tribuna da tauromaquia )

El promotor de las corridas de toros en Lisboa y empresario en otras plazas también, Luis Miguel Pombeiro, está tratando de llevar adelante un esfuerzo empresarial con el que no contaba : recuperar y poner a punto la plaza de toros de Vila Nova da Barquinha, lugar con el que tantas ligazones tenían sus antepasados, concretamente su abuelo.

A Pombeiro le han pedido que eche una mano y active la plaza de A Barquinha, antes de que esta caiga en el abandono y en la rutina de la desidia, que -como sucedió en otros lugares- acaba luego exterminando la actividad taurina.

La plaza de toros de Barquinha, como es sabido, estaba controlada por el empresario José Gonçalves, que había anunciado y puesto en marcha la cartelería incluso, para la corrida de las fiestas de Santo António, en junio. Sin embargo, en días previos a esta corrida, sin explicar o dar razones, Gonçalves desapareció del mapa taurino... la corrida no se celebró y en Vila Nova da Barquinha se extendió un amplio malestar.

Las fechas fueron pasando y... en A Barquinha, las fuerzas vivas locales, preocupadas por el estado de abandono de la plaza, se conjuraron para buscar una solución que permita la continuidad de la Tauromaquia en el lugar y en tan entrañable plaza de toros.

Pombeiro, a pesar de sus múltiples ocupaciones, es un tipo bien organizado y nunca sería problema que promoviese, también, las corridas en la plaza situada justo al lado de la vía del tren que une Entroncamento con la Beira baixa. Pero la cuestión es... el tiempo. 

En Barquinha soñaban los aficionados del lugar con que hubiese toros al final de la primera quincena de agosto, una fecha más o menos tradicional, que antaño existió, en la que se daba siempre una corrida que tenía bastante aceptación, sobre todo entre la colectividad de emigrantes que en esta época del año pasan vacaciones a orillas del tramo alto del Tejo.

Pero la plaza de A Barquinha está como está... O estaba como estaba... sin hacerse una serie de obras y mejoras, así como alguna recuperación, que el IGAC exigía para que se pudiesen dar corridas de toros en este 2022 allí. Como, al parecer, en sus meses atrás, Gonçalves no habría puesto mano al asunto, lo de Pombeiro organizando... no es llegar, coger la llave y ya está. Es tener que hacer obras urgentes, tratar con el IGAC de la supervisión de esas obras -y son malas fechas, vacaciones de agosto, tal y cual- y llegar a tiempo antes de que finalice la primera quincena de agosto para celebrar la pretendida corrida de toros...

Aún así, Pombeiro -fiel en este caso a sus orígenes y precedentes familiares- lo está intentando y no está descartado que la corrida pretendida por las "fuerzas vivas" de Vila Nova da Barquinha pueda llevarse a cabo; pero va a ser una lucha contra el reloj...

Vila Nova da Barquinha, no cabe duda, no es una plaza que pueda perderse. Ninguna debe perderse; pero mucho menos todavía, en una zona taurina, como nunca dejó de ser O Ribatejo, en su zona alta... El error de la Tauromaquia portuguesa, de muchos de sus agentes taurinos, es su lamentable conformismo, su dejarse ir, su no apostar, su no arriesgar, su falta de "teimosia" para perseverar siempre y defender la Fiesta con hechos concretos, no con palabrería hueca.

Celebramos que la plaza de A Barquinha se encuentre en ese proceso de recuperación antes descrito y, de no poder llegarse a tiempo para esta fecha de mediados del mes de agosto, que se garantice ya para el año 2023, la celebración de dos corridas de toros allí, como nunca se debió dejar de hacer : una por Santo António, la otra a mitad del mes de agosto. Y si efectivamente, Luis M. Pombeiro no ha rehusado echar una mano en la situación actual de abandono, que se le tenga en cuenta cara al futuro su esfuerzo, dándole la confianza y apoyo necesario para regir aquella plaza de toros. No vaya a suceder que se le use ahora para sacar las castañas del fuego y... después venga por la puerta cualquier aprovechado y se lleve los frutos del esfuerzo que ahora se está intentando realizar.

Fotos : Araújo Maceira.