"No es mejor maestro el que sabe más, sino el que mejor enseña”. (Vanceli)

En las últimas horas, en sus redes sociales, el cavaleiro portugués Vítor Ribeiro colocó una foto reciente suya, que nos da idea de su aspecto actual y -también- del momento presente que vive, afincado ya hace unos años en México, relacionado con el mundo de los caballos y los toros, como siempre ha sido su profesión. 

Vítor Ribeiro es muy apreciado en México por su enorme capacidad para enseñar lo que muy bien sabe hacer : montar y adiestrar caballos, torear también. Y así van pasando los años, lejos de "su" Portugal. Un Portugal donde pocos supieron valorarle -dentro de los llamados "agentes taurinos"-. Y eso que toreaba como los ángeles, por utilizar la expresión española.

Vítor nos deleitó, en aquellos tiempos, con un toreo a caballo de excelencia; de lo mejorcito. Y conozco muy bien lo importante fue, porque no solamente le vi en directo en bastantes corridas, sino que conservo en mi archivo personal una colección de 24 dvd´s que vienen a ser como las 24 mejores corridas de Vítor Ribeiro en sus años de cavaleiro profesional en Portugal...

Vítor tenía en Portugal un allegado que -en sentido figurado- daba la vida por el. En aquel entonces, el allegado -una excelente persona, por cierto- tras leer una de mis crónicas en "Naturales, Correio da Tauromaquia Ibérica", contactó conmigo. Me agradeció que hubiese escrito sobre Vítor Ribeiro aquello que escribí, me pidió mi dirección y me envió un paquete con los 24 dvd´s...

Yo había visto torear en las plazas unas 10/12 ocasiones a Vítor Ribeiro. Si a ello sumamos 19 de los dvd´s dichosos (los otros 6 eran de corridas que, precisamente, yo había visto in situ) tenemos que habré visto unas 30 corridas importantes de Vítor Ribeiro, en aquel tiempo en Portugal... Fue un placer verle torear, en la mayor parte de las ocasiones, porque era un torero a caballo de los grandes, de los importantes, que hacía ciertas cosas que los demás no hacían... Por tanto : sé bien lo que digo y de quien lo digo.

Pero como le ha pasado a otros cavaleiros que han pretendido sacar cabeza en Portugal... Y pese a los enormes esfuerzos y buenas relaciones que su apoderado Carlitos Empis (q.e.p.d.) tenía, pese a los incondicionales apoyos que este "allegado" al que me referí le daba... Vítor Ribeiro acabó aburrido y cansado de lo que aquel Portugal taurino le otorgaba : poco más que las migajas del pastel; no porque no mereciese algo mejor, sino porque demasiadas envidias se cernían sobre el cavaleiro que nos ocupa, molestaba su buen hacer, su brillantez... y se le fue cerrando el círculo -lo de siempre- (hoy sería aún mucho peor, con cierta tropa de impresentables que han aterrizado en el mundillo este), de manera que con ocasión de un viaje a América, vio la oportunidad de dedicarse allí a lo que lleva años haciendo, enterró cualquier nostalgia y dio con la puerta en las narices a la pandilla de envidiosos y cínicos que no paraban de zancadillearle y poner trampas en su camino.

Ayer, por la tarde, casualmente, he puesto dos de aquellos dvd´s a funcionar y... les puedo prometer que vi -y añoré- dos grandes corridas de toros a la portuguesa, con Vítor Ribeiro (y también otro cavaleiro más) bordando el toreo en tardes redondas.

Vaya este pequeño homenaje y recuerdo para Vítor Ribeiro desde esta modesta TRIBUNA da TAUROMAQUIA, lugar en la Net, donde no recibimos un céntimo de nadie, no mercadeamos, no andamos a ver qué cae, no somos la voz de ningún amo... lugar, al fin y al cabo, que está para servir a la Fiesta y no servirse de ella. Por eso es justo recordar a quien brillantez y aire fresco aportó a la Tauromaquia portuguesa durante unos años, hasta que no pudo más, dio un portazo y de marchó con viento fresco. 

Ojalá que la foto que arriba publicamos -divulgada por el propio Vítor Ribeiro- sea símbolo de que las cosas en México le van bien a quien, si hubiese recibido el respeto que le negaron, debería haberse consagrado como una gran figura del Toreo en Portugal. Pero así es la Vida... lo que no impide que llamemos a las cosas por su nombre.

EUGÉNIO EIROA

Inolvidable Carlitos Empis (q. e.p.d.), inolvidable Vítor Ribeiro