tribuna da tauromaquia

Hay que salvar, cuanto antes, el rejoneo en España, el Toreo a Caballo... hay que acabar con el círculo cerrado, cada vez de menor dimensión, en el que se desenvuelve esta actividad.

Hace casi tres años nos impactaban -y mucho- las declaraciones de un joven rejoneador de la zona de Levante, que anunciaba que se retiraba de los ruedos antes de que tuviese que retirarse arruinado... y explicaba que, tal y como estaba el rejoneo en esos momentos en España -poco antes de ir para adelante la pandemia- no había futuro, no había nada que hacer y ... que a el solo le quedaba la opción de robar para dar de comer a sus caballos, por lo que vendía (malvendía) su cuadra y dejaba de torear...

Nadie reflexionó entonces, nadie entre los que cortaban y cortan el bacalao en las organizaciones taurinas de las corridas de toros a caballo... 

En el año 2008, en España se dieron 445 corridas de rejoneo... en el 2022 solamente se organizaron 166 festejos... toreando casi siempre los mismos toreros a caballo, toreando casi siempre los mismos toros nhoc-nhoc (murubeños).

Están exprimiendo el limón un día y otro, hasta que ya no caiga ni una gota... Y entonces será el final. Para entonces, muchos -como el rejoneador aquel levantino- ya no estarán, ya no existirán sus cuadras, no harán por competir, sencillamente porque han tenido que cerrar la tienda y dedicarse a otra cosa.

El Toreo a Caballo en España necesita urgentemente de una revolución. Una revolución a la que el público aficionado nunca haría ascos, al contrario, agradecería...

Hay que abrir, inmediatamente, el círculo cerrado al que nos referimos. Y agrandarlo es dejar que en el entren, cara a torear de verdad, no de pascuas en viernes, muchos más rejoneadores(as) de los muy pocos que actualmente se ponen las botas... porque siempre torean los mismos...

Pero antes que nada, tan urgente como eso o más, es cambiar las reglas del juego. Hay que aprobar y pactar cuanto antes una nueva normativa, un nuevo reglamento para las corridas de toros a caballo en España. 

Hay que acabar con esos pequeños cuchillos llamados eufemísticamente "rejones de castigo" que, en una mayoría de los casos, más que reducir o parar la fuerza que el toro lleva de salida, lo que hacen es dañar ya de inicio seriamente al animal y restarle movilidad hasta extremos muchas veces desesperantes... Dicho de otro modo :  los "rejones de castigo" pueden parar los pies del toro, pero pueden hacer que deje de embestir; cuando al toro hay que dejarlo con una embestida templada, alegre, con fuerza y emoción para el tercio de banderillas, el tercio de los forcados si los hubiere, y el tercio final del rejón de muerte. No pocas veces, como consecuencia de los "rejones de castigo", los toros quedan malheridos y se paran, lo que muchos achacan equivocadamente a una supuesta falta de casta... cuando en realidad el rejoneador se ha cargado al toro con los "rejones de castigo" que le ha puesto de salida...

Por tanto : eliminar los "rejones de castigo" en el Toreo a Caballo en España, o cuando menos permitir colocar solamente uno, sería algo fundamental. En lugar de los "rejones de castigo" podrían colocarse -al estilo portugués- unos "ferros cumpridos", que solamente llevarían el arponcillo en la punta (mucho menor -desde luego- que los "rejones de castigo"), con lo que el toro quedaría mucho más entero tras el primer tercio de salida, habría lugar para la emoción y no para el aburrimiento muchas veces presente en las faenas del Toreo a Caballo en España... se ganaría muchísimo cara al espectáculo.

Si a ello se uniese un esfuerzo por llevar a los carteles diversidad de ganaderías, huyendo del tan aburrido mono-encaste murubeño, no cabe duda que podríamos estar ante un renacer del Toreo a Caballo en España, evitándose así el peligroso caminar actual hacia el abismo...

Más rejoneadores, más diversidad en los tipos de toros y... un reglamento modernizado y adaptado a la realidad, que evite que muchas faenas se conviertan en un monólogo -sin emoción- del rejoneador dando vueltas sobre el toro y clavando uno tras otro, sin más, los artilugios que tiene autorizados...

Ni es difícil, ni es complicado llevar a cabo lo expuesto. Otra cosa es que los que cortan actualmente el bacalao en este asunto quieran de verdad dar juego, abrir la puerta, dejar que la competencia real y válida se abra camino y que la Fiesta recupere en lo que el Toreo a Caballo se refiere, el lugar notable que está perdiendo...

Hay que acabar con el hastío de las corridas a caballo, propiciado por factores antes ya descritos. Y hay que actuar cuanto antes, antes de que sea demasiado tarde... No tendrán perdón de Dios quienes se opongan a la revolución que urge en el rejoneo en España.