Rubén Darío Villafraz escribe desde Venezuela un artículo que esto un S.O.S. sobre la situación de la Fiesta de los Toros en un país en donde el Estado de Derecho en la realidad no existe, en donde la trapacería y el saltarse la ley con subterfugios y tejemanejes están al órden del día.

Lo publicado horas atrás, en Mundotoro, no es sino la crónica de una muerte anunciada, cuando los despachos del Fiscal del Estado parecen dispuestos a derribar el edificio de la Tauromaquia. Lo que aquí cuenta Rubén Darío Villafraz es muy preocupante, por no decir que empieza a ser desesperante. Todo eso, sí, con la compacencia, o el silencio cobarde y cómplice de quienes siendo taurinos están agachados y escondidos en la vana esperanza de que el temporal amaine.

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