Crónica de Eugénio Eiroa. Fotos de Araújo Maceira. tribuna da tauromaquia
La plaza de toros de Figueira da Foz volvió a tener un excelente ambiente taurino y tres cuartos largos de plaza cubiertos, en la tercera corrida del ciclo de verano de 2022, celebrada este sábado. Temperatura fresca, ambiente de nieblas en el estuario del Mondego y noche con variados asuntos de interés.
Se rendía homenaje póstumo al escritor, poeta, crítico taurino y gran impulsor de muchos aspectos de la Tauromaquia portuguesa, especialmente los forcados, el ingeniero João Cortesão, tan ligado -por lo demás- al Grupo de los Forcados Académicos de Coimbra.
Tras romper plaza todos los que iban a participar en la corrida a la portuguesa, se detuvo el cortejo de las cortesías, para guardarse un respetuoso silencio en memoria del fallecido Cortesão, el tiempo que Gustavo Pinto Basto cantaba un fado de la autoría precisamente de João Cortesão. Finalmente, en este inicio de corrida, con el público puesto en pie, la banda de música interpretó el Himno Nacional de Portugal.
Antes, en el homenaje a Cortesão, el empresario taurino Luis Miguel Pombeiro pronunció unas palabras muy emotivas -lo breve, si bueno, dos veces bueno- elogiando la trayectoria humana y taurina del gran personaje que al fin y al cabo fue João Cortesão. Pombeiro entregó luego a los dos hijos de Corteão un cuadro con el cartel en grande de esta corrida, en donde aparece la figura de Cortesão con la imagen de la plaza de toros de Figueira da Foz como fondo. Cortesão tenía a la entrañable plaza del Coliseu Figueirense como una de sus favoritas, por no decir la que más y la defendía siempre a capa y espada, como un baluarte taurino que jamás debería perderse. Como se sabe, João Cortesão estuvo siempre muy ligado a Coimbra y al valle del Mondego, en donde por cierto, aunque modestas, existen varias ganaderías de toros.
Y comenzó finalmente la corrida. El primer toro de la noche (540 kilos) era un zapato, una inutilidad más bien, un desdoro para la ganadería de Brito Paes. Con ese material poco podía hacer Luís Rouxinol que acabó por pasar con más pena que gloria por la plaza figueirense en esta su repetición (estuvo en 2 de las 3 corridas de este verano). La primera pega de la noche fue consumada al segundo intento por Armando Costa, del Grupo de Forcados de la Tertúlia Tauromáquica de Montijo. La señora directora concedió la vuelta al ruedo al cavaleiro, este la aprovechó para saludar a sus fieles. También daría vuelta el forcado.
El segundo toro de la noche, todos fueron de António Raúl Brito Paes, pesaba 525 kilos -y pesa porque no ha ido para el matadero-. Correspondió a Manuel Ribeiro Telles Bastos. Faena desigual, ante un toro colaborador, donde Manuel tuvo -eso sí- tres banderillas realmente importantes, que hicieron que su faena sobresaliese de un nivel de intrascendencia a la que parecía destinada. El toro fue pegado a la primera por João Galamba, de los Amadores de Cascais. Torero y forcado fueron premiados por la Directora con la justa vuelta al ruedo. El lote de agraciados por la Dirección de Corrida subió a tres al ordenar la señora presidenta que saliese también el ganadero... el toro había sido bueno, pero desde luego nunca superior al que luego correspondería en suerte a Marcos Bastinhas.
490 kilos tenía un torete estupendo de António R. Brito Paes que tuvo un comportamiento mejor que el celebrado segundo, del que el altavoz de la plaza dijo que sería llevado al campo de regreso, para padrear, por decisión del ganadero...
Si el segundo iba a ser llevado al campo... perdóneseme, pero es una cabronada que el tercero del día tuviese como destino final ser comercializado en carne, tras pasar por el matadero ya mismo...Un gran toro, con transmisión, codicia, raza... muchas virtudes que se observaban a primera vista, máxime cuando la comparación con el anterior era un ejercicio ineludible.
Bastinhas supo leer desde el primer momento que tenía la gran oportunidad con aquel toro... y en cuanto lo vio tras esperarle allí mismo, en su salida del toril, el cavaleiro de Elvas toreó a revienta calderas, dando el litro de verdad, no escatimando esfuerzos, haciendo las cosas muy bien y redondeando una actuación memorable. Estuvo espectacular, sencillamente rotundo en todo lo que hizo y ello conectó enseguida con el público y acabó poniendo la plaza boca abajo, como se dice en el argot. Cuidó mucho todo, aseguró clavar adecuadamente, lució a conciencia todo lo que hacía, mostró y dio importancia al toro... estuvo muy bien, en ferragem cumprida, pero superior aún en la corta, en las farpas, donde salvo un desencuentro en el primer intento -producto más bien del toro-, todo lo demás lo hizo Marcos a la perfección. Se adornó con los caballos, también sin excederse, en lo necesario : algunas piruetas a la salida de dos suertes; batidas tierra-tierra; caballo en alza en la misma barrera... todo alegrando una faena donde no faltaron batidas al pitón contrario junto a una excelente lidia, el par de banderillas de la casa y muchos momentos de arriesgar y dar las ventajas al toro, como debe ser. Excelente, todo hay que decirlo. Noche para el recuerdo, esta de la breve actuación -un solo toro- de Bastinhas en Figueira da Foz.
Jaime Cortesão fue el forcado de los Académicos de Coimbra, que pegaría el toro al segundo intento, con gran emoción, al haber brindado a su fallecido padre.
