"El Comandante" Bastinhas, ayer en Alcácer do Sal, con el público puesto en pie en varias ocasiones...

tribuna da tauromaquia by Néstor Segura.

Va de plaza en plaza, con su Toreo-espectáculo. Y donde va, como ayer en Alcácer do Sal, en sus faenas, pone el público en pie. Y le es igual que le acartelen con un toro que con dos... el siempre encuentra toro. Y si el toro tiene limitaciones, lo disfraza, envuelve sus defectos y acaba casi siempre por sacar partido, tal es el estado de forma en que Bastinhas se encuentra. Claro que... eso no es fruto de la casualidad y sí del trabajo diario con sus caballos, de los asistentes y equipo que tiene con el; y sobre todo, de las condiciones idóneas y fé en si mismo que Marcos para esto tiene. Bastinhas acaba la temporada en grande, en muy grande. Como ayer en Alcácer do Sal (centenario de la plaza) como en tantas otras plazas por donde ha ido este verano.

Con una temporada de éxitos clamorosos, Bastinhas -tras quedar atrás el tiempo de pandemia- ha recuperado y alcanzado en tiempo récord lo que podía haber quedado en entredicho por la parálisis obligada de la crisis del Covid : el lugar importante, de primerísima fila, hacia el que caminaba firme y seguro años atrás. Ahora, con rotundidad, con lo que ha hecho en este 2.022, Bastinhas puede estar feliz, porque ha logrado el objetivo, recuperar plenamente y protagonizar con excelencia el concepto de Toreo-espectáculo que su padre había popularizado. Pero no solamente recuperarlo en pleno, acrecentarlo, llevarlo arriba.. muy arriba ya, de modo que sea un fenómeno imparable. Porque tres años y pico -en diciembre de cumplirán 4 años- después de la muerte de su querido padre, habiendo por medio dos años de duros efectos de la pandemia, lograr lo que Marcos Bastinhas ha logrado tiene enorme mérito.

Probablemente, mientras a otros cavaleiros el tiempo de pandemia descolocó sus planes, a Marcos Bastinhas le sirvió para seguir trabajando -en privado, claro- muy duro, a seguir preparando esa cuadra de caballos tan importante que tiene, a evolucionar en su concepto; a tomar conciencia y decisión de que solamente tenía dos caminos -y nunca uno intermedio- : o se apartaba del concepto de Toreo que protagonizaba su padre y marcaba un estilo nuevo, propio digamos; o aceptaba honrar la memoria de su padre (muerto en tan desgraciadas y repentinas circunstancias), recogía su legado taurino, lo consolidaba y...  Marcos Bastinhas optó por una decisión que le honra : ser consciente de que su padre había sido un ídolo de los públicos en Portugal; que allá donde actuaba, era imposible que una mayoría de los espectadores con Joaquim no vibrasen... Marcos optó por honrar del mejor de los modos posibles la memoria de su padre. Y fueron los dos años de pandemia, casi a la salida de la muerte de su padre, precisamente los que le hicieron fuerte, los que le hicieron salir del duelo por la irreparable pérdida de su progenitor con fuerza arrolladora, con rotundidad, con una técnica muy perfeccionada, con un deseo tremendo de homenajear a su llorado padre, en todas y cada una de las veces que subido a un caballo torease en una plaza...

Marcos Bastinhas ha sabido, en tiempo casi récord, decidir, aceptar el más difícil desafío, hacer en un solo papel, lo que hacía Joaquim Bastinhas acrecentado por los grandes valores que el propio Marcos como torero a caballo tiene... El resultado es que "la leyenda Bastinhas" continúa; y continúa mejorada, reforzada, superada, enaltecida, agrandada por lo que mucho que Marcos Bastinhas es y representa.

El Toreo-espectáculo tiene en Marcos Bastinhas -como lo tuvo mientras vivió Joaquim- un extraordinario intérprete, magnífico, arrollador, impactante siempre. Las empresas están de enhorabuena, porque toreros que arrastren a los públicos, que hagan vibrar a estos, que "muevan" la Fiesta, es lo que la Tauromaquia tanto necesita. El resto está muy bien -y todos deben de ser respetados- pero ahora mismo, gusten o no, sin el Toreo-espectáculo no puede pasar la Fiesta.

A Marcos Bastinhas hay que agradecerle haber sabido recoger el testigo que dejó su padre y en apenas dos años engrandecer el legado que el bueno de Joaquim dejó. Le honra como hijo, le honra como torero, le honra como artista que el fin y al cabo es. Y los públicos lo agradecen. No hay más que ir a una plaza donde Marcos Bastinhas torea para salir de dudas.

En Alcácer, otra vez con el público entregado...