En el centro de la imagen, delante del voluminoso equipaje forrado en azul, con gorra, aparece Emiliano Gamero nada más cruzar la puerta desde una de las salas de equipajes del aeropuerto de Portela, en Lisboa.




Ya llegó. Cargado de equipaje, cansado del viaje largo, pero "feliz de estar de nuevo con los grandes amigos que en Portugal tengo", dijo Emiliano Gamero a quienes le estaban esperando en el aeropuerto lisboeta -y que no eran pocos-. 

Tras los abrazos y saludos de rigor, el rejoneador mexicano charló unos minutos con su apoderado-representante en Europa, João Anão Madureira, quien le puso al corriente de las últimas gestiones hechas, que posibilitarán al impactante torero mexicano, actuaciones diversas, no solamente en Portugal, también en España este verano. 

Incluso, si nada se tuerce, Gamero va a torear dos tardes en agosto en la azoriana isla Graciosa, donde estará acartelado en una corrida con uno de los terceirenses hermanos Pamplona, en la otra con el otro hermano y en ambas con el importante cavaleiro continental, Luis Rouxinol. 

La noticia de que Gamero toreará en Azores ha despertado enorme interés en el archipiélago por la novedad que supone y el hecho reciente de los toros indultados por el célebre rejoneador azteca -uno de ellos recientemente, por segunda vez, en la plaza de toros más grande del Mundo, el coso de Insurgentes-.

Con toda seguridad, Emiliano Gamero ya estará al mando de su cuadra europea, este mismo jueves, en las dependencias de la afamada coudelaría Anão, en el corazón del Alentejo, donde está radicada y cuidada con todo esmero. La temporada europea, a partir de ahora, se inicia para el torero a caballo más popular y de mayor predicamento en México.