Por Eugénio Eiroa, texto y Araújo Maceira, fotos, en la plaza de toros de Nazaré.
LOTAÇÃO ESGOTADA
Nunca hay fiesta perfecta. Tal vez porque algún cenizo que con el lleva el mal fario andaba suelto por allí y acabó por atraer, con su presencia, la lluvia. Tal vez. Los pronósticos meteorológicos hablaban de un pelín de lluvia a mediodía del sábado pero por la tarde y noche ya nada de nada -decían-. Y... fue al revés. Llovió en la corrida, lluvia fina, de verano, pero que moja, ¡vaya si moja!, que se lo pregunten a quien estaba en el callejón o en la barrera, contrabarrera y primera fila de la plaza, que se pusieron como sopas. Pero bueno... el resto del público, la inmensa mayoría, gracias a esta plaza estar cubierta en lo que se refiere a los dos pisos de graderíos que tiene, no se mojaron. Imaginen que esta corrida hubiese sido en la plaza de Caldas da Rainha, por ejemplo... se habría mojado tudo el público. En Nazaré, el 85% de los presentes no se mojaron en absoluto; pese a que comenzó a llover cuando Bastinhas ya llevaba rato lidiando el primer todo, casi al final de su faena; y solamente paró cuando Rouxinol Jr. encaró el último toro de la noche... Fue una especie de niebla, de nubes bajas con agua que rozaban al pasar el techo de la plaza, pertinaz lluvia final, "calabobos", y hasta un ligero vientecillo desagradable que trataba de esparcir las finas gotitas de agua hacia el interior de la plaza...
Pero bueno, ya hemos hablado demasiado del tiempo, que -siendo asíduos de esa plaza desde muchos años atrás- no recordamos una noche de verano y toros, con tanto tiempo seguido de lluvia -aunque fina o muy fina- cayendo. Ya hemos hablado demasiado de ello.
FORMIDABLE AMBIENTE
El ambiente alrededor de la plaza era formidable previo a la corrida. Nos alegramos mucho de ver allí, en los aledaños de la plaza, al ahora medio-empresario de las 4 fechas taurinas del "Campo Pequeno". Nos vio claramente de frente y a escasísima distancia... pero de repente se giró para entregarse en brazos de un tercero y poner así tierra de por medio, cuando íbamos hacia el directos a preguntarle por su estado de salud -toda vez que alguien nos había hablado estos días, de que andaba a vueltas con una pneumonia. Nos alegramos de verle allí, señal de que el padecimiento, o está superado, o no llegó a serlo-. Una pena no haber podido darle una palmadita en la espalda al amigo Pombeiro, pero en fin, parece que al vernos sintió una incomprensible necesidad de tomar el olivo, cosa que no entendemos porque su estima y afecto por nosotros parece incluso haberse intensificado en los últimos tiempos...
Había gentes muy diversas, muy variopintas, muy animadas en todo caso a vivir una gran noche de Toros. Las últimas entradas que quedaban se vendieron en una exhalación antes de las 22:10 horas. Justo entonces fue cuando un empleado de taquillas apareció con unos visibles letreros, para colocar en el frontal de la plaza, que decían el clásico "lotação esgotada".
LUIS PIRES Y LOS OTROS VALEDORES DE LOS ARTISTAS
Un forcado de los Amadores de Coimbra preguntaba dónde está Luis (Pires dos Santos). Porque al final, Luis Pires no se vistió -en plan conmemorativo- de forcado, con el grupo, "su" grupo, del que se había despedido como cabo años atrás en esta misma plaza de Nazaré. Pires, al torear su poderdante Bastinhas, tenía que estar muy atento a esto, que es su ocupación fundamental actualmente, además de promotor de corridas. Pero los Amadores de Coimbra, que cumplen 20 años en esta temporada, "sus" Amadores de Coimbra, no olvidarían luego a Luis, en el curso de la corrida, brindándole la pega de uno de los dos toros a los que hicieron frente, fundiéndose con su antiguo líder en un emotivo abrazo final.
