tribuna da tauromaquia
by Eugénio Eiroa.



Lo que ustedes ven en las fotos superiores se corresponde con lo sucedido el pasado domingo en la plaza de toros de Acho, en Lima, el Perú, protagonizado por el torero español Antonio Ferrera. Las fotos nos muestran al torero en acción, enarbolando el capote que ven... color "verde guardia civil" por el anverso, color "verde esmeralda" por el reverso... Como ven, muy taurino, muy en línea con lo que toda la Vida fue y es un capote de torear...

Esto, o lo tomas a broma, te ríes, o no hay por dónde cogerlo. La extravagancia de este torero extremeño no tiene límites por lo que parece... Ya no es llevar de colores inusuales el reverso del capote... ahora ya es llevarlo en anverso y en reverso del color que le salga de las narices al caballero... Como lo de subirse al caballo cuando se le antoje, apartar al varilarguero y picar el propio Ferrera el toro... Como lo de no llegarle -cuando banderilleaba- tres pares y poner cuatro pares de garapullos al astado... El hombre -sin duda- va evolucionando en la estética del Toreo que protagoniza y ahora le ha dado, definitivamente, por imponer colores en los trapos de torear... Con el capote ya está, definitivamente al completo. Falta ahora saber cuándo le tocará a la muleta fenecer bajo los gustos de este radical torero...

Estas diversas y frecuentes historias made in Ferrera ya las había criticado meses atrás Jesús López Garañeda, en aquella crónica de hace dos meses que vio la luz en la página de la Federación Taurina de Valladolid y en esta TRIBUNA da TAUROMAQUIA, titulada : "Antonio Ferrera, histriónico en su demanda torera en Cuéllar...", en donde decía entre otras cosas refiriéndose al comportamiento en la plaza del polémico torero :
"Que la fiesta está llegando a una situación más que vergonzosa, provocada por las actuaciones de personajes directos e interesados en la lidia de toros, es de una realidad más que evidente en donde se ha impuesto solicitar y forzar indultos de los toros para que no se estoqueen en el ruedo, sin ser dechado de bravura, ni aptos para que el ganadero pueda destinarlos a la procreación, alterando a la concurrencia, haciéndolo con gestos ostensibles, formas que solo se utilizan como medios provocadores para forzar la decisión del Presidente de la Corrida...
En Cuéllar he visto un Presidente con integridad y seriedad, aplicando el reglamento con imparcialidad, adoptando las medidas que desde el palco se deben adoptar para evitar lo que puede llegar a producirse algún día: el conflicto de orden público. José María Costales ordenó clara y fehacientemente que Ferrera entrara a matar al cuarto toro de la tarde, el segundo de su lote, de la ganadería de Alcurrucén de nombre «Canastero», cuando los gritos de bastantes espectadores exigían con el torero que se indultara al toro....".

Y añadía López Garañeda sobre la polémica actuación de Ferrera en Cuéllar, tratando de forzar un indulto que el toro no merecía : "En el cuarto, intentó forzar la decisión del indulto, sobre-actuación que se puede convertir cualquier día en comedia bufa con esos vaivenes y exagerados actos, añadiéndose los distintos cambios de capotes de colores, hoy verde, ayer azul, para la lidia...".

Y este lunes, en su crónica de la corrida de Acho, Perú, nuestra corresponsal en América, Magaly Zapata explicaba sobre la actuación de Ferrera :
"... Un juego que se trocó por un momento en jugadaza, celada que tendió Ferrera a sus compañeros de profesión al invitarlos a banderillear. Señores, Ferrera lleva tiempo sin hacerlo ex profeso en su tauromaquia, lo hace cuando apretado está, y estaba porque ellos ya habían tocado pelo; por tanto buscar triunfo a costas de la posibilidad de dejar KO a sus alternantes, sea por la posibilidad de no estar a la altura o declinar el convite, no es de recibo. Así no se juega. De Justo declinó, recordemos que además mantienen secuelas de su grave lesión, que toree ya es un milagro y nunca tuvo en su tauromaquia esa suerte vistosa pero de mucha exposición; Galdós tampoco la tiene pero siendo dueño de casa tuvo que tragar. Y solventó la papeleta bien en ejecución y colocación. Pero no tenía idea de que ello sucedería. Lo confesó ante mi pregunta en el callejón. Así no es Ferrera, así no es. Como no es lucir esos enormes capotes de brega ‘trendy’ sea color pitufo o verdosos que alejan la suerte en su expresión cromática del rito y oficio sacramental. Me contaron al salir que alguien desde el tendido le arrojó un capote, "a ver si así aprendes", dicen que le dijo. Ahí lo dejo..."

Estamos pues, ante un torero con excentricidades, pero también importante, muy destacado, muy valiente, muy capaz, notable sin duda alguna... pero que ahora mismo, con más mili que Cascorro encima, se ha convertido definitivamente en polémico, porque sus protagonismos, a veces, en las plazas, van más allá de lo que sería admisible desde el punto de vista de lo que daríamos en llamar "el rito taurino" -como diría Magaly Zapata- : no solo en la estética de capotes, colorines y gesticulaciones está la polémica instalada sobre este torero, también en esos planteamientos fuera de lugar, como lo calificado por López Garañeda de histriónico en cuanto a la actuación en Cuéllar, o esta reciente maniobra en Lima de ofrecer compartir banderillas a un compañero que acaba de estar encorsetado en escandalosa ortopedia de arriba a abajo en su cuerpo, durante meses en el hospital y en casa...
Sin embargo, ya ven : buena parte del público está a lo que está; a aceptar y aplaudir sin más el todo vale que por momentos Ferrera propone en una plaza... Y le sería igual que toree con el capote de un Guardia Civil español que con la colcha de la cama de la tía Fernanda; que se suba a un caballo y haga de picador; que coloque cuatro pares de banderillas el solo; o que le ofrezca compartir banderillas a alguien que aún hace pocas fechas era poco menos un lisiado y que es evidente que no está a estas alturas para esos trotes... además de no ser torero-banderillero.

Así es, si así os parece...