Por Magaly Zapata, corresponsal de la TRIBUNA da TAUROMAQUIA en América)

Lima vivió jornada histórica con toros de Norte a Sur, con triunfo y cornada 

En una superficie de casi tres mil kilómetros, no es poca cosa que en una misma ciudad del Sur de América y en la segunda ciudad del mundo más grande instalada en un desierto como es Lima, haya sido el escenario de dos corridas de toros en la recta final del mes de mayo de 2022 que en nada despedimos. 

Pero lo que sé me antoja destacable, señores, es que ha sido en 2 de los 43 distritos geográficamente opuestos, Norte y Sureste, pero que convergen en ser lo que se ha dado en llamar ‘conurbanos’, pero que taurinamente son : el de Villa Maria del Triunfo, el del SE, que vive la pasión por los toros en su desmontable instalada fija "Torokuna", hace varias décadas. 
Y por el contrario, como contraparte en el otro extremo de nuestra costa bañada por el Pacífico pero desértica, aparece en el cono, o Lima Norte, la plaza "Sol y Sombra" inaugurada este reciente 22.05.22. Otra desmontable que llegó para quedarse fija en terrenos del distrito de Carabayllo, el más extenso de todos los que ostenta la capital peruana y que remonta su historia a épocas de Túpac Inca Yupanqui, el décimo Inca o soberano del Imperio incaico, que la llamó ‘la zona de prado verde’ por estar en pleno valle del Río Chillón, colindante con Canta y Huarochirí, casi saliendo de los límites metropolitanos para entrar a la Lima Región. 

En épocas virreinales, un 29 de junio de 1571 se conformó la Reducción de San Pedro de Carabayllo, por el Virrey Toledo con la unificación de los tributarios indígenas de Chuquitanta, Sevillay, Sutca, Guancayo, Collique y Maca y se convirtió en el primer centro administrativo, político y religiosos del cono norte de Lima. Hoy los Toros lo vuelve a poner en un mapa de importancia. Y es que la plaza "Sol y Sombra" se instala donde empieza la Lima metrópoli a encumbrarse en las alturas de la cordillera andina de la Viuda y Central. De ahí su microclima caliente que contrasta con el del bañado por el mar, más frío y húmedo. 
Y es que afortunadamente, la plaza "Sol y Sombra" llegó para quedarse y sustituir aquella "Yawartoro" de predios más urbanos en esa Lima Norte y perdida por pandemia. Sin embargo, gracias al empeño del ganadero Orlando Sánchez, con su "Sol y Sombra", la reconquista del espacio de tradiciones estará para sembrar en ese prado verde nuevos aficionados pues se encuentra mucho más adentro que la anterior, en nuevo punto geo-taurino limeño, de público por conquistar. 

Y AHORA, A LOS TOROS… 

En la "Sol y Sombra", como ya hemos contado y visto en fotos, aquí, en la TRIBUNA da TAUROMAQUIA, vivimos una gran tarde de toros; buenos y menos buenos, uno extraordinario con el hierro de San Pedro. Cartel inaugural con Finito de Córdoba, Sebastián Vela y Luis David Adame que sustituyó a su hermano Joselito por el percance en Madrid. 

Cartel de polendas y que resumo en tres orejas par el peruano que pegó un golpe en mesa y salió a hombros inaugurando la puerta grande. Y el cordobés con el toro inaugural ("costurero 55" de San Pedro, para los que gustan de estadísticas) que dobló al oír el tercer recado del palco pero tocó pelo en el otro y, mejor aún, nos hizo disfrutar del arte del buen torear, clásico y ortodoxo, sentido. Lamentablemente el mexicano de fue de vacío con el lote menos favorecido. 

Pero la cruz de la jornada taurina limeña se vivió en las antípodas. Un torero cayó herido. Alfonso de Lima fue prendido por un toro de Navarrete en la cara externa de la pierna izquierda. Cornada de 8 cms. Era su primero. Se quedó en el ruedo a terminar su faena. Paseó la oreja y con arrestos se quedó para torear su segundo apuntando a una puerta grande. Pero salió malo y ese ansiado triunfo no se dio. 
Alternó con el colombiano Moreno Muñoz en corrida por la comunidad de Quilcata Ayacucho pro fondos de su plaza de toros. 

