La reciente polémica entablada entre el veterano cavaleiro, João Moura, y el rejoneador Diego Ventura, ha servido para poco, o mejor : para nada que no sea denegrir la Tauromaquia.

Resulta inconcebible, es absolutamente demencial, que en un momento tan delicado para el sector taurino, un veterano en mil batallas como es João Moura no tenga otra cosa que hacer que enzarzarse con un torero a caballo de gran relieve que, además, tiene la gran desgracia de no saber donde tiene la mano izquierda. Porque si torpe estuvo Moura provocando con un supuesto reto a Ventura (que si en España solo torean a caballo con ganaderías blandas, que si tal, que si cual, que si te reto con toros Grave...), más torpe aún estuvo Ventura, sacando a relucir situaciones lamentables y cayendo, para más inri, en el descarado desprecio hacia su rival (que si antes debe adelgazar 50 kilos para medirse conmigo, que si parece un campino...).

Alguien mal aconsejó a Moura para embarcarse en una polémica con Ventura. Si la idea partió de el, mal. Y si partió de su círculo próximo, peor. Andar ahora con historias de si Ventura y en España solo se torean ganaderías "murubeñas", toros "pastueños" y de fácil manejo... cuando el propio Moura en su larga carrera ha despachado una enorme cantidad de toros de este encaste, es algo ridículo como argumentario para desafiar al rival a un reto en una corrida mano a mano entre los dos con una ganadería dura. Suena a buscar desesperadamente hacerse publicidad, a buscar como sea salir en los papeles... Otra cosa no se concibe.

Por tanto : con la que está cayendo, andar con estas historias, que Moura me perdone pero... se columpió. Pero su pretendido oponente, aún se columpió más. Ventura tenía que haber dicho como respuesta a Moura : cuando quiera y como quiera, maestro; y si lo que usted quiere es enzarzarnos en una polémica, conmigo no cuente; la Tauromaquia, en el gravísimo momento en que se encuentra, no está para estos peditorios... Ahí tenía que haber terminado todo.

Pero no fue así. Ventura entró al trapo y sacó a relucir situaciones lamentables; utilizó argumentos y descalificaciones impropias de quien debería tener otro talante, dada la posición que ahora mismo ocupa, en la cumbre del Toreo a Caballo. Quienes -por ejemplo- siguiesen la hora y pico en el video de "Tauronews" donde Diego se despacha más que a gusto, con machaconería, con cierta saña, coincidirán que aquello, independientemente de dañar la imagen del veterano João Moura, lo que hace es un daño muy grande a la Fiesta de los Toros, porque se vuelve contra sus propios protagonistas, dos de cuyos máximos exponentes son precisamente Diego Ventura y João Moura.

Lo que menos necesita ahora mismo la Tauromaquia, es que sus propios agentes taurinos se enfrenten verbalmente, en público y de forma despiadada entre ellos. Lo que urgentemente necesita La Fiesta es unión, mucha unión, inteligencia y visión urgente de futuro inmediato. Ventura y Moura, con este delirante protagonismo han dado una puñalada a la Tauromaquia que tanto dicen querer defender. No será con polémicas de este tipo, con actitudes que me niego a calificar por impresentables que son, cómo defenderán la Tauromaquia. Lo que estarán haciendo es empujarla hacia el fango.

Andar a estas alturas, dos figuras del Toreo a Caballo, con que si tu toreabas también "murubes", que si a ti te ponen ganaderías fáciles... cuando todos sabemos que tanto Moura como Ventura -al haber llegado a lo más alto- se han podido permitir torear lo que les daba la gana... es algo tan estúpido, tan de hacernos idiotas a los aficionados que, si no fuese por el daño que hacen a la Tauromaquia, no merecería la pena estar dedicándoles estas líneas. Caer -además- por parte de Ventura en argumentos contra Moura, como los manifestados en "Tauronews", me parece triste, muy triste... porque hay cosas en la Vida, conductas, situaciones, que pierden todo el valor que pudiesen tener, desde el momento en que no sabes comportarte al respecto.

Por si no se entiende lo que pretendo decir me remito al mismísimo Evangelio de San Mateo, capítulo 6, versículo 3... "No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha" : se refiere a las buenas obras, que no hay que refregárselas en la cara a nadie, para luego exigirle lealtad, en búsqueda de sometimiento...

Así es, si así os parece...

EUGÉNIO EIROA

Post Scriptum) Nadie soy para dar consejos y menos a los dos señores de esta historia. Pero si me admitiesen uno, este sería : siéntense en una mesa, solos, sin corifeos de ningún tipo al lado, cara a cara, frente a frente... hablen serenos, tras haber meditado un tiempo, muestrénse sosegados y lleguen a un acuerdo; pídanse mútuamente perdón, dense un abrazo y luego cuenten a los medios que por el bien de la Tauromaquia y el daño que le han inferido, han optado por dejar a un lado cualquier diferencia y apuestan por volver a caminar unidos. Digan a los medios que lo sienten mucho y que no volverá a suceder.

Y como penitencia, anuncien una corrida en Portugal y otra en España, con el mismo mano a mano, con seis toros -que no sean de ganaderías murubeñas-. Y que ni impere el yo soy mejor que tu, o yo sé más que tu... porque está claro, Moura fue el rey en su día y, ahora, el rey es Ventura. Y lo que realmente interesa es ver juntos a dos monstruos del Toreo, dos generaciones distintas en una misma corrida de toros, con los muchos matices  que ello puede aportar a un cartel de por sí atractivo, pero no para dar medallas de quien es el mejor, porque todos sabemos que la realidad es la que es; la de cada momento...

En todo caso : hagan lo que quieran, que ya son mayorcitos, pero dejen de jod... a la Tauromaquia. Esto sí que no. Gracias.