tribuna da tauromaquia

Sigue el desprecio. 

Tuvieron tiempo suficiente. Ha pasado más de un año. Lo que ya no vale, a estas alturas, es que algunos empresarios taurinos insistan en tomarnos por imbéciles. O que pretendan hacernos comulgar con sus ruedas de molino. O que nos envíen un recado interno por una red social para decirnos que... si queremos saber de sus carteles, que vayamos al Facebook que es donde ellos los dan a conocer...

Hemos tenido paciencia infinita y consideración total; con todos, incluso con los que nos despreciaron descaradamente en el inicio de este proyecto de divulgación taurina que la tribuna da tauromaquia es. Hubo quien rectificó. Hubo incluso quien aprovechó un día a la puerta de una plaza, para charlar un rato y pelillos a la mar. Bienvenidos todos ellos... Pero también hay quienes, aún, siguen instalados en su falta de respeto que les lleva a ni molestarse en usar el correo electrónico y enviar -a todos- los carteles de aquellas corridas de toros que organizan.

A todos los que han tenido un trato -nunca hemos pretendido de favor, unicamente de respeto- con la tribuna da tauromaquia, se les ha correspondido. Han pasado a tener un hueco, absolutamente gratuito, en nuestra página principal, colocándose ahí sus carteles, ayudándoles así a promocionar sus corridas de toros...

A todos : a los gratos y a los ingratos para con el esfuerzo que la tribuna da tauromaquia realiza, se les colocan sus carteles en una sección interna de esta web a la que se accede a través de la carátula de "Próximos Cartazes". Y lo hacemos por decencia, por respeto por los aficionados, a los que nos debemos en todo momento. 

Pero nada más. Y nada menos. Hoy es ya 28 de septiembre de 2022. Sépanlo aquellos que no quisieron saber nada para con nosotros. En justa reciprocidad : no queremos saber nada para con ellos. El recado para esos empresarios taurinos portugueses instalados en la soberbia, el desprecio, el amiguismo y procederes discriminatorios no puede ser otro que este : nuestra gran ventana de promoción de carteles que situamos fundamentalmente en la columna derecha de nuestra página principal acaba de cerrarse definitivamente para ellos. A cal y canto. Durante un año y casi dos meses, tiempo más que suficiente, tuvieron tiempo para hacer lo que otros sí supieron hacer. Nuestras direcciones de correo electrónico han estado ahí, dispuestas a recibirles con los brazos abiertos. Han insistido en despreciarnos. Permítannos, simplemente, que a partir de ahora les digamos que quien deliberadamente ignora no merece otra cosa que ser ignorado.

Punto redondo.