Como era lógico, llamaron a Bastinhas, a Cortesão y al ganadero -otra vez- a dar la vuelta al ruedo, que en el caso de Bastinhas fue más que clamorosa, apoteósica diríamos.
El cuarto toro de la noche tenía 465 kilos y correspondía a Andrés Romero. Era un toro que se dejaba... sí, pero al que había que tapar defectos; había que trabajarlo bastante para ponerlo al nivel adecuado que permitiese el lucimiento... Y el mérito de Romero, en su faena, fue ese... tapar los defectos que el toro tenía, para que acabase pareciendo bueno. Y Romero lo logró, construyendo de paso una buena faena, clavando muy en el sitio y delineando muy bien las suertes con la buena cuadra de caballos que tiene. Toreó con sus caballos como muleta por momentos, puede decirse en el sentido estricto de la frase y culminó una buena actuación, muy reconocida por el público. Tras ello,
I. Paixão, de la Tertúlia de Montijo, pegó al segundo intento. Y la directora de corrida, convencida de que el toro era excelente -cosa de la que discrepamos- llamó otra vez al ganadero para que diese la vuelta al ruedo acompañando al cavaleiro y al forcado.
525 kilos pesaba el toro de su familia que lidió Joaquim Brito Paes, en el quinto lugar de la noche. Joaquim es un cavaleiro recién alternativado, que aún tiene mucho camino por recorrer y mejorar, como es obvio, pero tiene -de entrada- una gran virtud que otros no tienen : un especial sentido de la autocrítica, es decir, tiene vergüenza. Por eso, cuando terminó su faena y la señora directora le obsequió -al igual que a los demás- con el pañuelito de la vuelta al ruedo... Joaquim no quería darla, se negaba, no quería salir del callejón... le forzaron, entre el forcado de turno y algún pariente, a que lo hiciese... pero Joaquím, aunque aceptó, no estaba por la labor, porque consideraba que el podía haberlo hecho mejor... y por tanto que su faena no merecía ser premiada con la vuelta al ruedo. ¿Lo había hecho mal? : no, pero solamente había tenido una faena aseada, vamos a dejarlo ahí. Pero Joaquim es consciente de que el tiene condiciones para brillar a otro nivel y no al que protagonizó en Figueira da Foz. El gesto de Joaquim, de no querer dar la vuelta al ruedo -al menos inicialmente- debería de ser imitado por muchos otros compañeros de profesión y la Tauromqquiaa portuguesa caminaría por mejores derroteros que los actuales, donde el café para todos es la norma, alimentada -de paso- por directores(a) de corrida que en muchos casos no quieren problemas con nadie, hacen tabla rasa dando premio a todo el mundo, convirtiendo -en apariencia- lo vulgar en brillante y... engañando así al público que acaba por creer que todo el monte es orégano. A ello colaboran los artistas que, ajenos a la más elemental autocrítica, se aprovechan de ver colgando el pañuelito y se lanzan a dar vueltas al ruedo con una facilidad pasmosa, amparada también por el todo vale que con sus palmitas certifica buena parte del público, que no sabe distinguir, en una faena, lo bueno de lo malo y uno y otro de lo regular...
Brito Paes acabó por dar vuelta a instancias de terceros, un poco a regañadientes, acompañándole el forcado Rui Grilo, de los forcados de Cascais, que había pegado al primer intento y que acabó, con merecimiento por dar como una especie de dos vueltas al ruedo.
Con un toro de 535 kilos, cerraría plaza la cavaleira Mara Pimenta. Mara aún tiene mucho que madurar si quiere ir lejos en esto del Toreo a Caballo. Con todo, ha ido mejorando con respecto a su pasado, eso se notaría también en Figueira da Foz. Mostró mucha voluntad y como el público la acoge con el especial cariño con que también la dicen "a Pimentinha", todo quedaría en un plano de agradable y de constatación de que ha ido progresando como adecuadamente como cavaleira en los últimos tiempos, pero que aún tiene que madurar bastante para alcanzar el lugar al que sin duda aspira.
Antonio Cortesão cerraría la noche en cuento a forcados, con una pega emotiva, en este caso al segundo intento, en nombre de los Forcados Académicos de Coimbra.
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Cornetim, toque já!... diría la señora Directora |
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Antes, Pombeiro había repasado toda la organización, con sus gentes de confianza |
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Sentidas y brillantes, las palabras pronunciadas por el empresario Pombeiro delante de los hijos del saudoso João Cortesão |
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Un fado de desgarrada letra, a la memoria de João Cortesão |
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La Banda interpreta el Himno Nacional de Portugal |
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Se reanudan las cortesías tras el homenaje a Cortesão |
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"Cavaleiro em praça : Luis Rouxinol", dice el señor del altavoz... |
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Páramelo ahí, que yo espero... |
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Los forcados de la Tertúlia Tauromáquica do Montijo, en apuros... |
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Manuel Telles Bastos |
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Forcados de Cascais afrontando su pega |
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De Bastinhas ya hablamos y vimos en pieza aparte, aquí en tribuna da tauromaquia |
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Los Académicos de Coimbra en acción |
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Andrés Romero toreó con sus caballos de singular expresión delante de la cara del toro |
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La Tertúlia Tauromaquica do Montijo |
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Joaquim Brito Paes se mostró con loable sentido de la autocrítica... |
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Forcados de Cascais nuevamente... |
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Mara Pimenta sigue progresando |
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Último toro : Cortesão tratando de agarrarse a la córnea del astado |
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La hora de la despedida... |
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Los Académicos recuerdan a su gran impulsor João Cortesão (q.e.p.d.) |
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Foto para el recuerdo antes de salir de la plaza... |