Plaza de Toros de Cuenca. Segunda corrida de la Feria de San Julian. 
Toros de Luis Terrón, bien de presencia, muy deslucidos en su juego.

RUI FERNANDES, oreja y oreja.
DIEGO VENTURA, dos orejas y oreja.
LEONARDO HERNÁNDEZ, oreja y oreja.


A Rui Fernandes le correspondieron globalmente los mejores (siendo muy generosos en este calificativo) toros, el "mejor" lote. Y ante ellos estuvo bien. 600 kilos en el primero de la tarde, banderillas con buena preparación previa; rejón de muerte certero. En el cuarto, Fernandes mostró otra vez lo bien trabajada que está su cuadra de caballos. Disfrazó la escasa acometividad del toro y volvió a colocar un rejón de muerte efectivo.

Se equivocó Ventura castigando en exceso al segundo toro de la tarde. Un toro ya de salida sin demasiada mordiente que se apagó más aún tras los dos rejones iniciales. Con el toro semi-parado Diego se echó materialmente encima del morlaco con sus cabalgaduras. Hubo un par de toques que deslucieron la faena y tres "violines" para aliviar la escasa acometividad del toro. 
En el quinto de la tarde, Ventura colocó otros dos rejones castigo para luego con comodidad sacar lo mejor de su repertorio. Pasado de faena el toro, por reiterativo Ventura, a la hora de matar sumó tres pinchazos antes de un rejón entero y un descabello pie a tierra. La faena fue buena, pero el final malo.

A Leonardo Hernández le tocaría el peor lote de toros. Toros rajados desde que salieron al ruedo, a los que el fundamental trabajo del rejoneador era tapar sus defectos... y pese a las dificultades cortó una oreja Leonardo en cada uno de sus oponentes. 
Leonardo tuvo que lidiar en el tercero a un toro sin celo, negando los embroques siempre. Solo a base de coraje, oficio y raza pudo llegarle varias veces y en una valiente faena de máximo riesgo ante un toro que parecía imposible para entrar a matar, Leonardo sacó un rejón de muerte  perfecto y el toro rodósin puntilla. La oreja fue de ley.
En el sexto, otra calamidad de ejemplar "del hierro de Luis Terrón". Buscando como loco los chiqueros de donde había salido, el sexto toro sirvió para correr riesgos otra vez el rejoneador, que basó su faena en otro echarse encima de su rival, con enorme tenacidad y oficio, para acabar colocando con enorme dificultad el rejón de muerte. Oreja como premio a lo voluntarioso del torero.

Por tanto, tres toreros a caballo con enorme oficio, con amplio repertorio, pero con ganado enfrente "impropio para consumo", como suele decirse en el argot. Infame corrida de toros la que echaron con la etiqueta "de Luis Terrón". 
Don Luis falleció allá por el 2014. Sus herederos no estaban para muchas fiestas con la ganadería y parece que optaron por irse deshaciendo de lo que había creado en 1990 Terrón, una ganadería que se lidiaba a su nombre, al adquirir la que era propiedad del ex-matador de toros Vicente Ruiz "El Soro", formada con vacas y sementales de Carmen Lorenzo, procedencia Murube-Urquijo. 
En los últimos años de vida de don Luis, su ganadería "de Luis Terrón" había sido una de las más codiciadas por las figuras del toreo a caballo como Diego Ventura o Pablo Hermoso de Mendoza.

Conviene recordar lo que se supo a finales de 2018 :
"O ganadeiro português Armando João Moura, adquiriu toda a camada de machos, da divisa de Luís Terrón, uma das mais apreciadas em Espanha, para o toureio a cavalo. Armando João Moura teria assim nos próximos anos, 2019, 2020, 2021... duas ganadarias para lidiar em praças, da sua propiedade, a ganadaria de D. Maria Guiomar Cortes de Moura e a ganadaria Luís Terrón, cujos touros são agora de sua propriedade e pastam na zona de Estremoz".
Salir... salieron en Cuenca, en hombros los tres. Pero... con aquellos toros enfrente, de tarde brillante no cabe hablar; si acaso voluntariosa por parte de los toreros a caballo. Y nada más. Las cosas como son. El que ahora manda y controla los toros "de Luis Terrón" ya puede ir espabilando. Porque si echa dos o tres corridas más como esta... ¡apaga y vámonos!