En la cercanía de un buen torero portugués que en la temporada pasada era torero de moda y arrastraba gentes allá donde iba a actuar, hay un sujeto que ahora se ha pasado al bando de los que desprecian la TRIBUNA da TAUROMAQUIA.
La ingratitud, el creerse por encima de todo, es enfermedad que por desgracia se instala muchas veces en el mundo de los Toros y afecta a no pocos. Este pobre hombre está enfermo de ingratitud. 
Hace un año, la TRIBUNA era el no va más para el caballero. Ahora, es algo que anda por ahí. Y cuyas preguntas -una tan solo, pero importante, hecha el 4 de abril y leída por el susodicho a las 19:44-, no merecen, ni la educación de ser atendidas.
En agosto de 2023 se cumplirán 49 años de Periodismo por nuestra parte. Como pueden comprender, hemos topado en este tan largo camino con un batallón de ingratos. Este pobre desgraciado no deja de ser uno más.
El problema de algunos toreros, a veces, no está en ellos mismos, sino en cierto personal que les rodea, que -dependiendo del grado de influencia que alcancen sobre el diestro- pueden acabar siendo un problema. Y a veces un problema muy complicado de solucionar, teniendo en cuenta lo que interfiera en el propio crecimiento en la Tauromaquia que el torero necesita.

-------
tribuna da tauromaquia 
by EUGÉNIO EIROA
Recuerde : imágenes a mayor tamaño si hace click sobre ellas).
-------