Situado Pires en escena en el callejón, con chaleco azul marino, con el membrete del cavaleiro Bastinhas en el pecho, habría que completar la foto de los situados en la proximidad de los artistas, recordando la presencia de Ricardo Levesinho, apoderado de João Ribeiro Telles Jr., así como el padre de este cavaleiro y el pariente Tristão R. Telles. Ya en el caso de Rouxinol Jr. tuvo el respaldo de su padre, Luis; su apoderado, Rui Bento... Los grupos de forcados tenían el respaldo y consejo de sus respectivos cabos.Y por la integridad del ganado a lidiar veló el popular empresario taurino y representante de la ganadería de Varela Crujo, José Luis Zambujeira.
Un ambientazo, un llenazo que se veía venir. La Banda de Música procedente de Azambuja trató de entretener a las pobladas gradas desde media hora antes del inicio. Pero estuvieron un poco cutres, solo tocaron un pasodoble previo en esa tarea de entetenimiento. Eso sí, llegadas las 22:15, la abarrotada plaza comenzó a exigir que se cumpliese con la hora de inicio. Y se cumplió con solo 2 minutos de retraso, cuando la Banda, ya oficialmente, abriría la noche taurina propiamente dicha, interpretando los primeros acordes del Himno de María da Fonte (se cumplió en Nazaré, una vez más, escrupulosamente con la tradición que eso supone). La misma Banda -aquí no hacen falta dos, ni inventos de ese tipo- se encargaría de cerrar, al final de la noche taurina, interpretando el Himno Nacional de Portugal que fue cantado por los presentes en la plaza.
Bastinhas salió de la plaza en hombros de los entusiastas de la foto. |
Impresionante aspecto de la abarrotada plaza |
...pese a la lluvia, no dejó de ser una noche muy importante en Nazaré |
FOTOS de ARAÚJO MACEIRA, prohibida la reproducción total o parcial aún citando su procedencia.
MOMENTOS DE MUCHA CALIDAD
La lluvia, me parece a mi, acabó por transformar la noche taurina en algo raro. Ver a Rouxinol Jr. con el pelo y la casaca empapados durante su actuación, pues qué quieres que te diga... como espectador te descentra algo, no hay duda; aún así : la corrida tuvo momentos de mucha calidad. Los tres cavaleiros lo dieron todo. Solamente condicionaron, en algunos casos, los toros; pero tampoco puede decirse que los toros de Varela Crujo saliesen malos... tuvieron matices, matices que complicaron puntualmente las situaciones por ellos protagonizadas... pero en general fue un buen encierro,
Vamos a ver : hubo tres toros realmente buenos. Y ello permitió ver tres faenas realmente buenas, más bien muy buenas, a cargo de cada uno de los tres cavaleiros.
EL PEOR TORO PARA ROUXINOL JR.
Rouxinol Jr. tuvo una buena faena, por ejemplo, mientras que en la otra puso toda la carne en el asador, pero el toro no reunía, no culminaba llegado el momento de rematar clavando las suertes, se paraba en el momento final en su viaje... lo cual era desesperante, porque el torero (Luis Jr.) lo intentaba todo, trataba de buscar la culminación correcta de la suerte pero el toro no estaba por ello... este fue el toro peor de la corrida desde nuestro punto de vista. Ya el otro toro de Rouxinol dio juego y el chaval lo aprovechó perfectamente, estuvo exhuberante en entrega y codicia y trató de decirle al público estoy y estaré siempre muy agradecido a ustedes... Mostró que es un torero cuajado, con recursos y válido en cualquier circunstancia.
EL MÁS PELIGROSO, PARA JOÃO RIBEIRO TELLES
João Ribeiro Telles Jr. salió en Nazaré, como había prometido, a dar todo y más. Y lo hizo, sin reservas de ningún tipo. Pero uno de los toros que tuvo enfrente le salió complicado en exceso. El astado tenía un fondo entre enrazado y enrabietado (que no es lo mismo) y acabó resultando que mostrando más de lo segundo que de lo primero, trataba cada dos por tres de buscarle las cosquillas al caballo y al jinete que le estaban toreando. Eso se tradujo en un par de ligeros toques al caballo de João Ribeiro Telles y algunos forzados desajustes en la faena del buen cavaleiro.
