Es curioso... varias plazas portuguesas, desde hace semanas ya anunciaron su temporada, algunas de sus corridas importantes, al menos. Tal fecha, tal otra... También sus ganaderías, esta, la otra, la de demás allá... También sus toreros.

Todo eso es bueno, muy bueno, porque ayuda a hacer planes, previsiones, calienta el ambiente... mueve a los aficionados.

Pero... ¿y eso que llamaban -entonces con razón- la Catedral Mundial del Toreo a Caballo?. Eso, que es Lisboa, no pasa de declaración de buenas intenciones contadas en los amables oídos de algún que otro amigo. Porque oficialmente, nada se ha dicho, nada se ha anunciado... 

Y la razón no es otra, que la Plaza de Toros de Campo Pequeno, convénzanse de una vez, dejó de ser la Catedral Mundial del Toreo a Caballo, para convertirse en una capelinha donde celebrar algunas misas al año, cuando la propiedad del local así lo permite o le viene en gana... Es la pura y dura realidad. Luego no es de extrañar que a estas alturas ya de febrero, nada se sepa sobre lo que va a ser "la temporada" (?) en lo que fue la gran Plaza de Toros de Lisboa y ahora es un gran Salón de Fiestas y Conciertos, en donde en algunas fechas libres, pueden llevarse a cabo media docena -o poco más- de corridas de toros.

¡Qué triste final para la Tauromaquia en Lisboa, la que fue una de las capitales taurinas del Mundo y que ahora no pasa de poco más que una anécdota!.