Marcelo Mendes sabía que se la jugaba en Figueira da Foz, que no es una plaza portátil, ni el público es el de una portátil precisamente... Y salió dispuesto a todo, a poco que el toro sirviese, a decir que está aún en momento de reconducir su carrera, un tanto alicaída en los últimos tiempos. Mendes aprovechó muy bien la oportunidad del solo toro que le tocó en suerte. Fue una faena donde nada faltó. Donde hizo las cosas bien aunque alguna precisión en un algún momento puntual faltase, producto de la falta de actuaciones que este torero a caballo vive actualmente. Pero en general, la actuación de Marcelo Mendes estuvo a buen nivel, alto, dejando una muy grata impresión en el Coliseu Figueirense.