La foto es de nuestro querido colaborador gráfico, el gran fotógrafo de acción, José Canhoto. Y nos lleva al tiempo de verano, al tiempo central de las corridas de toros en Portugal. Resume la hora de la verdad, el momento de máxima tensión en la intervención de un grupo de forcados, el momento de la reuniòn, el momento clave para lo que después vendrá. 
Por la cabeza del forcado de caras, que en la foto aparece, solamente pasa que el toro embista bien, que no haga un extraño en el momento final cuando el forcado trata de abrazarse a la córnea o a la barbilla del morlaco. Es el momento supremo, el que puede definir y engrandecer luego toda la acción de los restantes forcados llamados por el cabo para ejecutar esta pega. La foto resume perfectamente cómo el forcado, que ha ido toreando con su propio cuerpo en el cite previo, en los metros anteriores, ya está a centímetros de la cara del animal, mientras este se dispone a mostrar su condición; pronto sabremos si el toro era noble, colaborador, tenía o no fijeza, o era reservón, peligroso, de complicada suerte para los forcados...