Por Jesús López Garañeda, Federación Taurina de Valladolid
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Hay en Valladolid una pareja de novilleros que si hubieran nacido y criado por las tierras de María Santísima, a buen seguro que las oportunidades de ambos serían mucho más abundantes, ambiciosas y ofrecidas y que al ser de Pucela, ese nombre más futbolero que histórico con el que se conoce a nuestra capital vallisoletana, la afición actual es poco amante de apoyar a sus toreros de fortuna.

Se trata de Mario Navas y de Daniel Medina, dos chavales que personalmente quien los ha visto torear, y yo soy uno de ellos, hablan y no paran de su flujo y renovada savia para el toreo tan necesario de jóvenes valores, que se merecen el apoyo y la proyección que el sistema no les da, al quedar reducidos al ostracismo, al olvido, al abandono, a no darles las oportunidades que merecen.

La escuela de Salamanca les ha forjado a ambos, se han preparado, conocen la técnica, están sobrados de ganas y osadía, atrevimiento y valor sereno y entregado y sin embargo no tienen la oportunidad en su propia ciudad haciendo bueno el dicho evangélico que «nadie es profeta en su tierra«.

Valladolid y el coso del paseo de Zorrilla ha sido siempre un ejemplo de ofrecer novilladas sin y con caballos durante el programa de festividad. Así San Pedro Regalado era un momento excepcional para ver una novillada sin caballos con seis chavales que empiezan y quieren en su alma ser toreros. También durante los días de la Feria de Nuestra Señora de San Lorenzo, el cartel de las corridas se completaba con una novillada con picadores de tronío y prestigio.

Alguien podrá decir: Ya, pero eso era cuando el Ayuntamiento vallisoletano ayudaba a la mercantil del coso con una respetable cantidad para promocionar el valor de la cantera taurina y torera. Cierto. Ahora retirada la ayuda, retirados los premios, retirado el anuncio de «Valladolid, ciudad taurina», borrado el Museo taurino; eliminado todo vestigio que huela a toro por las autoridades locales y atacada la Tauromaquia desde demasiados lugares, su peña se resquebraja cada vez un poco más.

Hoy ha comenzado una nueva etapa para la plaza de toros de Valladolid con una joven empresa que quiere echar a andar con el prestigio de la labor a desarrollar, llamando al público para que vuelva a llenar el graderío, se ilusione, fomente y acuda a los toros y muestre el acicate a estos muchachos que quieren ser toreros y que ya tienen un poso de formación más que contrastado, abriéndoles la puerta del coso para que allí expongan su gracia torera frente a una res brava.

Mario Navas y Daniel Medina son dos novilleros de Valladolid que merecen no ya el reconocimiento del aficionado, que lo tienen, sino el decidido compromiso de querer verles torear en su tierra, el empuje necesario de su merecida oportunidad y luego… ¡que sea lo que Dios quiera! porque Valladolid precisa al menos tener una novillada en su feria… También Pérez Marciel y José M. Serrano echan su cuarto a espadas y Borja Serrano y Pedro Andrés, estos dos sin caballos, podrían ser los seis protagonistas de un festejo. Pero en fin. Así están las cosas.

Fotos : Juan Fermín Rodríguez
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