Con tres cuartos de aforo cubiertos (cerca de 7.000 espectadores) tuvo lugar la segunda corrida del abono de la Feria de Cali (Colombia), en la plaza de toros de Cañaveralejo. Se lidiaron toros de Juan Bernardo Caicedo, que resultaron blandos aunque nobles en su fondo, siendo los mejores del tercero y cuarto en el orden de lidia, mientras que el segundo fue sustituido por el primer sobrero. Se lidió también un sobrero de la ganadería de Huachicono en lugar del segundo toro que correspondía a Guerrita Chico y tras ser devuelto también el segundo sobrero.

ANTONIO FERRERA, silencio y dos orejas.

GUERRITA CHICO que se retiraba como matador de toros, una oreja y palmas.

ANDRÉS ROCA REY, dos orejas y silencio tras aviso.

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No pudo Guerrita Chico, en su despedida de los ruedos, ir más allá de la oreja de consolación y el cariño que le manifestó el público con sus palmas. No tuvo suerte con el ganado que le correspondió en el sorteo, pues ya el primero de sus dos toros fue devuelto a los corrales y en su lugar se jugó un toro que andaba muy escasito de fuerzas, al que Guerrita supo aprovechar en el fondo de nobleza que tenía para sacar a flote una faena bien construida, suficiente para cortar una oreja tras una estocada bien colocada aunque media.
En su segundo toro, otra vez la devolución. Y luego la devolución del toro reserva que iba a lidiarse en sustitución del no válido. De manera que tocó baile de corrales y hubo que echar incluso mano de un toro de Huachicono que estaba alojado en un corral auxiliar a los habituales. El toro no dio facilidades en momento alguno, ante lo que Guerrita trató de imponerse pero sin lucimiento, por lo que hubo de conformarse con las palmas del respetable en su despedida.

Los vencedores de la corrida fueron Antonio Ferrera y el peruano Andrés Roca Rey, que obtuvieron el mismo resultado aunque en sentido inverso en sus respectivos órdenes de lidia. Ferrera y Roca Rey salieron en hombros al cortar dos orejas en uno de los dos toros que les correspondieron, les acompañaría Guerrita Chico también en hombros como homenaje a su trayectoria que llegó este lunes a su fin.

A Antonio Ferrera le tocó como primero un toro sin fuerzas que deslució totalmente la faena, alimentando así la desilusión del público. Ya en el cuarto, Ferrera estuvo muy alegre con el capote, bien técnicamente con la muleta aprovechando el pitón izquierdo que era el bueno del animal, logrando series muy celebradas por el público, a las que puso fin con espectacular estocada que le hizo merecer las dos orejas.

Por su parte, Roca Rey tuvo suerte con el primer toro que le correspondió. Toro de aspecto interesante, serio de hechuras y de comportamiento, al que hizo frente el peruano con la decisión y calidad notable que su toreo encierra, brillante con el capote, notable con la muleta, una faena muy bien construida, llevada con tino y en la medida justa, a la que faltaba una buena estocada como rúbrica... y el espadazo, de consecuencias rápidas, llegó tal y como el respetable ansiaba. 2 orejas muy merecidas.

En vez de actuar en sexto lugar, Roca Rey actuó en quinto con su segundo toro, pues en los corrales aún estaban buscando un toro de Huachicono para relevar a los dos toros que le fueron devueltos a Guerrita Chico, de modo a dar tiempo para que el torero colombiano tuviese por fin un oponente en plaza para su despedida.
El toro lidiado en quinto lugar por Roca Rey fue un ejemplar sin condiciones, claramente deslucido y que no dio posibilidad alguna para construir una faena pese a los ezfuerzos de Roca Rey por agradar en todo momento.