Con el final de Abril se cumplieron 10 años desde el día en que João Silva "Juanito" se vistió de luces por vez primera. Y a partir de ahí comienza un camino difícil, que le ha llevado ya a ser torero de alternativa, tras una gran etapa como novillero. 
Hoy, Juanito espera contratos. Su apoderado actual le está conduciendo por un camino que no parece todo lo recto y rápido que el torero ahora mismo necesitaría... Pero es lo que hay. Y en ese es lo que hay se incluye una próxima cita en Higuera la Real y la esperanza de que su apoderado lo coloque este año en la Feria de San Juan, en Badajoz, algo que se antoja difícil, tremendamente difícil porque las relaciones entre Cutiño & cia y Domínguez parece que no pasan precisamente por el mejor momento.
Con todo, el torero tiene la esperanza y el firme deseo de aprovechar todas y cada una de las oportunidades que se le presenten y tratar así de salir de la situación más bien de "stand-by" en que actualmente se encuentra...
Tratando de recordar el trayecto inicial de Juanito, que sería lástima -con el trabajo que le costó- que no fuese aprovechado con la proyección de una carrera de importancia en el Toreo, hemos pedido a nuestra muy estimada colaboradora, Rosalea Ryan, que trazase en un reportaje, la evocación de esta historia del 10º aniversario del día en que se vistió de luces João Silva por primera vez.
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10 años desde que Juanito se vistió de luces por primera vez...


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tribuna da tauromaquia 
by ROSALEA RYAN
Fotografia : ROSALEA RYAN y Archivo
Recuerde : imágenes a mayor tamaño si hace click sobre ellas).
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Todo trayecto comienza en alguna parte.

El trayecto en oro de João Silva ‘Juanito’ comenzó hace exactamente poco más de diez años, en Alconera, un atractivo pueblo a pocos kilómetros de Zafra, en Extremadura.

Juanito debutó de luces el 27 de abril de 2013 en una clase práctica de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz.

Bajo la dirección del gran torero y maestro extremeño Luis Reina, el becerrista Juanito – en ese momento con 14 años y tres días y anunciado como ‘Juan’ Silva – se enfrentaba a un novillo de La Peregrina, la ganadería de otra figura del Toreo de la provincia, Antonio Ferrera.
Proporcionar esta res fue solo el primer paso en lo que rápidamente se convirtió en una asociación duradera.

En los años siguientes, Ferrera siguió desempeñando un papel inspirador en el desarrollo del joven Juanito, alternando 13 meses después con João Silva y otros tres alumnos de la escuela ante 4.000 espectadores (3.000 de ellos niños) en Cáceres.
Desde entonces, la pareja ha compartido muchos días de éxito juntos en los ruedos de España y Portugal y la temporada pasada salieron a hombros uno al lado del otro por la puerta grande en Higuera la Real (Badajoz), plaza a la que vuelve ahora Juanito en breves fechas.

Al fondo las canteras de mármol y granito de Alconera

Aquella tarde de hace diez años, en Alconera, cuando el sol comenzaba a hundirse hacia la cerro de mármol y granito que es una fuente importante de industria para el pueblo, Juanito cortó ambas orejas de su único novillo de La Peregrina y tenía petición fuerte del rabo.

Juanito, hace diez años, en Alconera


“Vestirse de luces es un ritual. Yo lo comparo con una metamorfosis entre el hombre y el torero. Ponerse un traje es envolverse en una espiritualidad que te lleva al reconocimiento. Vas a torear y, en el fondo, aunque no lo pienses, vas a jugarte la vida. El toreo es la única arte plástica en la que nunca sabes qué va a pasar. El traje de luces es transparente. Deja ver el alma y el estado del torero. Mira si lo es que si pones 10 hombres vestidos de luces, puedes diferenciar perfectamente quién es torero y quién no. Para los toreros nuestro vestido tiene un significado muy especial. Es sagrado.”
Juanito era el menor de los cuatro chicos que actuaban en la plaza modesta en la ladera, con vistas a los edificios encalados, la llamativa Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol en la Plaza de España central, y una estatua de un minero y su burro cargado de cestas, honrando la herencia de producción de cal en el distrito.
Seis años más tarde se convirtió en el primero del cuarteto en tomar la alternativa, como el destino lo tendría con Ferrera como padrino (y Cayetano Rivera Ordóñez como testigo) en la Plaza de Toros de Badajoz.
De los otros tres jóvenes que lidiaron a su lado en 2013, Juan Carlos Carballo sigue actuando como novillero, habiéndose retrasado su propia marcha por una fractura en una pierna y luego por la pandemia, mientras que Miguel Luna y David Bolsico no están activos en la actualidad.


