Por la tarde no se llenó la plaza de Mourão en la corrida del centenario de la misma, por la noche no se llenó la plaza de Alcochete, con un cartel digno de colgar el letrero de "no hay billetes...". Por el día, la Asociación de Grupos de Forcados comunicaba a la Asociación de Empresarios Taurinos portugueses que, a partir de ahora, serán los empresarios los que carguen con el importe por corrida organizada del seguro correspondiente a los forcados (hay quien habla así de mil o mil quinientos euros más, probablemente, para la cuenta de gastos de los promotores de las corridas de toros en Portugal)... Sábado de noticias no demasiado buenas para una Fiesta que vive en tiempos revueltos y sin solucionar el problema de la asistencia a las plazas que no es precisamente por falta de aficionados.

Alcochete, noche, sábado, corrida de lujo. Primer toro de El Juli. Domingo Hernández, con la presencia que se correponde a un Toreo a pie en donde está prohibido picar los toros. Es muy difícil así escoger toros para una corrida de estas, limitada por un reglamento absurdo. 

El de Domingo Hernández estaba en el tipo, pero era muy justito de fuerzas. Noble, en todo momento; al final sacó apuntes de calidad, cuando en la faena de muleta, El Juli optó por recortar distancias y envolverse con el morlaco. Ahí fueron los mejores momentos y por ende más aplaudidos por el público. Mucha voluntad de agradar en El Juli. Pero escasito de fuerzas el toro, que -sin embargo- habría sido de gran faena de no mediar la escasez manifestada por el mismo. Una lástima. Cumplió El Juli, pero se echó en falta un poco más de toro...