Texto de EUGÉNIO EIROA / Fotos : EUGÉNIO EIROA
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Las fotos son de una tarde de toros en la Monumental de Póvoa de Varzim, allá por el 2005.
Tarde de toros en la Monumental de Póvoa de Varzim, la plaza que se cargó el sujeto ese que cuando era lugarteniente del presidente de la Câmara no decía ni pío y aplaudía las corridas de toros en la ciudad y... luego, en cuanto tomó el poder como presidente del Município, emprendió una cruzada contra la Tauromaquia hasta cargarse y derribar la propio Monumental. (Tened cuidado amigos, cuando topéis con un converso... alcanzan muchas veces cotas de fundamentalismo que jamás podíamos imaginar. Acaban siendo más papistas que el Papa...)

De Póvoa de Varzim nos quedan fotos, muchas fotos, de las corridas a las que allí asistimos durante muchos años. Y nos queda el mal recuerdo del triste final de aquella plaza, donde la mayoría de los agentes taurinos portugueses se pusieron de perfil, no dando la cara, no haciendo frente a la furibunda persecución de que fue objeto la Tauromaquia en aquella localidad, como poco antes también sucedió en Viana do Castelo. Nos quedan los recuerdos. Y las fotos que de vez en cuando hemos de airear.

Hoy traemos al recuerdo momentos protagonizados por el inolvidable Joaquim Bastinhas en aquella plaza. Un Joaquím Bastinhas de hace casi 19 años atrás y que, desgraciadamente, dejó este mundo aún hace pocos años. Le recordaremos siempre. 
Y más los aficionados que le aplaudimos en aquella plaza de Póvoa en muchas de las ocasiones en que allí actuó. Una plaza que años antes del 2005, cuando tenía parcialmente inhabilitado un sector de sus bancadas (luego vinieron obras de recuperación y mejora) fue escenario de una tarde en donde la desgracia se cebó con el inolvidable maestro Bastinhas. Un toro le apretó en tablas y le hizo quedar aprisionado entre la barrera y el caballo del que cayó derribado... una complicada fractura ósea en una pierna fue el saldo de aquel infortunio. Aquel toro no se arrancaba, era muy complicado colocarle las banderillas, Bastinhas en momento alguno rehuyó el compromiso con los aficionados del Norte, clavó -como única solución posible- por los adentros una, dos y... a la tercera banderilla el toro se arrancó brutalmente... Bastinhas había apostado valientemente por el riesgo. Y lo pagó con una lesión que, producida en una tarde de las fiestas de San Pedro, al final de junio en Póvoa de Varzim, le condicionó y mucho ya el resto de temporada.

Años después, ya con la plaza mejorada y recuperada en las zonas donde presentaba deficiencias, en 2005, aquí están las fotos, una corrida de 6 cavaleiros y... Bastinhas recibiendo como siempre el cariño del público de Póvoa que siempre recordó lo de antaño -en años siguientes-; aquel enorme empeño y compromiso por agradar frente a un toro impresentable, lo que le costó una complicada lesión y fractura ósea en una de sus piernas en aquella tarde de San Pedro...

Por cierto, la corrida a la que corresponden estas fotos, fue televisada... ¡Esa es otra, no llegaba con los fundamentalistas políticos derribando plazas de toros con denodado encomio que... con el paso de los años la Televisión que pagan todos los portugueses, en vez de seguir siendo un servicio público, se convirtió en otro arma en la mano de los fundamentalistas políticos de servicio, dejando de televisar corridas en un afán de inferir un indudable daño a la Tauromaquia, impidiendo caprichosamente poder popularizar las corridas de toros... lo contrario de lo que siempre se había hecho!