Texto de EUGÉNIO EIROA y fotos de ARAÚJO MACEIRA / Prohibida la reproducción salvo permiso de la TRIBUNA da TAUROMAQUIA

Ahí está Bastinhas. Genio y figura. Más seguro de si mismo que nunca. Empeñado en marcar como un gran referente del Toreo a Caballo, un período de bastantes años, un tiempo. Empeñado en hacernos recordar a su padre, Joaquim (q.e.p.d.). Empeñado en mejorar lo mucho que logró su progenitor, porque si viviese Joaquim Bastinhas, no solo estaría orgulloso de lo mucho y bueno que es capaz de hacer su hijo en una plaza, sino que le exigiría que se esforzase más y más cada día...

--Porque tu puedes, tu eres capaz, tu tienes verdadero sentido del Toreo y al tiempo verdadero sentido del Espectáculo. Nadie mejor que tu para conjugar ambas cosas... y vas a lograr ser el mejor en eso, vas a marcar un tiempo....

Si Joaquim Bastinhas viviese, seguro que le diría eso a su hijo, constantemente.

La desgracia, el infortunio, se llevó de este Mundo, muy antes de tiempo al inolvidable Joaquim Bastinhas, el "Cavaleiro do Povo", como bien se conocía al hombre que durante décadas alegró -¡y de qué manera!- la Tauromaquia portuguesa. Joaquim, además de una excelente persona, fue un cavaleiro muy importante, al que aunque pasen años y años de su muerte, no se le va a olvidar nunca.

La desaparición de Joaquim Bastinhas se produjo en un momento clave de la carrera de su hijo. Hubo quien pensó que "al faltarle el padre, este hombre tal vez se va a estancar, se va a desilusionar... ya veremos qué pasa con el"... Ese run-run circuló meses, incluso un año después de la muerte del inolvidable maestro de cavaleiros de Elvas. Pero el paso del tiempo, pronto, muy pronto, empezó a dejar muy claro que lo que iba a suceder era todo lo contrario a aquello que algunos "profetas" pronosticaban...

Marcos Bastinhas, como si estuviese inspirado, dirigido desde el mas allá por el espíritu de su padre, pronto mostró que iba adelante, aspirando absolutamente a todo, como cavaleiro de alternativa que deseaba consagrarse como auténtica figura del Toreo. Y ha puesto en el empeño un esfuerzo grandioso, infinidad de horas de entrenamiento, una capacidad notoria para potenciar y mejorar lo que ya había logrado cuando su padre vivía y Marcos ya toreaba entonces en todas las plazas como cavaleiro de alternativa que era... 

En un tiempo récord, tratando de no sufrir menoscabo  por los dos años tan duros de la pandemia que tanto afectaron a los rejoneadores y cavaleiros... Marcos Bastinhas nos ha demostrado a todos los que de buena fe -y no con consignas preconcebidas- acudimos a una plaza de toros, que es un tipo que ya ha alcanzado la cumbre; que si hizo alguna promesa -tras la muerte del saudoso Joaquim- a la memoria de su padre en el sentido de prometerle que sería figura ya en muy corto espacio de tiempo, bien puede estar orgulloso de haberlo conseguido.

Los que hacemos posible la TRIBUNA da TAUROMAQUIA ya le designamos, al final del año 2023, como "el mejor torero portugués" de la temporada pasada. Pero esta, que podía ser una opinión, un criterio subjetivo, se ha visto corroborada de sobra en las plazas -y así está siendo también este año-, con la opinión, el respaldo, el comportamiento, las ovaciones cerradas que en los públicos, unos tras otros, despiertan las actuaciones de Marcos Bastinhas allá donde actúa. 

El que paga una entrada, que es quien sostiene el espectáculo; la mayoría enorme de los públicos que ocupan asiento en las plazas portuguesas, están con Marcos, reconocen sus esfuerzos, su calidad, su formidable manejo de los caballos, agradecen la espectacularidad de su Toreo, la certeza con la que ejecuta las suertes, la rotundidad con que se manifiesta en sus actuaciones sobre la arena.  

Y a eso se llega porque Marcos Bastinhas no hace ascos a darlo todo una y mil veces. No hace ascos a la plaza, sea esta la que fuere, porque -como el dice- todos los públicos merecen ser respetados y como torero todos los públicos merecen que siempre y en toda circunstancia el torero intente dar lo mejor de mi mismo. "Los aficionados, el público, es lo que realmente me importa; a ellos me debo y con ellos quiero estar siempre cerca a través de mi toreo, a través de mi modo de entender la Tauromaquia". Un modo, unas formas, que -no hace falta repetirlo- han conectado a las mil maravillas con la mayoría de los públicos, con la mayoría de los presentes en una plaza, como bien podemos verificar en cualquier corrida en donde Bastinhas esté anunciado....

Estas imágenes que acompañamos, de una de las corridas en las que Marcos ha estado acartelado esta temporada, nos muestran la frescura, la garra, la entrega, el riesgo claramente asumido, la brega certera, el pisar siempre terrenos comprometidos, el clavar donde corresponde, el saber hacer las cosas bien, con una facilidad notoria, con una brillantez y rotundidad por momentos aplastante... Marcos Bastinhas ha engrandecido el muy notable legado que su padre dejó en la Tauromaquia portuguesa, lo ha llevado -con su Toreo- ya en muy pocos años a cotas muy altas y ahora que es figura, ahora que está en plenitud, ha empezado a disfrutar con lo que hace cada tarde en una plaza, porque tiene ya, a pesar de ser aún joven, la plenitud y la solvencia de los maestros, la seguridad en si mismo que siempre buscó, la tranquilidad que habita en quien sabe que está en el camino adecuado y haciendo -o intentando hacer- siempre, siempre, siempre... "las cosas bien", como decía -y recomendaba expresamente- el maestro Antoñete.

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