el tradicional escenario no lo parezca...

Al ser la circunferencia del ruedo tan grande, no es de extrañar que en los abigarrados graderíos de madera se concentren hasta 10.000 personas...

Siempre un ambiente impresionante

Las vueltas al ruedo con el torero a hombros se convierten en manifestación popular

El arrastre del toro...

El triunfo de Juan del Álamo

La periodista Magaly Zapata tomando fotos, en todo lo alto de las gradas

Un paseíllo de una enormidad de metros y pasos hasta llegar al otro lado de la plaza

Por fin se rompe el paseíllo y saludan al inteligente

Flexiones cuanto antes

Cada toro se anuncia con una impecable cartelera que da la vuelta al ruedo

Magaly Zapata retransmite con su voz y los operadores-cámaras que la acompañan, desde allá arriba... y como no puede entrevistar cara a cara a los toreros, que están abajo, tras las faenas un ayudante porta un teléfono abajo, Magaly llama al ayudante y el ayudante pone al teléfono al torero al que Magaly acaba finalmente entrevistando por teléfono... imaginaci´ñon al poder

"Dime, Magaly, dime...", refiere un amable Juan del Álamo, entrevista con la técnica made in Celendín... ¡Y funciona perfectamente el asunto!

En primer plano, los corrales; lo único que no es de madera

Los corrales, al lado de la plaza, claro está, sobre ellos, asistiendo al sorteo, varios taurinos...

Por las mañanas, antes de las corridas que son por la tarde, los toreros (Juan del Álamo) dan clases ilustrativas del Toreo, a los niños...

Clases para los infantes....


Animación antes de comenzar las corridas

El graderío más inferior tiene las vistas condicionadas por las maderas horizontales, pero de vez en cuando el toro mete por allí los hocicos, da un resoplido y... la gente se emociona

Es hora de ir entrando en la plaza

Banda de Música de auténtico lujo


Otro paseíllo que llega al final

Paseillo bien ancho, bien largo, bien a gusto...

El alguacil pregunta al director de lidia...¿estamos listos?...

La banda de música y las majorettes, exhibiéndose

Impresionante lo del ruedo, pero impresionantes también los atestados graderíos


Llenos apoteósicos....

Y así tarde tras tarde...




En gesto de agradecimiento que emociona a los presentes, el torero besa la arena

El español Juan del Álamo y el peruano afincado en España, Joaquin Caro

Vueltas al ruedo suelen ser apoteósicas

Golosinas para niños, a la puerta de la plaza

Los burladeros de la plaza. Y en uno de ellos, la autora de este reportaje

Magaly Zapata, corresponsal de la TRIBUNA da TAUROMAQUIA en América, e integrante de nuestra Redacción desde el primer día, como en su tiempo formó parte del anterior proyecto periodístico taurino que tuvimos durante no pocos años en marcha. Un ejemplo de amistad y de esfuerzo, pero igualmente un ejemplo de conocimientos taurinos de primer órden, una pasión desbordante por la Tauromaquia; Magaly Zapata es todo un personaje en el mundo de los Toros, siempre respetada y altamente valorada por los taurinos de verdad, honrándonos -indudablemente- con su presencia en la TRIBUNA da TAUROMAQUIA IBÉRICA.

La plaza de quita y pon y a su lado, los corrales fijos hechos en cemento.

Paisanos de la comarca, tan aficionados a los toros, a la espera de la corrida, luciendo el sombrero típico

Comes y bebes alrededor de la plaza. No ofrecen "bifanas" ni "finos", pero sí otras "iguarias" y bebidas



Preparativos para la retransmisión desde Celendín

Porta gayola en Celendín

¡Que Dios reparta suerte : vamos p´alante!

Mucho antes de comenzar la corrida, los tan originales graderíos se van poblando... La “Sevilla” se forma con palcos de tres pisos, hechos con palos, que conforman un enorme ruedo de más de 100 mestros de diámetro. Son alrededor de 400 palcos los que se construyen en madera, que se adquieren con anticipación, para poder acudir en familia a los festejos taurinos −espectáculo imprescindible en Celendín− que suelen comprender cinco tardes de Toros...


