Texto de NESTOR SEGURA

Evidentemente que la vuelta de Morante de la Puebla, tras varias fechas lesionado; el adiós de El Juli... acabaron por casi llenar la plaza de Pontevedra que este domingo estuvo con cerca de 7.000 espectadores en sus gradas, lo cual -sorprendentemente- para varios medios informativos no es noticia, que se reúnan 7.000 indivíduos pagando entradas que iban desde los 40 euros hasta mucho más, según la zona de la plaza. Para esos medios a los que nos referimos la noticia no es 7.000... la noticia es dos o tres centenares de jóvenes con la pancarta, agitados por determinada formación política y llegados no pocos de ellos desde otras zonas de Galicia, gritando y pidiendo por las calles de Pontevedra...la prohibición de las corridas de toros. Un año más, la misma historia y los mismos medios de comunicación con semejante escala de valores...

FICHA DEL FESTEJO QUE CERRÓ LA MINI-FERIA DE LA PEREGRINA
Seis toros de Santiago Domecq, bien presentados en general y de buen juego en conjunto. Destacaría especialmente el segundo, y, sobre todo, el tercero. El peor fue el cuarto, un imposible para Morante, que encima de llevó una bronca del público que pretendía que el de la Puebla hiciese un milagro...
Morante de la Puebla, de verde manzana y oro: oreja y bronca.
Julián López "El Juli", de gris plomo y oro: dos orejas y oreja con petición de la segunda.
José María Manzanares, de azul marino y oro: ovación y ovación tras aviso.
!Quédate, Juli, quédate...!, gritaron y acabaron cantando las peñas de Pontevedra a El Juli.
Julián López "El Juli" se despidió este domingo de Pontevedra (ya veremos si vuelve o no pasado un tiempo) con 3 orejas cortadas, estrenduosa ovación de despedida y salida por la puerta grande. Un adiós a lo grande de la afición de Pontevedra después de protagonizar una gran tarde de toreo para el recuerdo, al salirle un toro -segundo- excelente, ante el que implementó una gran faena. También en el quinto estuvo soberbio, pero el presidente no quiso darle la segunda oreja que clamorosamente la plaza para el pidió. En total cortó tres orejas ante una importante corrida de Santiago Domecq que no defraudó en su presencia en el pontevedrés coso de San Roque.
El Juli puso la plaza de Pontevedra frente a un buen ejemplar de Santiago Domecq, al que cuajó una importante faena como ya queda dicho, muy completa, variada y altamente convincente, en la que toreó con hondura, templado y bajando mucho la mano, e, incluso, hincando rodilla en tierra. La plaza fue una especie de manicomio en donde el grito de "Juli, quédate", acompañó a la vuelta al ruedo con dos orejas logradas tras una estocada fulminante.
Fue a Lozano a quien brindó El Juli su último toro en Pontevedra, toro que cuajó después de principio a fin, con un toreo grande y con el matador gustándose, toreando para unos tendidos que disfrutaron por todo lo alto este domingo, posiblemente de la mejor versión de Julián López "El Juli", para el que se pidieron otras dos orejas pero el presidente de la corrida optó por ser tacaño "y conservar el prestigio que la más que centenaria plaza de Pontevedra bien merece".

Morante de la Puebla volvió con ganas tras su parón lesionado, realizando una primera faena en la que dejó pinceladas de su arte, a la hora de interpretar el toreo frente a un toro noble y manejable. Tanto con el capote como con la muleta hubo momentos excelsos, pese a que el público aún estaba frio... momentos de torería de alta nota a cargo del andaluz, que cortó una oreja tras una estocada que despachó al toro. Y las cosas fueron distintas en la segunda parte. El cuarto toro fue el garbanzo negro del encierro. Fue ahí donde Morante, entendió que había que probarlo, si acaso levemente por los dos pitones y viendo que aquello denotaba luz roja en negatividad, optó por irse a por la espada. Y ahí se desató una bronca de padre y señor mío por parte del público.

No fue una buena tarde para Manzanares que acabó por no saber aprovechar al importante toro tercero de la tarde que llegó a su presencia, un toro encastado, con tranco y con calidad al que había que entender, pero el alicantino no fue capaz, se quedó sin verlo y salvo un par de tandas con la derecha... poco que rescatar, al lada de su falta de acierto con los aceros. 
Mejoró algo Manzanares frente al sexto, otro buen toro al que supo ahora recetar una faena con más sentido aprovechando bien las bondades que el astado tenía por pitón derecho. Pero... ¡ay!, Manzanares nuevamente falló con los aceros y todo quedó en una gran ovación.

Y así terminó la mini-feria de la Peregrina : tres cuartos en la primera corrida, bastante más de tres cuartos cerca ya del lleno. en la que cerraba la feria. ¡Quien sabe, a lo mejor los Lozano, un año de estos meditan, se dan cuenta del tiempo perdido y se deciden a ser taurinos de verdad, afrontando como empresarios la labor de volver a sembrar entre la indudable afición que hay en Pontevedra y el Sur de Galicia!. Para ello habría que volver a las 3 corridas que antaño había, estimular a los menos pudientes con algunas opciones de precios algo más accesibles y... convencerse de que con subsistir-resistir, no basta!.