Pero ya en el otro toro, JRT estuvo pletórico, por momentos una máquina, ajustó al máximo los encuentros con el astado, en espacios de escasos centímetros culminó las suertes, dio emoción, técnica, brillantez en suma, a las acciones en el ruedo, el público vibró mucho y se puso en pie en diversos momentos, mostrando ostentóreamente su agrado con lo que estaba viendo.
MARCOS BASTINHAS : DEL EXCESO DE "ALARDES", A LA FAENA BRILLANTE Y MEDIDA
Marcos Bastinhas fue el cavaleiro que abrió plaza y cartel. Salió hasta impetuoso al ruedo, como impaciente de que aquello comenzase. El sabía que era una corrida en la que los otros dos cavaleiros iban a apretarle mucho a poco que pudiesen. Era muy consciente de ello y... tan metido en la cabeza lo tenía, que en su afán -al tener que abrir plaza- de "puntuar" ya cuanto antes, se le fue la mano en los alardes con los caballos, que prodigó más allá de la justa medida -aún siendo como es su toreo un ineludible escaparate de estas acciones de espectacularidad con los caballos-.
Entre que salió pensando que tenía que ir a revienta calderas para que quienes venían detrás no se comiesen sus papas... y entre que en medio de tanta explosividad el primer toro de la noche, le dio un par de toques bien notorios, la faena se convirtió en algo que el público podía aplaudir -y aplaudió- por la espectacularidad, pero no por un fondo de verdadera calidad. Bastinhas es muy inteligente y aquellos dos toques trató de taparlos con raciones extra de piruetas, caballos rampantes y demás números complementarios extra que, siempre deberían de estar en su toreo, pero -digámoslo sinceramente- nunca en medida excesiva, porque Marcos sabe torear como el mejor, de modo que aunque sus faenas no tuviesen los "alardes", podrían ser triunfos igualmente. No debe prescindir, en absoluto ni en modo alguno de "los extras", pero no debería abusar de ellos... Tal vez en esta ocasión, al saberse inmerso en un cartel que anunciaba "guerra" sin cuartel entre los 3 cavaleiros anunciados, le llevó inicialmente a verse inmerso en una actuación un tanto desajustada.
Sin embargo, Bastinhas es un torero listo, capaz de tener inmediata autocrítica. Y fue consciente de que en su primer toro no había estado como tal vez pretendía. Pensó muy bien cómo hacer las cosas en el que le restaba. Era el cuarto de la lluviosa noche. Y se fue a por el a la puerta de los curros para recibirle espectacularmente... pero el toro no salía por allí... se había desenfundado una de las vainas de cuero que cubren sus astas... Hubo que correr turno, para dar tiempo a que el toro volviese a ser enfundado por los emboladores en el interior de la plaza. Al correrse el turno, pasó a torearse el quinto por JRT, teniendo que esperar Marcos Bastinhas a que terminase João Ribeiro Telles de lidiar el suyo, para poder hacerse cargo el de Elvas, entonces ya, de su toro pendiente...
Bastinhas tenía todo calculado. Construyó una faena muy completa, de menos a más, muy medida, no exenta de "extras" y "alardes", pero esta vez en la dosis justa; centrándose en lo que se tenía que centrar. Marcos sacó todo el partido que podía del animal y acabó protagonizando una estupenda faena, en donde nada sobró y nada se echó en falta, porque tuvo de todo... El público se entusiasmó y la noche acabó por entrar definitivamente en un plano de buena corrida de toros en general, dejando el mensaje a la concurrencia, de que esta de Nazaré es Tauromaquia a sério!, como hemos proclamado más de una vez, y que los toreros van allí siempre a protagonizar una auténtica competición, a honrar a la Fiesta y a ganarse al público, por la vía de crear en todo lo posible meritorias faenas. Bastinhas lo tuvo muy claro en el quinto toro de la noche -aunque fuese el cuarto del "orden de lidia"-. Aprovechó que el toro no regateó tampoco esfuerzos y culminó una faena muy conectada con el público presente, hasta el extremo de que algunos no pudieron más, saltaron de la grada a la arena al final de la corrida, levantaron en hombros a Marcos Bastinhas y lo sacaron así por la puerta, le llevaron así hasta la calle inmediata del Sitio de Nazaré, como en la foto arriba colocada vemos.
FOTOS de ARAÚJO MACEIRA, prohibida la reproducción total o parcial aún citando su procedencia.
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