La foto de un fracaso colectivo, ante la violencia incontenible del toro, mostrada ante un grupo de valientes...
Es una foto sensacional. Porque el instante, la décima de segundo que congela, que inmortaliza el obturador de la cámara del repórter José Canhoto, recoge el desconcierto general, el gesto de impotencia que todo un elenco de forcados siente -sus ocho elementos llamados a tratar de realizar la pega-. Porque el toro, en el momento de la reunión ha mostrado toda la brusquedad que un manso de libro encierra llegado el caso... levantando el morlaco del suelo -y haciéndole volar- al forcado de caras que, en principio, parecía fecharse á barbela, haciendo así de inmediato, como automático, que los restantes forcados pongan pies en polvorosa... no hay primer, segundo ayuda... no hay apoyos posibles, el toro se giró bruscamente con el forcado de caras abrazado malamente a su barbilla, el barrete voló por los aires y los demás forcados quedaron fuera de cacho, totalmente fuera, con las caras que recoge la instantánea de Canhoto. Es la foto de un fracaso colectivo, ante la violencia incontenible del toro, mostrada ante un grupo de valientes...