tribuna da tauromaquia.

Tuvo su claque -importante- el bicampeón del mundo de equitación de trabajo, cavaleiro tauromáquico también como es sabido, extraordinario equitador... Gilberto Filipe, a su paso este fin de semana que queda atrás, por la plaza de Montijo.

Al bueno de Gilberto Filipe le tocó un toro infumable de Adriano Ferreira, que pesaba 550 kilos. El astado era manso de solemnidad y cada dos por tres se iba a tablas... Gilberto hizo -sin poder tener la deseada brillantez dada la falta de colaboración del imposible que tenía delante- todo y más que todo, intentando contentar a los espectadores y especialmente al notable grupo de seguidores que en la plaza tenía y le apoyaron en todo instante. Gilberto Filipe no les defraudó. Se dejó la piel en un esfuerzo ímprobo, mostrando lo gran jinete que es y el buen rendimiento que obtiene de sus cabalgaduras. Colocó adecuadamente los ferros cumpridos, trabajó lo indecible para poner el toro en suerte en banderillas y poder clavar de modo aseado y digno y... acabó por culminar una actuación tremendamente profesional, que muestra lo excelente jinete que es y lo buen torero que igualmente resulta. Un violín espectacular cerró su noche ante un manso de libro que dejó en mal lugar a la nueva ganadería de Adriano Ferreira.

Finalizada la corrida, el cavaleiro Gilberto Filipe diría :

"Sem palavras….
Que público fantástico, que orgulho!.
Aquilo que senti na corrida das tertúlias do Montijo não consigo transcrever em palavras!.
Ver as minhas gentes de pé a aplaudir-me e a apoiar-me durante toda a lide de um touro muito complicado é algo que jamais esquecerei.
O verdadeiro triunfo está na emoção que passamos e naquilo que sentimos e não em “crónicas pre pagas”…
Muito obrigado a toda a afición Montijense"

El repórter gráfico JOSÉ CANHOTO estuvo en la plaza de Montijo y ello nos permite ahora, a través de sus fotos, hacernos una idea de lo que fue el desempeño tan esforzado de Gilberto Filipe.