Pese a quien le pese. Esa es la Lima de hoy. La que huele a tradiciones, de toros, de riñas de gallos, de caballos de paso, de pisco y de anticucho con su chela. Porque en nuestra Lima Taurina se vive cada vez más la efervescencia de afición, en todos sus linderos geográficos. Y no es más que las ganas de ‘nuestros limeños’ esos que llegaron hace más de 4 décadas de sus provincias y se afincaron en la capital de seguir viviendo sus costumbres, ritos y tradiciones.


Alfonso de Lima, historia de su reciente cornada... y recuerdo de un batallón de traumatismos

Por Magaly Zapata )

Como antes indicábamos, a propósito de la fecha que no deja de ser histórica en el Perú taurino, de un 22 del mes de mayo que ahora se nos va...  Alfonso de Lima había sufrido una cornada cuando toreaba en "Torokuna" (y nosotros estábamos del otro lado de la ciudad, en la inauguración de una plaza en Carabayllo).  
Fue intervenido en la Clínica María por los doctores César Baltazar y Jorge Chavarri. El diagnóstico fue una cornada de 8 cms en la parte externa de la pierna izquierda, a la altura de la tibia. 

Tan pronto lo supimos y entendiendo que el diestro estaría recuperándose de la intervención quirúrgica, le pusimos un mensaje en su WhatsApp para saber de su estado, cuando se pudiera. 
Como era lógico, la respuesta llegó por la madrugada aquel día, “ahorita despierto por el dolor’ me dijo. Pero lo que no es lógico, aunque en caso de toreros sí, es que me dijera: “es una cornadita seca de 8 cms nada más". Viendo la foto, confirmamos que los toreros están hechos de otra pasta. 
Entenderá usted que además del interés personal y preocupación por su salud, el interés periodístico me llevó a preguntar cómo fue lo que aconteció. 
Me dijo Alfonso de Lima que el percance sucedió en su primer toro y según comenta “obedecía a su altura sin humillar mucho, le estaba planteando una faena bonita, de suavidad y llevándolo largo cuando me lo permitió; estaba justo de raza mas no de fuerza”. De modo que el toro prendió al torero en el momento en que la faena iba a romper del todo. “Era obediente al toque pero también muy mirón, todo el tiempo, habia que quedarse en el sitio y aguantarle. Y como ya me había mirado dos o tres veces y había obedecido al toque, en el momento que me coge, después de un trincherazo ligado con un derechazo, en el segundo derechazo de la tanda, me pega la mirada y se la aguanté, pero hizo por mi. Lo pude evitar pero ya me había cazado, el toro estaba loco por probar que había ahí”

Lejos de pensar en ser atendido, Alfonso de Lima se auto-evaluó como médico que también es, y apunta: “La pierna no me respondía para nada pero después de recuperar un poco y entender bien qué pasaba, apoyé todo en la pierna derecha y seguí. Tandas por la izquierda bastante bien con lo que podía”
Y el resultado fue que obtuvo una oreja de ley. Le quedaba otro toro en chiqueros y no dudó en quedarse herido en la plaza para no dejar a su compañero sólo y poder redondear su tarde. “No quería dejarlo, era un santa coloma bonito, pero que al final fue maluco. Igual le planteé la faena y le pegué pases bien por el derecho; por el izquierdo no quería uno; lo que más rabia me da, es que me esperó mucho para matarlo y lo pinché, sino le cortaba otra oreja”
El del percance fue del hierro de Navarrete y el otro de Taboada, hierros de Ayacucho, lidiados en una corrida organizada por la comunidad ayacuchana de Quilcata, en Lima, pro fondos para la construcción de su coso taurino en su tierra. 
Y a este punto, mi interés periodístico me hizo ir más allá. 
¿Primera herida de guerra?, pregunté. “Primera que hay que operar -¡ja, ja, ja!-; las demás han sido 5 costillas rotas, clavícula, craneo roto, traumatismo de cabeza y así… he tenido suerte” me dice. El hecho es que Alfonso de Lima estuvo unos días de baja nada más porque “estoy con moral y con muchas ganas de poder torear cuanto antes. Veremos si el dolor y la parte física/muscular me dejan” concluía hablando con nosotros. 

Que me diga alguien que estoy equivocada... pero yo creo que los ‘super-héroes’ de hoy son ellos y no los que pintan en Disney.