CELENDIN VIBRÓ, CARO Y DEL ÁLAMO SE REPARTIERON 8 APÉNDICES INDULTO INCLUÍDO

Por Magaly Zapata
Es impresionante sentir vibrar los maderos y más aún diez mil almas que al unísono pedían trofeos y también indulto. La de hoy fue una tarde triunfal en la que el novillero Joaquín Caro -2 y 2 más rabo simbólicos- y el diestro español Juan del Álamo - 2 y 1- salieron a hombros acompañados de niños y adultos.
La clave de la tarde más allá del buen toreo y capacidad para aprovechar o estar por encima de las condiciones de sus lotes, fue refrendar con la espada lo bien hecho con la muleta. 3 de 3 estocadas que hicieron rodar astados porque el último fue el indultado del hierro Campo Bravo que fue bueno; al primero le dieron la vuelta al ruedo y fue de San Simón como el segundo; el tercero correspondió a Monte Carmelo.
Juan del Álamo tuvo en su primero un buen astado de San Simón que le permitió recrearse en algunos muletazos y nos dejó paladear el buen toreo. Temple y cadencia, bien reunido, suavidad y firmeza. Tras rematar en una serie con el de pecho perdió la cara del toro al mirar al público, el toro lo siguió y lo levantó por los aires cayendo de mala manera, con golpe en la frente y semi noqueado fue levantado por sus compañeros pero pronto volvió a la faena. Despachó a la primera y con rotundidad le pidieron doble apéndice. En su segundo, un Monte Carmelo que no se terminó de entregar a su muleta, que iba gazapón le ganó la iniciativa cruzándose y templándolo a su paso. Fue la espada la que hizo que le concedieran una oreja más a su cuenta personal.
Joaquín Caro venía imantado con el último desde que lo vio en chiqueros y me lo comentó en la jornada matinal con los niños. Pues le tocó buen novillo de Campo Bravo que a la postre tuvo mayoritaria petición de indulto y que le valió la concesión de dos orejas y rabo que no pudo pasear porque los toros arrastrados ya no estaban. Con ese lanceó a gusto con el capote por verónicas y también por chicuelinas y se le vio además a gusto
en las banderillas poniendo el tercer par por los adentros y al quiebro. El público encendido en aplausos. Con la muleta no se guardó nada. Desde un torero inicio hacia los tercios, firmó un trincherazo de cartel, templando con suavidad por abajo, hasta cuando hábilmente le dio pausas y cambiándose de terreno lo hizo ir a los medios por muletazos templados con ambas manos, me quedaron tres naturales largos y profundos que junto con el trincherazo inicial van mostrándonos que empieza a poner la técnica al servicio de su expresión torera y eso es lo que trasciende. Acortó un poco distancias pero el novillo seguía desplazándose, sus virtudes fueron la nobleza y fijeza, no así la boyantia de irse rebosando hasta atrás de la cadera, más bien fue acortando sus embestidas. Fue cuando hizo cambiados por la espalda y circulares invertidos. El público estaba encantado con sus embestidas y con el bien torear del peruano que cuando se perfiló a matar al unísono gritaban que no. Demoró el juez en dilucidar y el novillero seguía toreando y el novillo empleándose noble con alegría. Finalmente se indultó. En su primero aún cuando cortó orejas, el novillo parecía algo reparado de la vista porque se iba sin ver capotes y directo al caballo. De ahí que la faena la hiciera más en cercanías donde veía y se empleaba sin molestar. Un espadazo entusiasmó al graderío y pidieron con fuerza la segunda.
Con un total de 8 apéndices, 7 orejas y rabo concedidas, de las cuales se pasearon 5, y los dos toreros a hombros y sobretodo con el público feliz, muchos en el ruedo acompañándolos en su salida y otros sin abandonar los maderos fue que concluyó la tercera tarde en Celendín, de manera triunfal. Merecido.