ZAMORA - Crónica de Vicente Barrera / Tribuna da Tauromaquia . Toros -cuatro de ellos más que cinqueños- de David Ribeiro Telles (hereder...
ZAMORA - Crónica de Vicente Barrera / Tribuna da Tauromaquia.
Antes de comenzar la corrida se guardó un minuto de silencio en memoria del maestro zamorano Andrés Vázquez, recientemente fallecido.
"... Si no fuese porque -sabido es- los toros fueron sorteados como Dios manda, habría quien diría que Joao Ribeiro Telles Jr. se presentó en Zamora con un escogido y excelente toro bajo el brazo, de la ganadería que lleva el nombre de su abuelo (q.e.p.d.)...."
El primer toro de la tarde mostró bravura y buen son. Cartagena le paró un poco los pies, con dos rejones de castigo. Con el toro ahormado, Cartagena sacó lo mejor de su repertorio, tratando de ganarse a la concurrencia : banderillas al quiebro, violín y aún banderillas cortas. Lo que iba bien terminó mal porque no colocó adecuadamente el rejón de muerte. El público, entre que aún andaba algo frío -al ser el primer actuante de la tarde- y el fallo con el acero, despachó a Andy con una ovación como consuelo.
Tampoco iba a estar acertado João Moura Jr. con el segundo toro de la tarde a la hora de pasaportarlo. De salida, el rejón de castigo que colocó Mourinha al toro, lo acusó sensiblemente el morlaco. Mostró Moura Jr. su buen toreo, aplaudido con fuerza por el público en varias de sus acciones. Lo estropeó después a la hora de matar y el público le premió, como consuelo, con ovación final.
Tampoco iba a estar acertado João Moura Jr. con el segundo toro de la tarde a la hora de pasaportarlo. De salida, el rejón de castigo que colocó Mourinha al toro, lo acusó sensiblemente el morlaco. Mostró Moura Jr. su buen toreo, aplaudido con fuerza por el público en varias de sus acciones. Lo estropeó después a la hora de matar y el público le premió, como consuelo, con ovación final.
Si no fuese porque -sabido es- los toros fueron sorteados como Dios manda, habría quien diría que Joao Ribeiro Telles Jr. se presentó en Zamora con un escogido y excelente toro bajo el brazo, de la ganadería que lleva el nombre de su abuelo (q.e.p.d.).
Tenía 5 años y medio nada menos, nacido en enero de 2017, este "Sardinero" que fue un toro estupendo, con tranco, con excelente son, con intensidad y evidente bravura. "Joaozinho" vio muy bien las excelentes condiciones que el toro tenía y las aprovechó para lucirse, incluso en los dos iniciales rejones, colocados con innegable maestría. Ya en banderillas conectó con el público desde el primer momento de su faena e hizo vibrar a los tendidos de principio a fin, siendo muy aplaudido en todo lo que hacía, que fue mucho y vistoso, elegante en ocasiones y airoso y nada vulgar en las demás acciones. Gran toro y gran cavaleiro en plaza. Finalmente, aunque falló en inicio con el rejón de muerte, acabó por ser premiado con una oreja y el toro fue muy aplaudido en el arrastre. El comentario general en la plaza era... ¡lástima que este cavaleiro no tenga un segundo toro para seguir deleitándonos con su clase!.
El también portugués Francisco Palha tuvo delante otro buen toro de "David Ribeiro Telles". El cavaleiro mostró que su toreo es gran verdad y no tiene nada de treta. Lo hizo desde el inicio de su faena, al recibir al toro con un primer rejón que llevaba mucho de sello personal de autenticidad. La frontalidad con que se mostró en el tercio de banderillas agradó mucho al respetable; se vieron momentos de afrontar de verdad el riesgo, en distancias muy cortas, apostando por ese Toreo de frente que tanto le caracteriza y que con tan buen gusto interpreta. Francisco Palha estropeó también una buena faena con su mal manejo del rejón de muerte. El público pasó a consolarle con una ovación final.
El quinto toro de la tarde era de chásis más bien alto. Parecía por momentos como ausente, distraído si ustedes quieren. Pero claro, tenía enfrente al rejoneador Andrés Romero, con su toreo de espectacularidad, rotundidad y caballazos si menester fuere. De modo que el toro acabó por dejar de estar distraído y -lo quisiese o no- acabó atento a las propuestas que el espectacular rejoneador le hacía. Andrés Romero ya había ido a buscarle en inicio a la puerta de toriles, el onubense se mostró decidido a no quedarse atrás ante las sólidas actuaciones de otros compañeros de cartel. Logró meter el toro en su canasto y construir una faena de poderío culminada con un rejón de muerte en adecuado lugar, lo que acabaría por otorgarle una oreja por parte del público.
Cerró plaza otro español, el rejoneador Juan Manuel Munera. Le salió por delante un enrazado toro, con casi cinco años y medio y 643 kilos, el de más peso de los de "David Ribeiro Telles", ante el que Munera hubo de emplearse a fondo para controlar algunas alocadas embestidas. Controlada la situación, Munera desplegó en banderillas un buen repertorio, del agrado del público, al que trató de alegrar con sus acciones con los caballos en las preparaciones antes de clavar las "farpas". Como sirvió el rejonazo final para pasaportar al toro, la oreja acabó en el esportón de Juan Manuel, aplaudido con fuerza en su vuelta al ruedo, con la que se cerraba el festejo.
Apenas media entrada. En general, buenos toros de "David Ribeiro Telles" que transmitieron emoción -la mayor parte- y acabaron por dar juego -todos-.
ANDY CARTAGENA, ovación.
JOAO MOURA JR, ovación.
JOAO RIBEIRO TELLES JR, oreja.
FRANCISCO PALHA, ovación.
ANDRÉS ROMERO, oreja.
JUAN MANUEL MUNERA, oreja.
ANDY CARTAGENA, ovación.
JOAO MOURA JR, ovación.
JOAO RIBEIRO TELLES JR, oreja.
FRANCISCO PALHA, ovación.
ANDRÉS ROMERO, oreja.
JUAN MANUEL MUNERA, oreja.