Idas y venidas, percances y desmentidos : un revoltijo taurino.
Por Jesús López Garañeda, Federación Taurina de Valladolid.
Foto : José Fermín Rodríguez
Corren las noticias que se las pelan dando unas veces una de cal y otra de arena en un revoltijo más que singular, calabriadas de blanco y tinto como casi todo en la vida.
La primera de ellas es la vuelta a los ruedos de Manuel Jesús El Cid, que me voy, que vuelvo, que sí, que no afirmando y desmintiendo unas horas después el anuncio anterior. Se ve que esto de contrastar las noticias nos tiene más que perplejos, pues el cambio de opinión de una decisión a otra muestra la inconsistencia en que nos movemos todos los días.
Manuel Jesús el Cid, el torero sevillano, se cortó la coleta y abandonó la profesión porque entendió que era llegada la hora de apartar su reloj de intervención y participación en corridas de toros, matando solo el gusanillo en festivales, por aquello de mantener el hálito torero. La noticia surgida este mismo fin de semana es que volvía, desmintiéndolo luego en el nuevo programa del zamorano Casas.
Lo que sí es verdad y no hay desmentidos es el percance sufrido por el ganadero de Concha y Sierra, José María López, en su finca ganadera de El Maquilón de Guadalajara al producírsele mientras manejaba el ganado bravo, una fractura en la órbita ocular izquierda con la pérdida de visión en el ojo izquierdo, aunque no se puede determinar si la lesión será temporal o definitiva. De momento sigue su recuperación en el Hospital Gregorio Marañón.
Por otra parte, y circunscribiéndonos a Valladolid, la llamada de la empresa de Madrid a la ganadería de Toros de Brazuelas para lidiar en las Ventas un encierro en la próxima temporada madrileña ha sido también noticia echada a voleo, como suele decirse, para las redacciones que quieran recibirla.
Nos alegra por Jesús Pérez Carbonero que la llamada sea una realidad en cuanto a entrada definitiva en el circuito de sus reses bravas, cuidadas con esmero y dedicación desde el año 2013 en que fue fundada en las tierras vallisoletanas de Alcazarén. Las sangres de la Palmosilla y el Ventorrillo están a punto de servir de escaparate a las reses de lidia que rumian estrellas por tierras de Valladolid y que ya tuvieron su carta de presentación más que digna y resuelta allá por el mes de julio de este año que termina.
Y por último este portal que nunca caminará solo en la información taurina, como cantan los hinchas del Liverpool, y que ha estado a punto de cerrar su persiana informativa, seguirá al marro una temporada más, la esperanzada de 2023, que viene enseñando ya los dientes a los lectores, seguidores y amigos.
Foto : José Fermín Rodríguez
Corren las noticias que se las pelan dando unas veces una de cal y otra de arena en un revoltijo más que singular, calabriadas de blanco y tinto como casi todo en la vida.
La primera de ellas es la vuelta a los ruedos de Manuel Jesús El Cid, que me voy, que vuelvo, que sí, que no afirmando y desmintiendo unas horas después el anuncio anterior. Se ve que esto de contrastar las noticias nos tiene más que perplejos, pues el cambio de opinión de una decisión a otra muestra la inconsistencia en que nos movemos todos los días.
Manuel Jesús el Cid, el torero sevillano, se cortó la coleta y abandonó la profesión porque entendió que era llegada la hora de apartar su reloj de intervención y participación en corridas de toros, matando solo el gusanillo en festivales, por aquello de mantener el hálito torero. La noticia surgida este mismo fin de semana es que volvía, desmintiéndolo luego en el nuevo programa del zamorano Casas.
Lo que sí es verdad y no hay desmentidos es el percance sufrido por el ganadero de Concha y Sierra, José María López, en su finca ganadera de El Maquilón de Guadalajara al producírsele mientras manejaba el ganado bravo, una fractura en la órbita ocular izquierda con la pérdida de visión en el ojo izquierdo, aunque no se puede determinar si la lesión será temporal o definitiva. De momento sigue su recuperación en el Hospital Gregorio Marañón.
Por otra parte, y circunscribiéndonos a Valladolid, la llamada de la empresa de Madrid a la ganadería de Toros de Brazuelas para lidiar en las Ventas un encierro en la próxima temporada madrileña ha sido también noticia echada a voleo, como suele decirse, para las redacciones que quieran recibirla.
Nos alegra por Jesús Pérez Carbonero que la llamada sea una realidad en cuanto a entrada definitiva en el circuito de sus reses bravas, cuidadas con esmero y dedicación desde el año 2013 en que fue fundada en las tierras vallisoletanas de Alcazarén. Las sangres de la Palmosilla y el Ventorrillo están a punto de servir de escaparate a las reses de lidia que rumian estrellas por tierras de Valladolid y que ya tuvieron su carta de presentación más que digna y resuelta allá por el mes de julio de este año que termina.
Y por último este portal que nunca caminará solo en la información taurina, como cantan los hinchas del Liverpool, y que ha estado a punto de cerrar su persiana informativa, seguirá al marro una temporada más, la esperanzada de 2023, que viene enseñando ya los dientes a los lectores, seguidores y amigos.