Nazaré) La gran lección que el maestro Rouxinol nos dio : todos los toros tienen su lidia

Texto de Eugénio EIROA - Fotos de ARAÚJO MACEIRA

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En la corrida de los 3 maestros, ninguno de los 3 defraudó, solo que lo de Salgueiro resultó -además- algo especial, algo fuera de cualquier previsión inicial... como ya quedó explicado en otros post o reportajes que ya hemos publicado.

Al igual que sucedió con António Ribeiro Telles, el también maestro Luis Rouxinol mostró que lo de maestro es por auténtico derecho propio, no por los años de servicio acumulados -que también-. Uno mejor que el otro, pero los dos toros de Rouxinol no fueron gran cosa, uno de ellos muy por bajo del nivel que nos tiene acostumbrado Passanha (el ganadero sabrá qué hay tras esta irregularidad que hemos notado en el rendimiento de sus toros, tanto en Abiul como en Nazaré).

Pero claro, cuando en la arena está un torero con treinta y muchos años de alternativa, que aún se encuentra en auténtica forma, que se las sabe todas, que ha peleado en estas tres décadas largas con toros de todo tipo y condición, que se ha comido muchos marrones para llegar a donde ha llegado... no iba a ser un imposible un par de toros de Passanha de los maluchos, de esos que no reúnen y obligan a pasar en falso al cavaleiro, de estos que lo mismo reculan en tablas que de repente te dan un arreón; de esos que no sabes qué decir, que no son mansos realmente, que no son codiciosos realmente, que no son... lo que deberían de ser; que son de la veta mala murubeña diríamos... pues dos toros así, uno malo, el otro menos malo, los despachó el maestro Luis Rouxinol dándonos a todos los espectadores unas lecciones, un cursillo rápido de lo que es conocimiento de los terrenos y del toro que te toca en suerte, aplicación de la estrategia correspondiente y puesta en práctica del toreo adecuado, porque -como aún nos comentaba recientemente el propio Rouxinol- todos los toros, incluso los malos, tienen su lidia, aunque no posibiliten luego dar el ansiado espectáculo...

Lo que logró Rouxinol en Nazaré -y ahí está su mérito- es que el público que llenaba la plaza, entendiese precisamente eso, que todos los toros -por adversos que sean- tiene su lidia; y vino a decir al público, especialmente a los verdaderos aficionados, que el estaba allí para dar cuenta del recado, no para despachar aliviándose de cualquier manera... El público lo vio, lo entendió, lo asumió y... poniéndose en todo momento de parte del torero, aún hizo que este sacase de donde no había y obtuviese leche de las piedras, por utilizar frase más portuguesa que española, digamos.

Ninguno de los 3 maestros defraudó en Nazaré. Los 3 estaban concienciados, dispuestos a dar una gran noche, de compromiso y verdad, de protagonismo en lo que son : maestros de la Tauromaquia a caballo. Y dentro de las posibilidades que a cada uno los toros en suerte dieron, ahí dejaron para el recuerdo una noche ya imborrable, imperecedera en el tiempo, porque entre los miles de espectadores que asistieron siempre. habrá cientos a los que jamás se nos olvidará lo que vimos.

Queden ahora unas docenas de fotos de lo que fueron las actuaciones del maestro Rouxinol en sus dos toros de esta "corrida de los maestros".