Abiul) A noite em que Rui Fernandes não foi o grande cavaleiro que realmente é...
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Texto de EUGÉNIO EIROA - Fotos de ARAÚJO MACEIRA, en la plaza
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Se esperaba con la expectación propia de quien es y se considera figura del Toreo, la presencia en el cartel que cerraba la Feria de Abiul, del veterano cavaleiro luso Rui Fernandes, que torea poco en Portugal y bastante en España de la mano de Diego Ventura, al que suele abrir plaza en muchos de los carteles donde interviene.
Rui Fernandes tuvo en Abiul de todo, absolutamente de todo. Desde algún momento genial a algún momento francamente malo, pasando por una variedad de situaciones, unas más positivas, otras más negativas que conforman un global más bien tirando a la decepción -que no al fracaso-.En su primer toro no se empleó a fondo y se evidenciaron carencias y situaciones fuera de lugar en su faena.
En su segundo toro (cuarto de la noche) espoleado por la vibrante actuación de su sobrino en el toro anterior, Rui Fernandes quiso ganarse a la concurrencia y trató de poner toda la carne en el asador, lo cual no siempre fue acompañado de acierto. Mejoró notablemente la faena que había hecho en el primero, pero estuvo distante aún del Rui Fernandes brillante y buen cavaleiro que conocemos. Quiso pero no pudo redondear la faena que hubiese -de haber salido bien- justificado su contratación en Abiul. Se le pasó el arroz al veterano cavaleiro que tiene oficio y recursos de sobra para hacerlo mucho mejor que anoche, donde los toques fueron varios, incluso hubo caída en tierra para caballo y cavaleiro; en la colocación de la ferragem hubo de todo y en la ejecución de las suertes también (hasta incluso dos pasos en falso a la hora de colocar cumpridos)...
Desgraciadamente, que los toros vayan enfundados en Portugal (embolados) no debería de ser en la práctica patente para dejar que el toro te de topetazos en el caballo... no se inventaron para eso las fundas. Y los toques del toro en el caballo deben de ser considerados siempre como un demérito a tener en cuenta en las faenas. Sobran fotos en las faenas de anoche para justificar lo que decimos... y un torero de la categoría de Fernandes no puede ir a Portugal a torear con la ventaja de las fundas de los cuernos y transformar eso en una patente de corso para arrimar los caballos al toro y buscar así una pretendida espectacularidad que no existe -sino deslucimiento- desde el momento en que el toro toca y empuja más de una vez con sus fundas al caballo, lo que de no haber las fundas por medio, en más de un caso se convertiría en cogidas más o menos graves y sangre equina...
De manera que es hora de ir poniendo coto a esta permisividad imperante -que antaño no existía- a esta tolerancia absurda por parte de públicos ignorantes y directores acomodaticios... y reclamar que el Toreo vuelva a los cauces de donde nunca debió de salir.
Rui Fernandes tiene categoría, sabiduría y clase sobrada para torear sin toques en sus monturas; para hacer faenas importantes y, sobre todo, para torear serenamente, sin velocidades absurdas, sin nervios como los ayer evidenciados al ver que se quedaba atrás de su sobrino...
En Abiul, en donde sea, hay que salir al cien por cien desde el primer minuto... dejarlo para el segundo toro puede que resulte un ya es tarde, aunque brindemos a la señora que está en la barrera y que manda en la freguesia del lugar.
