Fuerte ovación en el segundo de su lote. Vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja, no concedida por el simpático señor, que en el anochecer de este jueves ocupó el palco de Presidencia, en la plaza de toros de la Real Maestranza, en Sevilla, en la primera de las tradicionales novilladas de verano.

El novillero portugués Tomás Bastos dejó un gran ambiente una vez más. Esta vez en una Sevilla que le aguardaba con indudable expectación, al presentarse aquí en La Maestranza, otra vez, ahora con picadores.

No defraudó Tomás Bastos, pero sí los novillos que le tocaron en suerte, de Chamaco su procedencia. El segundo de su lote (quinto de orden) resultó desabrido, en nada colaborador, que deslució la buena voluntad de Bastos con el capote, donde el astado ya mostró que no quería colaborar en nada. Consciente de lo que tenía enfrente, Tomás -muy bien aconsejado por Cristina Sánchez y José Alexandre- respiró hondo, pisó firme y diciendo al novillo quien mandaba en la arena, se plantó, hasta por poderío ser capaz de enjaretarle algunos pases de cierta calidad, especialmente en el toreo al natural... pero con aquel novillo casi inservible poco más podía hacer. "Hay que dejar claro al público que puedes con un novillo así, no te preocupes si no te deja lucirte", bien pudo ser este el consejo de sus apoderados a Tomás. Y fue así como Bastos tomó la muleta y acabó muy superior a su oponente, en un intento de faena que no lució pero que mostró al ilusionante novillero portugués muy entregado, lo que el público agradeció, una vez que mató de media estocada, premiando al chaval de Vila Franca de Xira con una gran ovación.

Y no piensen ustedes que el segundo de la tarde, en el que al final negó el presidente la oreja que pedía buena parte del público, fue un novillo mucho mejor que el quinto. De salida ya, para saludar, el novillo se mostró abanto, huía, acudía al capote de modo receloso y saliéndose de las suertes... ante ese panorama, meritorio Tomás Bastos que no se descompuso lo más mínimo. Y pese a lo destartalado de la embestida del bicho, Tomás acabó por conseguir embarcar al animal en los medios, lanceando por verónicas y abrochando con una media que acabaron por tener su gracia y fueron muy aplaudidas por el público que agradeció así el esfuerzo del lusitano. Con las banderillas volvió a mostrar soltura Bastos y con un hermoso tercer par fuertemente ovacionado por el respetable.

Cuando avanzó con la muleta y estoque simulado para abrir faena, Bastos ya sabía que aquel novillo de Chamaco era en el fonto un fiasco. Ya había insistido el animal en los dos tercios anteriores en su negatividad y era de esperar que acabase rajándose en la muleta. Por eso Bastos se dio prisa... apostó por una serie con la derecha y tratando de llevar por largo al astado para poder culminar con buen pase de pecho. Volvió a la carga Bastos y a trancas y barrancas arrancó otra serie de muletazos menguantes porque el novillo empezó a dar claras muestras de querer rajarse. Y con esa luz roja encendida tuvo que conformarse Tomás, en intentos sucesivos por dignificar su faena, tratando de sacar ya el poco partido que le dio en la parte final su rival. Afortunadamente, Bastos despachó al de Chamaco con estocada de rápido efecto, lo que animó al público a sacar pañuelos, pero el señor presidente no estaba este jueves para fiestas e hizo caso omiso a los que pedían el apéndice para el novillero. Puesto a dar la Vuelta al Ruedo, sonaron muy fuertes las ovaciones y hay quien lanzó a Bastos unas ramitas de romero, detalle de buen gusto, sin duda, que nos recuerda al maestro de Camas... No fue Curro quien portando el romero en su mano dio la vuelta al ruedo, pero sí Tomás Bastos que en la foto no hizo mala figura entre ovaciones paseando aquello.

El novillero Martín Morilla -alumno de Jesulín de Ubrique- ha sido el triunfador de la penúltima novillada con picadores de la temporada en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla tras cortar la única oreja de la noche, al único novillo de calidad lidiado, en un deslucido encierro del hierro de Chamaco.
Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Vigésimo festejo del abono de la temporada hispalense. Media entrada en los graderíos. Se jugaron novillos de Chamaco, más o menos bien presentados pero luego de muy escaso juego excepto el sexto
• NEK ROMERO, ovación tras aviso y silencio.
• TOMÁS BASTOS, vuelta al ruedo tras petición de oreja y ovación.
• MARTÍN MORILLA, ovación y oreja

CRÓNICA de NÉSTOR SEGURA
FOTOS de PAGÉS / Plaza de Toros de Sevilla

Tomás Bastos en acción, la noche de este jueves en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla