¿Una sana rivalidad Juanito-Tomás Bastos resucitará el "Toreo a Pie" en Portugal en los próximos años?

Espectacular. Extraordinario. Inolvidable.

La corrida mixta del martes por la noche, en la plaza de Moita, fue la mejor publicidad posible para el toreo a pie en Portugal, combinando al melhor torero del país durante las últimas dos temporadas con uno de los novilleros sin picadores más exitosos en el circuito europeo de este año.

João Silva 'Juanito' estuvo, como siempre, elegante, inventivo, artístico y técnicamente soberbio.

Su primer toro le permitió mostrar al máximo su repertorio, a pesar de haber estado varios días en "fuera de juego" por una luxación de rodilla producida en un entrenamiento sólo once días antes.

El segundo toro de Juanito limitó mucho sus opciones pero aun así consiguió realizar una faena excepcional para lo que era aquel astado y para cerrar la noche.

A Tomás Bastos le pusieron delante un novillo formidable, que era, como los dos toros de Juanito, también de la ganadería Calejo Pires. Su debut entre toreros adultos en la vertiente sur del Tajo fue un sueño hecho realidad. Por su gran actuación fue Tomás recompensado con dos vueltas al ruedo acompañado del ganadero Francisco Calejo Pires y con una salida a hombros de la Praça de Toiros Daniel Nascimento, una de las plazas más prestigiosas de Portugal.

Pero quizás lo más importante es que la noche consolidó una relación de respeto mutuo, admiración y camaradería entre los dos toreros de a pie. Hubo frecuentes abrazos y palmaditas en la espalda, frecuentes conversaciones y sonrisas, y cuando Bastos fue atrapado por su novillo mientras banderilleaba, fue Juanito quien llegó primero a él para levantar y desempolvar a su colega más joven y asegurarse de que se mantuviera firme, habiendo corrido en su ayuda sin esperar a recoger su capote.

Tienen mucho en común. Tanto Juanito como Bastos tienen el toreo en su ADN, teniendo en sus árboles genealógicos un forcado y un banderillero, y un matador de toros y un banderillero, respectivamente. Ambos fueron entrenados en la escuela taurina de Vila Franca de Xira antes de continuar su formación al otro lado de la frontera, en Badajoz. Y Bastos ahora está aprendiendo, como tuvo que aprender Juanito una década antes, lo que significa cargar con el peso de las expectativas de su país y sus medios.

Todo indica que Juanito y Bastos se alternarán muchas, muchas veces en el transcurso de las próximas temporadas y juntos inspirarán a futuras oleadas de becerristas y novilleros a seguir sus pasos.