Almería. Crónica y fotos de Magaly Zapata , tribuna da tauromaquia A lmería : a oreja salimos para El Juli y Rufo; el palco no quiso a Mora...
Almería : a oreja salimos para El Juli y Rufo; el palco no quiso a Morante.
El palco no quiso a Morante, es lo que me parece luego de vivir la segunda de la feria de la Virgen del Mar, en Almería.
Y es que de viaje andamos; viaje este en que, por motivo de José Tomás otra vez, se me dio por ir a ferias y plazas del Sur de España, amén del Levante alicantino.
Lo de Morante fue bonito y ante lote diverso, pero al palco le pesó que abría la tarde. No lo sé pero no lo midió con misma vara.
El caso es que El Juli cortó una y perdió otra por su mala espada, pero ejecutó a la perfección su partitura ante toros flojitos.
Tenía expectativas con Rufo al que solo había visto por la tele, pero lo sentí un tanto pesado y encimista con su lote.
Los de Daniel Ruiz, nobles en líneas generales, fueron más que cómodo material para el triunfo.
La espada loqueó la puerta grande.
Morante abrió tarde con un noblote pero no tonto de Daniel Ruiz. Justo de fuerzas, al que toreó con gusto en las verónicas sin probaturas, algo no muy al uso hoy, y ahí está el mérito de poderle o empezar a poderle a un morlaco. Y lo mejor fueron los naturales lentos, suaves, mecidos, largos y a compás. Ya por derecha apretaba, incluso se le coló tanto que al parecer una banderilla le hirió la cara. Mató de entera y el palco niega una oreja. ¿No era que la primera es ‘del publico’? : así estamos.
Otro flojito para El Juli al que poco hizo con el capote, pero la media fue tremenda. En muleta hubo de sujetarlo porque cuando le bajó la mano cayó, pero con todo eso construyó una faena de gusto y mucho temple especialmente por la izquierda, que alguno fue tan pero tan largo que resultó en redondo con cambio de mano para seguir el trazo. Enorme. Pincha hondo y otra atrás. Oreja.
Otra oreja cortó Rufo que lanceó y muleteó a destajo, en demasía, atacando sin dar toreros respiros y el noble aguantó. Mucho pase, poca torería y -para mi- poco contenido. Ajustándose en algunos pasajes pero… espada y oreja.
Tras la merienda, en que Morante estuvo sentado en el estribo fumándose un puro, sale a lancear por alto gallísticamente hablando, pero quizás porque ya se había dado cuenta que el de Ruiz no salía de las telas. El derecho fue el lado más corto y tardo, por eso con la zurda aunque breve y con esfuerzo en tirar del toro por abajo, cuajó algunos naturales largos y profundos. Media que bastó en la suerte suprema, y aunque hubo petición, otra vez nada. ¿Palco anti-Morante podría ser?.
El Juli, con un quinto no del todo bueno y que parecía que por el izquierdo perdía el objeto y además no tenía ritmo ni clase para embestir y muy poca fuerza que conjuró cual batuta de director musical, a media altura la mano y tirando de él con suavidad exquisita y temple que era caricia. Pulseando en los naturales conseguía que fueran circulares enroscados a su cintura. Pero la espada, como muchas veces este año, no sirvió. Saludó, ovación.
El sexto también tuvo poca fuerza; donde lanceó por verónicas en los medios y quitó Rufo y en muleta un trasteo largo y despegado, sea porque lo pasaba por el pico de la muleta o porque además la prolongaba con el acero de ayuda. Pero estaba el público con el y tras el fallo con el acero le pidieron oreja que el palco no concedió.
Así terminó una con un cartel de esos que dicen de expectación y de toros que se dejan sin molestar... pero en el llamado de la taquilla no se reflejó. Día de ‘feria de día’ con casetas por las calles además de su recinto ferial, ruido y gente alegre por dónde mires; como también 15 antis gritándonos "asesinos"… que no lo somos. Sí somos tolerantes y apasionados por la tradición de aquí y de allá. Porque el arte, amigo mío no tiene nacionalidad. Y la Tauromaquia es el arte de lidiar toros. Algo que no siempre surge, pero que es así.