La llamativa Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol en la Plaza de España central y -arriba- una estatua de un minero y su burro cargado de cestas

En la década transcurrida desde su debut de luces han surgido otros toreros de origen portugués pero ninguno ha llegado aún a confirmarse en Madrid, como lo fue Juanito el pasado mes de mayo de 2022.

Semanas atrás, Tomás Bastos se convirtió en el último portugués en debutar de luces, también en Extremadura rural, en otra clase práctica organizada por la escuela de Badajoz.

Alconera ya no tiene ahora plaza de toros propia, ya que hace unos años se eliminó la instalación desmontable que acabó siendo fija un tiempo.
En su lugar, la plaza de toros más cercana está en Zafra, a 10 kilómetros por carretera, donde Juanito indultó un toro en compañía de Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey el pasado mes de octubre.


El jueves 27 de abril de 2023, cuando visitamos estas tierras donde 10 años atrás Juanito se vistió por vez primera de luces, a las 17:30 horas, hora en que comenzó la novillada y clase práctica anunciada, Alconera era un pueblo tranquilo y de aspecto próspero donde pequeños grupos de sus aproximadamente 750 residentes se sentaban a disfrutar de bebidas después del trabajo o estaban parados charlando con vecinos.

No es Alconera lo suficientemente grande como para sostener supermercados o emporios, conserva la intimidad y la amabilidad relajada y abierta de la que a veces carecen las grandes ciudades.
Habitada ininterrumpidamente desde la Edad de Piedra antigua, incluso a lo largo de la Reconquista de Extremadura, Alconera formó parte de un señorío de propiedad privada desde 1307 hasta mediados del siglo XIX.

Aquel jueves por la tarde en que visitamos Alconera, sus balcones ya estaban engalanados –exactamente como 10 años antes– para la fiesta anual, dos días después, de San Pedro, Mártir de Verona y patrón de Alconera, festejada comunalmente cada 29 de abril.

El décimo aniversario de su debut de luces transcurrió sin estridencias para Juanito, quien estaba en la etapa final de preparación para su tercer compromiso de la temporada 2023: un festival mixto en Campanario donde cortó dos orejas.

Sin embargo, esa experiencia de vestirse por primera vez con el icónico traje de un torero a pie, sus lentejuelas y bordados dorados brillando sobre un fondo de seda azul capri, estaba tan viva como siempre: la emoción, la sensación de asombro, el nerviosismo, la anticipación.
Este rito de iniciación no fue algo que “simplemente ocurrió”, no llegó de la noche a la mañana.
Para llegar a este punto de su vida, Juanito llevaba ya una década preparándose con becerros.
Había actuado en público por primera vez a la edad de ocho años en una corrida durante el festival de Ovibeja en Portugal y luego en Campo Pequeno, en Lisboa, la plaza más importante del país.

Para explicar el significado de su primero traje, Juanito da la última palabra a Enrique Ponce.
Uno de los grandes de todos los tiempos del Toreo –y el primero en la historia en haber toreado más de 2.000 corridas–; Ponce lo resume así: “Vestirse de luces es un ritual. Yo lo comparo con una metamorfosis entre el hombre y el torero. Ponerse un traje es envolverse en una espiritualidad que te lleva al reconocimiento. Vas a torear y, en el fondo, aunque no lo pienses, vas a jugarte la vida. El toreo es la única arte plástica en la que nunca sabes qué va a pasar. El traje de luces es transparente. Deja ver el alma y el estado del torero. Mira si lo es que si pones 10 hombres vestidos de luces, puedes diferenciar perfectamente quién es torero y quién no. Para los toreros nuestro vestido tiene un significado muy especial. Es sagrado.”