In "El Mundo", entrevista de Zabala de la Serna al gran maestro César Rincón.

tribuna da tauromaquia

La amplia y extraordinaria entrevista que el diario "El Mundo" publicó este 12 de octubre, hecha por Zabala de la Serna, al gran torero y maestro colombiano César Rincón, ha dado en horas la vuelta al mundo taurino. Solo se habla de eso... de lo mucho e importante, de lo valiente que ha estado, también fuera de los ruedos, el que fue excepcional torero...
Es evidente que si otros taurinos, otros agentes taurinos, se posicionasen con la valentía de que hace gala César Rincón -como por ejemplo en el amplio diálogo con Zabala de la Serna-, otro gallo cantaría y en favor de la Tauromaquia. Pero hay demasiados cobardes. Y de esa cobardía, de ese meter la cabeza debajo del ala, se aprovechan los antis, creciéndose en su fundamentalismo a ultranza, en su imposición de un estilo de vida negacionista, que supone la destrucción de usos, costumbres, tradiciones y el pisoteo de los derechos de las minorías que en toda Democracia que sea verdadera deberían de ser respetados.

Algunas de las frases y subrayados de César Rincón, que circulan desde este miércoles, ahora de mano en mano, a través de las redes sociales, e-mails y comentarios entre taurinos, son -y de verdadero impacto- como estas :

"...el M-19, un grupo guerrillero que, ayudado por Pablo Escobar, asaltó en su día el Palacio de Justicia. Eso entre otras muchas cosas criminales. A esa organización terrorista pertenecía Petro..."

"...Nada más alcanzar la alcaldía de Bogotá, Petro cerró la plaza de la Santamaría, obsesionado por hacer de la tauromaquia una lucha de clases. Como si fuera de ricos y no del pueblo, parte indivisible de nuestra cultura. Su radicalismo se unió al empuje animalista, que quiere acabar también con los galleros y las corralejas, y nos jodieron bien..."

"...Los animalistas han hecho durante todos estos años una pedagogía desde la base, que son los niños. El adoctrinamiento introdujo la semilla del diablo, la teoría de la superioridad animal sobre el ser humano. La bestia tiene derechos, el hombre sólo deberes. Perdimos ya muchas plazas, no se hicieron las cosas bien. Pero el entramado legislativo asfixia el libre ejercicio de una actividad cultural legal. Como sucedió en Cataluña en su momento...."

"...Es verdad que en otros países, como puede ser México con Obrador o Ecuador con Correa, han ido por ahí los tiros (aprovechar una especie de odio subterráneo por algunos sectores a España). Pero en el caso de Colombia, no. En su pueblo hay un amor tremendo a España. Lo de Petro va por la ideología revolucionaria. Acaba de decir que hay que decrecer, que hay que okupar las fincas... Si uno pierde las aspiraciones a prosperar, ¿qué queda?. Yo luché para salir de la pobreza, superarme, crecer en mi profesión y ganar más platica, si no, qué es la vida..."

"...Los antis y los políticos antitaurinos están muy bien organizados y mejor financiados. Ellos, además, ponen la violencia. Usan la democracia para alcanzar el poder y luego la entierran para perpetuarse. Nosotros, los taurinos, carecemos de organización y financiación. De un lobby, en definitiva. En el Senado intervenimos poquito. Mire las escasas movilizaciones taurinas al lado de los galleros. Vamos como corderos al matadero, sin rechistar. Hay una cierta similitud con los demócratas, y ellos no lo son, en la resignación, en el entreguismo, en la renuncia. Si cancelaron el español en España, la segunda lengua más importante del planeta, y todo el mundo mira hacia otro lado. A partir de ahí, qué puedes esperar..."

"... Lo de Catalunya causó muchísimo daño. Ni lo imagina. Sirvió de espejo y causó un efecto dominó. Vieron que el toreo, al arte más español, se prohibía en España. Y siguieron por Bogotá, Quito... Las únicas ferias que quedan en Colombia son Cali y Manizales".

"... Entre el año 86 y el 90, antes de mi eclosión en España, yo toreaba entre 40, 50 y 60 corridas por los pueblos colombianos. Viví el esplendor. Hoy no hay dónde torear. Es el ocaso, lo más duro. Verlo es un desgarro, esa es mi nostalgia, del esplendor perdido. Ya no existen Popayán, que tenía una feriecita de tres o cuatro tardes, Palmira, Armenia, Duitama, Sogamoso, Cartagena de Indias, Medellín... Sus plazas de obra se las come la selva. Cundinamarca, Boyacá, Santander, Antioquia…"

"...Vivimos el momento más triste para la tauromaquia. Nunca debimos abandonar los pueblos...
En ellos estaban nuestras raíces, el origen de todo. De niños aprendíamos a utilizar los animales. En la ciudad no se usan, en el pueblo sí. Les damos de comer, los mantenemos fenomenal. ¿Para qué? Para luego utilizarlos. La gallina la tenemos genial; el cordero y el cerdo, súper cuidados. Sí, queridos niños de ciudad, para después comérnoslos. Es el contacto con la muerte lo que se quiere negar..."