Montijo : el fulano invasor del ruedo, ya sin camisa, es perseguido por un subalterno Ya pisando en el ruedo, al lado de las tablas, el inv...
Montijo : el fulano invasor del ruedo, ya sin camisa, es perseguido por un subalterno |
El tipo ese anti-taurino de los Países Bajos, que se lanza a las plazas de toros, lo detienen un rato y luego es puesto en libertad tras darle un rebuçado... volvió a la carga este fin de semana porque le ha cogido un gusto a la Tauromaquia portuguesa que no veas. Colecciona saltos desde la grada a la arena, para luego quitarse la camisa sobre la marcha y que los espectadores vean su cuerpo pintado con letreros de protesta...
El sujeto, que no es más que una marioneta subvencionada de ciertos movimientos internacionales que pretenden -cual dictadura- imponer a los demás un modo de vida (si por ellos fuera solo se comería hierba, lechugas y verdes), busca publicidad para la causa anti-taurina que sostienen estos tipos en los países donde la Tauromaquia existe. Y el modo de lograrla es arrojarse a los ruedos, para que le hagan fotos, estas salgan en los diarios y televisiones y... el show anti continue. Y capte así más ignorantes e ingenuos para los movimientos que mueven los hilos del payaso.
Esta vez, en Montijo, el pájaro volador iba acompañado en su salto por una pelirroja señora, que también llevaba su cuerpo convertido en letreros pinturrajeados sobre carne humana. Pero el personal asistente a la tourada se quedó sin ver si los senos y curvas de esta señora eran grandes o pequeños, turgentes o flácidos, porque en su vuelo desde la grada hacia el ruedo, la señora pelirroja aterrizó antes de tiempo... en el callejón de la plaza y fue reducida de inmediato, sin tiempo a despelotarse como bien le hubiera gustado hacer.
Este personal anti, tras ser identificado en su momentánea detención -mejor sería decir retención- es propuesto para sanción... le dan un caramelito y ¡hala!. a volar en otra plaza cuando ellos quieran... La sanción no la pagarán, porque estarán cuando llegue el momento de la misma en paradero desconocido y... a otra cosa mariposa. A seguir tocando las narices en otra plaza de toros.